Personas de la edad de oro
Se considera personas de la edad de oro, a las personas que luego de ser niños, adolescentes, adultos jóvenes y adultos plenos, llegan a ser adultos mayores, al contar con 60 años de vida cumplidos y que en cada etapa cumplieron con lo que sería prácticamente una ley “Vivir, es luchar, y, luchar es vivir” y que tuvieron que esforzarse para imponerse a todas las dificultades que se le presentaron en su camino, es decir ganarle, imponerse a todo avatar o tarea que se tuvo que realizar en bien de la salud, del abastecimiento de cuanto fue necesario para vivir, crecer y desarrollarse – mantenerse incólume de pie y con la frente alta, sirviendo a si y a la sociedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica la edad adulta de la siguiente manera: adulto joven de 18 a 44 años; Adulto medio, de 45 a 59 años; adulto mayor 60 a 74 años; anciano, de los 75 años; anciano longevo, a partir de los 90 años.
Hoy 26 de agosto se celebra el Dia del Adulto mayor, en Bolivia, celebración que fue instituida, primero, por el Decreto Supremo 1421 del 17 de diciembre de 1948, como “Dia del Aciano”; modificado por el Decreto Supremo No. 15750 del 22 de agosto de 1978 como “Dia de la Dignidad del Adulto Mayor” y finalmente por la Ley de Personas Adultas Mayores, promulgada el año 2013, como “Dia del Adulto Mayor”.
En definitiva, hoy se conmemora el “Dia de la Dignidad de las Personas Adultas mayores” que, según la Constitución Política del Estado Plurinacional nos confiere el derecho a una vejez digna, con calidad y calidez humana. En Bolivia de alrededor de 11 millones de habitantes, según el INE, 1.159.284 son personas mayores a 60 años; es decir casi 10 de cada 100 pobladores son ADULTOS MAYORES (1 de cada 10).
Ante los injustos criterios de considerarnos parte de la población innecesaria, supuestamente porque, sólo consumimos y no producimos y porque no aportamos a la economía, olvidándose que las personas hoy de la Tercera Edad o Adultos Mayores, ayer fuimos quienes criamos la vaca de la que hoy tomamos la leche, debemos estar atentos para defender, como se dice, con uñas y dientes nuestros plenos derechos.
Gozar del espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento hasta la muerte de una persona, es un misterio que se llama vida, lo que de por si es un privilegio al que se le debe agregar valor; es decir, educarse, formarse; contar con cuantos más conocimientos, habilidades y experticia que permitirían mayor éxito laboral y mayor éxito existencial; por ello, las personas en edad temprana deben aplicarse con denuedo para no ser un rezagado y más por el contrario ser una persona plenamente realizada y espléndida.
A la edad adulta mayor y/o jubilación, debíamos darle un mejor uso, aplicando sus conocimientos y experiencia en los diferentes rubros que gozamos de buena competencia, como sucede en otros países del mundo, para aportar como guías o asesores y así evitar desperdiciar tan importante valor agregado que muy bien puede beneficiar a la sociedad y la patria.
Las personas mayores, sanas e independientes, contribuyen al bienestar de la familia y la colectividad, pero es dolorosa la crueldad con la que algunos malos hijos los tratan negándoles sus legítimos derechos, quitándoles sus bienes y sin reconocerles cuánto hicieron ellos, dando todo de su parte mientras era necesario proveerles de lo necesario para su subsistencia, crecimiento y realización.
Hoy al celebrarse el Dia del Adulto Mayor, hagamos un acto de reflexión y acojámoslas a las personas de la edad de oro, con cariño y gratitud, evitando hacer con ellos lo que no nos gustaría que se haga con nosotros. Hagamos prevalecer la máxima: “Hoy por ti y mañana por mí”.