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A qué se llama educación tradicional

La educación tradicional es muy antigua y ha perdurado en el tiempo; es la base de la educación actual. Su foco está puesto en el docente, quien debe poseer el papel de transmitir los conocimientos del curso o materia que le corresponda. Al centrarse en la labor que debe realizar el profesor, en su relación enseñanza-aprendizaje, el estudiante tiene un papel poco activo o, mejor dicho, un rol pasivo de aprendizaje, que lo limita a la memorización de los conocimientos que el profesor le transmite. Ante esto, la escuela nueva aboga por la importancia de que el educando asuma un papel activo participativo.

Con la educación tradicional nace la relación de uno a muchos, es decir: un solo maestro que atiende a un grupo de estudiantes; Este hecho es inapropiado para las necesidades del proceso de aprendizaje, toda vez que, no todos los alumnos aprenden al mismo ritmo. Este paradigma educativo convierte a los estudiantes en personas pasivas, porque son los profesores quienes proporcionan los datos y el conocimiento, mientras los dicentes sólo son los receptores, lo que hace que su capacidad creativa se vaya reduciendo, pues porque, el docente les proporciona todo lo que los estudiantes necesitan. Los estudiantes resultan ser vasijas a llenar y no los cerebros a encender que deberían ser.

Con la educación tradicional, la enseñanza comienza por partes, buscando a futuro el resultado o conocimiento global. El profesor, se para entre los estudiantes y los conocimientos; los estudiantes no tienen o tienen poco conocimiento acerca del tema antes de comenzar la clase; es la clase en donde se les enseña todo el saber que por lo general son conocimientos básicos acerca del tema. La meta es la formación del carácter y busca el desarrollo de las cualidades innatas del estudiante a través de la disciplina. El método de enseñanza es la transmisión del profesor al alumno y la imitación del buen ejemplo, del ejercicio y la repetición.

El objetivo elaborado de la clase tradicional es descriptivo, dirigido más a la tarea del profesor, no establece habilidades de los estudiantes, no hay experiencias vivenciales; los contenidos se ofrecen como segmentos fragmentados, desvinculados de la totalidad. El estudiante realiza pocas actividades de carácter práctico.

El método usual en la enseñanza tradicional es la clase magistral mediante el mecanismo de enseñanza-aprendizaje según el esquema clásico de: la exposición - escucha - memorización – repetición, mediante el uso de la palabra, la tiza y el pizarrón; lo que, hace que no se usen diversos medios tecnológicos apropiados, que surgen continuamente y, de esta manera estar en sintonía con sus avances en el mundo laboral, no permitiéndoles a los estudiantes contar con las habilidades necesarias para tener un futuro exitoso.

Está claro entonces que, en la escuela tradicional el profesor es la fuente de conocimiento y a la vez el encargado de transmitir a sus estudiantes el saber que extrae de textos y enciclopedias, mismos que son puestos a prueba mediante diferentes ejercicios verbales y escritos; lo que viene a ser la evaluación, para demostrar la adquisición de los nuevos saberes, mediante interrogatorios en los que los discentes deben responder textualmente de manera precisa, tal y como se muestran en los textos de estudio (cuadernos o libros), con lo que se comprueba una vez más el carácter memorístico y repetitivo de la  educación tradicional.

El modelo pedagógico tradicional adquiere sus bases en el siglo XVII (la escuela prusiana), en los internados donde la enseñanza que se impartía era principalmente de orden religioso y se buscaba la formación del carácter de los discípulos, moldeado en los valores de la virtud, la voluntad, la obediencia y la disciplina. Su acción del estudiante era únicamente recibir la información según la voluntad del docente, teniendo poco margen para pensar y expresar sus propios conocimientos.

El trabajo del profesor tradicional es expositivo, mecánico y escolástico, no educa para la sociedad al no incorporar temas transversales para educar en todos los ámbitos a los que el estudiante se enfrentará en la vida. El maestro tradicional se caracteriza por ser un simple trasmisor del conocimiento; él explica y el alumno repite tal y como se le enseñó. Es muy importante que el docente sepa ampliamente como aprende el cerebro (Neuro Pedagogía) y cómo se da el proceso de construcción del conocimiento, ser capaz de trabajar colaborativamente, adquirir habilidades tecnológicas y usarlas eficientemente, desarrollar la capacidad de ayudar a diseñar, liderar, dirigir y trabajar entornos de aprendizaje.

La memorización y la repetición son prácticas comunes en la escuela tradicional donde los estudiantes aprenden de manera mecánica, memorizando conceptos, fórmulas y datos sin comprender su significado. La repetición constante se utiliza como método para fijar el conocimiento en la mente del estudiante. Se aplica la memorización mecánica en vez de la memorización razonable.

Esta es una narrativa de la escuela que más conocemos y que si “seguimos haciendo lo mismo, es de tontos esperar resultados diferentes” (Einstein) que mejoren la calidad de educación y consiguientemente la realidad y vida de nuestro país.


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