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Para qué se evalúa

Esta lectura es una secuencia de la anterior titulada: La evaluación en educación, en la que me referí en mayor medida, a la evaluación académica; por lo que, en esta apuntaré algunos aspectos ampliatorios y complementarios a este tema, por considerar que es pertinente al momento en el que nos encontramos en el año lectivo 2024.

Según Henry Fayol, a quien se lo recuerda como el fundador de la escuela clásica y verdadero padre de la Administración Moderna, “Administrar es el arte de gobernar” y la Administración es un proceso de: planificar, organizar, dirigir- ejecutar y controlar-evaluar una empresa o institución como ser una unidad educativa o también el proceso de enseñanza-aprendizaje (profesor-alumnos).

Evaluar es el cuarto subproceso de la administración y es aplicado de manera espiral, no lineal, dado que, al planificar, al organizar, al ejecutar y específicamente evaluar, una institución o el desarrollo de una clase, se va evaluando simultáneamente a lo largo del proceso; es decir que, a medida que se va haciendo algo en cada una de estas fases del proceso, se va simultáneamente valorando qué tan bien está lo que se está haciendo.

La evaluación académica es parte del protocolo de interacción entre profesor y estudiante y no es una función didáctica, más bien, es una función correctiva del proceso de enseñanza-aprendizaje que se realiza como un mecanismo interno de control.

Se evalúa o mide resultados al compararlos con los parámetros ideales (escala de notas) que nos da como resultado aprobado o reprobado. Si los resultados son de reprobación hay necesidad de replantear nuevos mecanismos de trabajo o de evaluación que nos puedan asegurar el éxito que se busca. La evaluación es parte fundamental de la educación; porque, le permite al profesor tener una radiografía del aprendizaje de sus estudiantes y así puede tomar decisiones correctivas respecto al método de trabajo del profesor y de sus alumnos, quienes deben realizar acciones de autoevaluación y coevaluación que les ponga en evidencia su real aprendizaje. Los instrumentos a usar son diversos: cuestionarios, pruebas objetivas, fichas de indagación, fichas gráficas, reflexión personal, concurso de preguntas y respuestas, observación, exposiciones/discurso, debate, etc. Lo que se evalué debe estar ejercitado durante el aprendizaje; no evaluar lo que no se haya avanzado.

La evaluación debe ser integral, lo que implica que el docente registre las fortalezas, los talentos, las cualidades, los obstáculos, los problemas o las debilidades que de manera individual y grupal se vayan viendo en el curso, para intervenir oportunamente y decidir que ayuda pedagógica se ofrecerá a los estudiantes rezagados. La evaluación del aprendizaje sirve para medir el nivel de conocimientos y competencias adquiridas y para comprender los procesos y contextos que permiten u obstaculizan su progreso y sus logros. Es útil tanto para los docentes como para los dicentes; porque permite saber que tanto se logró los objetivos y expectativas de aprendizaje y les permite comprobar la eficacia de los métodos de trabajo profesor-estudiantes, corregir debilidades y a la vez ayuda a identificar los pasos siguientes, para tener mayor éxito.

Es importante aplicar también la coevaluación (preguntas entre unos a otros estudiantes y viceversa) que ayuda a fijar los conocimientos teniendo en cuenta que la meta final de la evaluación, siempre debe ser lograr mejores aprendizajes del estudiante, basándose en el conocimiento de sus necesidades, su saber previo y sus logros.,

El profesor también debe autoevaluarse preguntándose cómo está desempeñando su trabajo, si cumple con su rol de: en esencia provocar la participación activa de los estudiantes, motivando, orientando, facilitando, impulsando y usando metodologías activo-participativas  o, simplemente explica temas/lecciones con el uso de la palabra, la tiza y el pizarrón (la escuela tradicional del siglo XVIII), método mediante el cual da recetas o dicta conceptos-fórmulas que los estudiante deben memorizar y repetir como saber propio, sin inducir a  la autocrítica,  al redescubrimiento a  la invención y, para ello decidir ¿Qué debe cambiar en el aula, en su manera de construir conocimientos, espontáneamente? ¿Cómo hacer que los padres de familia apoyen a sus hijos en el proceso de aprendizaje? ¿Cómo incluir el uso de algunos medios tecnológicos que ayuden a los estudiantes de mejores condiciones del aprendizaje?

Esta lectura está elaborada en el marco de una educación potencializa dora, de una educación activa-participativa, o sea, de una educación de calidad que, es lo que tanto necesita nuestra realidad política, económica y social, como país. Es muy loable que los profesores, a pesar de las insuficientes condiciones, medios, recursos y de sus exiguos salarios, siendo que la educción…” constituye una función suprema y primera responsabilidad financiera del Estado…” (” Art.77 de la Constitución Política del Estado), se esmeren con elevado patriotismo y denuedo en desarrollar una ´educación de calidad´, como el mejor instrumento de desarrollo y conscientes que “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”, (Nelson Mandela) y que: “Un hombre sin estudios es un ser incompleto” (Simón Bolívar).


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