El impacto psicológico del narcotráfico en nuestra sociedad
Gustavo Gonzales Ramírez,
Por los años 60 y 70 el consumo de drogas (marihuana y heroína entre otros) incrementó exponencialmente en Estados Unidos por los movimientos denominados “hippies” jóvenes que promovían una filosofía de paz, este fue uno de los precedentes que situó a México como uno de los más grandes productores de droga a nivel mundial. pocos años después la denominada “ruta del caribe” es la que permitía el traslado de droga desde Sudamérica hacia Centroamérica. Es importante mencionar que Bolivia está catalogada como uno de los principales productores de cocaína dentro de la región Andina ubicada en tercer lugar, antes que Perú y Colombia según la UNODC.
Fueron años de intentos de erradicar los cultivos y el trafico de estas sustancias, sin embargo, solo se ha logrado desarrollar a través del ingenio humano nuevas formas de comerciar y consolidar agrupaciones de personas destinadas a cometer estos ilícitos.
El New York Times (1996) vinculó a narcotraficantes con varios gobernantes y actores políticos de México. La infiltración de las mafias en la sociedad y el control que estas ejercen a través de la corrupción, permitió que se proliferen los denominados “Carteles”, los cuales se podrían comparar como un organismo, que, a pesar de ser desarticulados, volverán a emerger de sus remanentes convertidos hoy en nuevos lideres, quienes han aprendido a gobernar mediante un factor común para imponerse ante la sociedad y sus adversarios, “la violencia”.
La violencia es una de las consecuencias del crimen organizado, que no solo afecta a los miembros de estos organismos (agentes directos), sino también a la sociedad civil (agentes indirectos), que injustamente están involucrados por las luchas y disputas de poder. Recientemente la tasa de homicidios en América llego a su máximo histórico en 2017 de más de 30.000 asesinatos según la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), actualmente esta cifra aumento, a un menor ritmo, denotando un promedio de 91 casos diarios.
Según la Organización Mundial de la Salud (2002) la violencia es un problema de salud pública debido a que afecta a la salud mental, en este contexto coadyuva en el surgimiento y desarrollo de diversas psicopatologías. Entre las más frecuentes están el Estrés postraumático, ansiedad, depresión, somatizaciones, consumo de alcohol y drogas entre otras. Tomando en cuenta que estos trastornos pueden ser comórbidos entre sí.
Bolivia no se encuentra lejos de compartir parte de la realidad de países como México y Colombia, donde es habitual el empleo de la violencia como mecanismo de imposición del mas fuerte; El hecho de normalizar las actividades ilícitas en nuestro medio, afectará en un futuro donde el narcotráfico gobierne nuestra sociedad mediante “la violencia”, la cual influye sobre la calidad de vida de un país y la misma está estrechamente vinculada a la salud mental, donde los perjudicados indirectos serán las nuevas generaciones.
Gustavo C. Gonzales Ramirez
PSICÓLOGO