Disciplina y buen rendimiento escolar

En algún momento de nuestras vidas hemos elaborado un horario o cronograma de actividades, si es que aún no lo seguimos haciendo, el cual consistía en realizar determinadas actividades en tiempos específicos, incluido el hecho de ver la televisión, por decir que la hora de levantarse de la cama sea a las 6:30 de la mañana, el asearse y servirse el desayuno sea de 6:30 a 7:10 y de esa manera progresivamente solíamos planificar las 24 horas del día, con ese tipo de organización de actividades y buen uso de las horas, teníamos tiempo incluso para salir a jugar con nuestros amigos del barrio o de la comunidad. Todo lo que acabamos de ilustrar lo conocemos como disciplina, que no es nada más que otra cosa que tener la capacidad de asumir la responsabilidad de nuestros actos.

El cómo educar a nuestros hijos, repercutirá favorablemente o negativamente a lo largo de sus vidas, generando preocupaciones o momentos gratificantes y de tranquilidad para sus padres, es por eso que es importante apoyar a nuestros niños en el fortalecimiento de la responsabilidad y la habilidad para tomar decisiones, al igual que en toda institución, el hogar, en el barrio o la comunidad, las bases de un buen comportamiento radican en el cumplimiento de ciertas reglas de convivencia y los miembros más pequeños de la casa necesitan reglas para poder conocer  e identificar los buenos comportamientos,  y de cuales serían considerados los malos comportamientos, aprenderán a que obedecer los concejos de los padres reflejados en buenas conductas, serán los considerados buenos comportamientos y puesta en práctica de la disciplina; sin embargo, el propasar los límites impuestos por sus padres implicará haber cometido o tenido un mal comportamiento, por lo tanto es considerado como una indisciplina.

En casa, como padres debemos tener la capacidad de reconocer, valorar y hasta recompensar las buenas acciones o buenos comportamientos de nuestros hijos, dicha acción motivará a nuestros niños a continuar cultivando las buenas conductas; de lo contrario, si nuestros hijos infringen una de las reglas del hogar como es el caso, de el de no haberse lavado las manos antes de almorzar; como padres, debemos ser claros y coherentes al momento de hacer notar la falta en el niño, sin levantar la voz, de manera respetuosa y considerando la edad del niño, debemos establecer un posible correctivo para re direccionar esa mala conducta, una posible sanción podría ser, de que el niño no vea por un día su programa favorito en la televisión, recuerde que para educar adecuadamente a un hijo debemos dar el ejemplo en todo momento y ser para los mismos un modelo de persona a seguir, entendiéndolos con calidez y afecto, tratando de pasar con ellos el mayor posible de tiempo, sin dejar de dialogar con los mismos, apoyando de esa forma sus ideas como a su capacidad de razonar, estimulando y fortaleciendo de esa manera la autoestima de sus niños.

 En el ámbito escolar aquellos niños que fueron educados en casa con amor, empatía y firmeza cálida, tendrán altas probabilidades de tener éxito en el aspecto académico, social y personal; ya que en la escuela también existen reglas que se deben de cumplir, dichas reglas establecen los límites y normas para el buen comportamiento de todos los estudiantes y miembros de esa unidad educativa, y dentro del aula el buen comportamiento y la buena disciplina son las reglas básicas para que una clase pueda desarrollarse de manera productiva y la enseñanza sea asertiva, al observar una mala conducta en los estudiantes los maestros deberán corregir el mal comportamiento partiendo desde el afecto y siendo empáticos, haciendo notar la corrección como un error a ser subsanado en base al aprendizaje de sus propios errores.

Los estudiantes que desarrollen sus actividades educativas en el ámbito escolar de la mano de la disciplina, presentarán las tareas que fueron asignadas para la casa, obtendrán buenas calificaciones producto de haberse preparado con anterioridad a la evaluación, evitaran incurrir en actitudes de bullying, y en lo posible mantendrán un buen perfil de estudiante que sabrá planificar y fijar sus metas; así como también los pasos a seguir para poder alcanzarlos; de esa manera, estará normando sus acciones en buenos comportamientos que le aporten positivamente en su etapa escolar como en las relaciones con sus compañeros.

En ese entendido la disciplina nos mantiene enfocado en nuestras metas, haciendo de que mantengamos nuestra dirección en el camino al logro de nuestros objetivos, evitándonos de caer en distracciones o malas conductas. En cuanto a los niños, estos no deben relacionar a la disciplina como un castigo, más al contrario la disciplina es una manera continua de interactuar con ellos, fortaleciendo su autocontrol y compromiso en mantener una buena conducta en todo momento; ya que en eso radicará, el éxito que logre alcanzar en todas las etapas de su vida en el futuro.


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