INTELIGENCIA ESPACIAL

Según Howard Gardner: “Inteligencia espacial, es la habilidad de apreciar con certeza la imagen visual y espacial, de representar gráficamente las ideas, el color, la línea, la forma, la figura, en aquellos individuos que estudian mejor a partir de gráficos. Entienden muy bien planos, croquis y mapas”.

En otras palabras, la inteligencia espacial es la capacidad que se tiene para visualizar, imaginar y representar ideas e imágenes mentales, desde diversos ángulos, haciéndolos rotar en su mente.

Las personas “aprenden por medio de la observación.

Reconocen con facilidad: caras, objetos, formas, figuras, colores, detalles, escenas. Pueden desplazar objetos en el espacio. Perciben y producen imágenes mentales. La inteligencia espacial implica comprender y recordar las posiciones relativas de los objetos en la mente, lo que nos permite imaginar el movimiento, rotación o transformación de esta dentro de nuestros pensamientos”. Se aplica “en diferentes ámbitos y perfiles profesionales como: topógrafos, cartógrafos, geógrafos, arquitectos, pilotos de barcos, conductores profesionales, dibujantes, ingenieros y diseñadores gráficos”.

Gardner y sus descubridores de las inteligencias múltiples señalan que quienes tienen preferentemente inteligencia espacial, tienen gran capacidad de observación, se orientan con facilidad, les gusta dibujar, diseñar y contribuir; son rápidos para resolver rompecabezas y laberintos y tienen especial habilidad para leer mapas, planos y gráficos.

También refieren que esta inteligencia se desarrolla conduciendo automóviles, elaborando diseños de espacios de un ambiente o de un plano (layaout), hacer una escultura, realizando diferentes juegos y deportes; quien goza preferentemente de esta inteligencia se ubica con mucha facilidad en mapas, realizan muy bien representaciones gráficas, perciben mejor la realidad, aprecian tamaños, direcciones y relaciones espaciales; reproducen mentalmente objetos que observan y reconocen objetos en diferentes circunstancias.

Acá viene muy bien, sea para esta o sea para otra de las ocho inteligencias descubiertas por Gardner, tomar en cuenta lo que dice Miguel Ángel Cornejo en su conferencia de Punta del Este, sobre educación integral, cuando expresa que debemos tomar en cuenta el I.Q. (coeficiente intelectual) y trabajar en nuestras fortalezas y no en nuestras debilidades; es un gran error de la escuela querer que seamos buenos para todo. Mediante esta exigencia errónea desaprovechamos nuestro talento/vocación natural que nos puede redituar mejor éxito personal y desde luego, favorecer más a la sociedad/humanidad, por los beneficios que produciríamos en determinadas áreas/aspectos de la vida; como al ser un gran médico, antes que un mediocre contador, por ejemplo.

Qué bueno sería que los estudiantes, profesores y padres de familia estarían apropiadamente informados de las características y virtudes de cada una de las ocho inteligencias para utilizarlas aprovechando sus características y virtudes que cada una tiene, para ser más acertados al momento de elegir la carrera u ocupación laboral a futuro y asegurarse una relevante prosperidad y éxito. “No todos somos buenos para todo; pero, todos somos buenos para algo”


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