Espacio publicitarioEspacio publicitarioEspacio publicitario

Cambiar, para cambiar

Los cambios que se dieron en educación en nuestro país, generalmente llamados ´reformas´, luego de la fundación de la república en el año 1.825, fueron por lo general cambios de mantenimiento del modelo, porque todos fincaron en enseñar, memorizar lo que se enseña y no precisamente en cómo aprender.  El 20.de enero de 1955, bajo el lema: “De una educación de castas a una educación de masas”, con el Código de la Educación Boliviana, se rompe el monopolio de la educación, luego vinieron varios cambios a gusto y paladar de los gobiernos de turno y cuánto de cambio de modelo se hizo, tuvo que ver más con la forma que con el fondo; por eso, considero que los cambios y recambios no fueron sino cambios de mantenimiento del modelo (cambios homoestáticos); es decir, no se cambió la metodología transmisiva, de escucha, de memorización y repetición de los conocimiento entregados por los profesores, lo que viene desde la escuela prusiana de 1.773.

Se cambió y recambió la estructura de cursos/grados de primaria y secundaria, se creó el ciclo intermedio, se denominó educación fundamental y luego educción rural, que la educación rural dependería del ministerio de asuntos campesinos y luego que todo el sistema educativo, tanto urbano como rural, dependería del ministerio de educación y, tantos otros cambios realizados por los gobiernos de turno, haciendo de la educación su aparato ideológico para mantenerse en el poder. Hoy rige el modelo educativo socio comunitario productivo que tampoco pasa por el cambio de como aprender en vez de simplemente como enseñar.

Lo más desaprensivo y cruel que sucedió en Bolivia fue desconocer su condición de país multilingüe (36 lenguas) y seguir imponiendo desde la colonización el etnocidio cultural, marginando a la mayoría de la población boliviana del derecho a la educación al ser una educación castellanizante, durante 171 años de vida republicana (1.825 a 1996) hasta cuando entra en vigencia la Ley 1565 del 7 de julio de 1994 que señala que: “la educación es intercultural y bilingüe”.

En cuanto a priorizar el aprendizaje y potenciar la educación, en esencia es poco lo que se cambió; pues, en la actualidad seguimos, preponderantemente, con la tradicional enseñanza, cuyo principal actor es el profesor, que es el que transmite los conocimientos, mientras el estudiante sólo es un agente pasivo, que memoriza y debe repetir al pie de la letra lo que se imparte por conocimientos, no dando prioridad a las acciones de: observar, pensar, recordar, clasificar, analizar, sintetizar, resumir, actuar, crear y resolver problemas. Es de admirar la vocación y compromiso de los docentes y algunas unidades educativa/colegios que hacen cualquier esfuerzo por orientar el futuro que requiere el sistema educativo, aplicando metodologías interactivas de aprendizaje, en las que los alumnos sean quienes construyen sus conocimientos con la facilitación de sus profesores.

Es un modelo de mantenimiento, porque los cambios que se hicieron/hacen sólo tratan de hacer que el sistema funcione y no son acciones que cambian en esencia la manera de hacer educación, por lo que los resultados prácticamente son los mismos y ello lo patentiza las condiciones de vida en la que nos debatimos, más aún en lo ético y moral.

En Bolivia para que haya un cambio en educación y consiguientemente para elevar el nivel de rendimiento educativo, debemos cambiar el paradigma de enseñar por el paradigma aprender; esto quiere decir que los métodos de estudio motiven, orienten, faciliten, impulsen a los estudiantes a ser creativos, aprendan a investigar/conocer, convivir, emprender, trabajar en equipo, jugar y ante todo ser competitivos; por lo que la metodología debe estar basada en desarrollar al máximo el carácter, las aptitudes y los valores.

Repetidamente lo hemos manifestado que el presupuesto, la infraestructura física, medios tecnológicos, los sueldos, las horas de trabajo, la ratio (relaciones maestro alumnos) no están de acuerdo a normas o son insuficientes y que la metodología no privilegia desarrollar cerebros sino ejercitar la memoria por ser el memorismo el eje central educativo y si seguimos haciendo lo mismo los resultados en general y los efectos de la educación en la sociedad, seguirán siendo los mismos y en decadencia.

Los países que están en el Rankin internacional de calidad educativa están a la vez a la cabeza de la economía en el mundo como es el caso de Singapur, un país con sólo 59 años de estado soberano, que no tiene recursos naturales de ninguna índole y que en parte hasta el agua para beber aún tiene que comprar y no sólo ocupa los primeros puestos en el mundo en educación sino en economía y desarrollo; ellos son conscientes que los únicos recursos con los que cuentan son los recursos humanos a los que deben desarrollarlos a la máxima expresión.

Qué bueno sería que, para celebrar el bicentenario de la fundación de Bolivia, el Congreso Nacional de Educación a realizarse en noviembre próximo, configure un cambio radical-total (neomovilístico) acorde con la patria y la sociedad que queremos ser y dejar de zapatear en lo mismo; pues, sólo así dejaremos de estar tan rezagados en todo aspecto.


Más del autor