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Pervivencia de la violencia en el entorno social de los estudiantes

En el presente artículo de opinión exponemos algunas ideas sobre la pervivencia de la violencia en el entorno social, externo e interno, de los estudiantes. A pesar de la intervención estatal, a través de las leyes, y la participación activa de los maestros, a través de diversas actividades pedagógicas, durante el desarrollo curricular; parece que la violencia, que se manifiesta de muchas formas, sigue siendo inquebrantable.

La lucha contra todo tipo de violencia en los diferentes espacios de la sociedad, por parte del Estado boliviano, está expresada en las diversas leyes. En estas normas, el Estado manifiesta su decisión de lucha indeclinable contra todo tipo de violencia. En estos documentos se enuncian los tipos de violencia, la transgresión a las diferentes infracciones y sus respectivas sanciones penales. Posiblemente, existe una buena elaboración normativa en contra de la violencia, pero continua la violencia.

En el subsistema de educación regular, siguiendo las normas actuales y los diferentes proyectos educativos, que surgen del Estado Plurinacional, las Gobernaciones, las Alcaldías, ONGs y otros, las Unidades Educativas realizan actividades pedagógicas concretas durante el desarrollo curricular contra todo tipo de violencia. En las Unidades Educativas se realizan ferias educativas, talleres, dinámicas, teatros, mensajes, gráficos y otros para impulsar la reflexión crítica y la concientización entre los estudiantes contra la violencia. También, existen comités de convivencia pacífica conformada por los diferentes actores educativos que implementan las actividades programadas del proyecto para prevenir y solucionar cualquier tipo de violencia en la Unidad Educativa.

Sin embargo, a pesar de existir normas que sancionan todo tipo de violencia, y que al mismo tiempo se concientice en la Unidades Educativas, este mal comportamiento humano de la violencia sigue expresándose de diferentes maneras. Los casos de violencia siguen saliendo a la luz en los medios de comunicación social. Lo más trágico de la pervivencia de la violencia se manifiesta en historias de pérdidas de vidas humanas. Seguramente, otros casos de violencia seguirán en el anonimato o la complicidad de otras personas.

A pesar de que existen leyes que sancionan fuertemente toda violencia, programas de lucha contra la violencia, auspiciada por instituciones públicas o privadas, y el trabajo educativo de maestros que promueven una cultura de la convivencia pacífica, lleva a plantearse la pregunta: ¿por qué no se puede erradicar o por lo menos aminorar la violencia en el entorno social, interno y externo, de los estudiantes, con tanto esfuerzo del Estado y las instituciones educativas?

La continuidad de la mentalidad colonial, que sigue manteniendo la idea de que en la sociedad hay unos que son superiores y otros inferiores; ya sea a nivel cultural, social, económico, racial-cultural o de género, contribuye a conservar la violencia entre las personas. El machismo no es otra cosa que la expresión de esta relación colonial, en el sentido de que el hombre-macho, si no puede dominar en otros ámbitos, por lo menos lo puede ser o hacer en su entorno matrimonial o familiar.

La pervivencia de actitudes y acciones violentas en la sociedad se deben a causas histórico-culturales muy profundas. Se siguen reproduciendo comportamientos, actitudes e ideas de violencia aprendidos, repetidos y normalizados a lo largo de muchos años. Por lo tanto, buscar el cambio de estas actitudes y acciones violentas, también llevará su tiempo y su proceso gradual de des-aprendizaje de lo aprendido y de aprendizaje de lo nuevo respecto a una convivencia pacífica y armónica en todo espacio sociocomunitario.

La lucha contra la violencia y la construcción de la convivencia pacífica y armónica debe trascender la esfera legal y el ámbito educativo escolar. Se tiene que buscar estrategias para afrontar el problema de la violencia dentro del ámbito familiar, comunitario y barrial. Son en estos espacios sociocomunitarios donde las personas aprender los valores y las actitudes primarios de convivencia en su relación con las demás personas.

 


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