Rebelión

Poeta boliviana

 

Miraba yo la pampa inmensa soñando con el mar.

Miraba yo la pampa tensa, tan alta, tan serena,

tocando con el cielo su frente de cristal;

un acorde de grises y violetas su manto,

que altura en la belleza!

que altura en la belleza!

que majestad estática en el día altiplánico!

 

 

De pronto un niño llora.

Entre la paja brava, con su ponchito viejo

llora un niño. Por que?

Quien sabe.

 

 

El indio aymará se lleva el grito en su raza,

y su clamor innato

desgarra la serena nobleza del paisaje.

 

 

Un niño, un llanto humano es una herida abierta

que ensangrienta este mundo.

Tiemblan y se estremecen los monolitos míticos:

se rompen y entreveran los caminos de paz.

Hay maldad en la tierra.

Arde lo que era de hielo.

 

 

Las palabras suaves se crispan en los puños

desafiando al relámpago.

Corro sobre la pampa desaforadamente;

me quema el corazón como una brasa.

Hay maldad en la tierra, hay injusticia.

 

 

Quizás mas lejos halle la bandera que busco.

Quiero la gleba abierta con sus labios de surcos

como un libro de música.

Quiero que se calme este llanto de niño

que es llanto del mundo.


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