Ser a cuál más, persona positiva y optimista
Adquirir habilidades o destrezas, desarrollar hábitos, contar con conocimientos científicos, saber historia, geografía, civismo, crear conceptos, comprender, discernir, mantener buenas relaciones humanas, saberse cómo actuar y comportarse en cada momento de la vida; sintetizado en una sola palabra, diríamos que es: educarse.
Entonces, diríamos que, si educarse es formar el cuerpo y alma de la persona, es decir, formar su mente, su espíritu, sus sentidos, sus órganos y el alma que nos da la capacidad de pensar y sentir, de dar vida al organismo como esencia inmaterial del ser humano; educarse viene a ser una necesidad sine qua non a satisfacer para contar con la formación y capacidad necesaria para plantear iniciativas, sortear alternativas, sobreponerse a los desafíos, subsistir y triunfar en la vida.
Los rasgos personales de positivismo y optimismo podrían constituir el resplandor de la calidad de educación de una persona, su visión y fortaleza y, para poner en relieve esta afirmación, permítanme recurrir a lo escrito por el personal de Mayo Clinic: “Los investigadores aún exploran los efectos del pensamiento positivo y del optimismo en la salud. Los posibles beneficios para la salud son:
• Aumento de la expectativa de vida.
• Tasas más bajas de depresión.
• Niveles más bajos de sufrimiento emocional y dolor.
• Mayor resistencia a las enfermedades.
• Mayor bienestar psicológico y físico.
• Mejor salud cardiovascular y menor riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares
• Menor riesgo de muerte por cáncer.
• Menor riesgo de muerte por infecciones.
• Mejor capacidad de afrontar una situación difícil durante las dificultades y los momentos de estrés.
Una de las teorías es que: tener una perspectiva positiva te permite afrontar mejor las situaciones estresantes, lo que reduce los efectos nocivos para la salud del estrés en tu cuerpo.
También se cree que las personas positivas y optimistas tienden a llevar un estilo de vida más saludable: realizan más actividad física, siguen una alimentación más sana y no fuman ni beben alcohol en exceso. Los investigadores aún exploran los efectos del pensamiento positivo y del optimismo en la salud” (Mayo Clinic es un sistema hospitalario sin fines de lucro con campus en Rochester, Minnesota, Phoenix, Arizona y Florida- E.E.U.U.)
El optimismo es una perspectiva positiva y esperanzada del futuro, de sí mismo y del mundo que lo rodea. Es una parte clave de la resistencia, o resiliencia, la fortaleza interior que le ayuda a atravesar momentos difíciles.
Los rasgos de personalidad como el optimismo y el positivismo pueden influir en la salud y bienestar; si se tiende a ser pesimista, se puede aprender a pensar en forma positiva. Pensar positivamente no significa ignorar lo desagradable, sino, enfrentar lo desagradable de una manera más positiva y productiva; es preferir creer que va a pasar lo mejor y no lo peor.
Siempre recurriendo a lo escrito por el personal de Mayo Clinic. Transcribo como educar/formar personas positivistas y optimistas.
Cómo ser más optimista
• Nota las cosas buenas a medida que suceden. ...
• Entrena a tu mente para que crea que tú puedes generar cosas buenas en tu vida. ...
• No te culpes cuando algo salga mal. ...
• Cuando algo bueno sucede, date el crédito que mereces. ...
• Recuérdate continuamente que los reveces son temporales.
Cómo enfocarte en el pensamiento positivo
1. Identifica las áreas a cambiar. ...
2. Evalúate. ...
3. No olvides el sentido del humor. ...
4. Mantén un estilo de vida saludable. ...
5. Rodéate de gente positiva. ...
6. Practica el diálogo interno positivo con sigo mismo.
Tengo la esperanza que tanto a padres de familia como profesores, les motive la acción de trabajar aplicando lo que nos plantea este lectura y de esta manera desarrollar estos rasgos personales de positivismo y optimismo en estudiantes, en la búsqueda de darles el mayor valor agregado de vida, para el logro de mayor éxito y de felicidad, hacia una sociedad más próspera y desarrollada.