Adolescentes y adolescencia

Los adultos no entienden a los adolescentes, dicen muchos, aunque sin duda estos ahora llamados mayores también transitaron ese trecho de camino vivificante o no.

Cuando uno escucha hablar a adolescentes en la época actual, es interesante conocer que su referente de vida ya no es su padre o su madre, o algún familiar, sino la gente que escucha en las redes, en las canciones, o en el mejor de los casos la que lee. Son individuos a los que les suponen un saber de algo íntimo sobre ellos, sin que ellos se lo hubiesen contado.

La adolescencia es la etapa mas importante de la vida, es el momento lógico donde una persona decide algo importante sobre su destino. Ningún manual sobre como lidiar con los adolescentes será afortunado, porque no existen recetas para tal cometido. La adolescencia no necesariamente son los adolescentes tal como se la describe desde el derecho, la psicología, la sociología, la medicina, etc., ¿Cuándo empieza, cuando termina? Se puede extender, especialmente en la época actual, hasta los 20/21 años, en su característica de inmadurez, rasgo de no pocos adultos, especialmente hombres, en el mundo contemporáneo (reclamo cotidiano de muchas mujeres, en diversos escenarios). Esto demuestra los obstáculos para la asunción de una posición adulta, que nos abre otra interrogante, más allá del dato cronológico ¿Cuándo inicia la vida adulta y que características tiene en la época actual?

La inmadurez y la rebeldía que se le atribuye a la adolescencia, no son rasgos solo de los adolescentes. Podemos escuchar cotidianamente a adolescentes que tienen una vida social rica y una participación pública, en el colegio, en las redes, y en otros colectivos. Si antes los adultos -reprimiendo que fueron adolescentes alguna vez- tenían dificultades para entender a los adolescentes, hoy en día tenemos más serios aprietos para entenderlos. Por ejemplo, en muchos casos ellos son lo que se denominan nativos digitales, nacieron y habitan un mundo que el teléfono celular, la computadora, el internet, las redes sociales son parte importante de sus vidas y es impensable que no sean parte de su rutina diaria. No abordaremos este tema, pero es parte de una realidad insoslayable, y sin retorno.

¿No será que en lugar de que los adolescentes están excesivamente conectados en el internet y las redes sociales, los adultos no habitan ese mundo como ellos, y por lo tanto la brecha generacional genera distintos puntos de vista, y expectativas en relación a lo que se considere “normal” o “patológico”? Si consideramos que los adulos que no están “tan” conectados, podríamos conjeturar que seguramente a nuestros antepasados también les parecía muy extraño que se pase tanto tiempo mirando televisión.

Sin pasar por alto que la pubertad implica un desafío inequívoco, que las formas y los medios han cambiado, los conflictos y desafíos que es preciso afrontar permanecen. Para ser honestos no hay manera para un adulto, de acompañar a un adolescente en su crecimiento sin cierta angustia. La conversación continua en lugar de juzgarlos desde nuestros parámetros, y sin precipitar conclusiones es importante para acompañarlos en su crecimiento.  No son un muñeco al que puede construirse. Aunque sus respuestas no nos guste, habrá que aceptar que hay cosas que no podemos entender porque nuestro mundo es diferente al de ellos. Igual, no se debe renunciar a la función de trasmitir con palabras y actos, valores, normas/creencias y límites con amor. Es bueno orientar al adolescente en su momento.


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