Gas boliviano, Peso Pluma

(La presente opinión es personal, pero en base a estadísticas oficiales)

Nuestro país, una economía que al menos importa ¾ partes de lo que consume, las personas, familias, empresas y el estado boliviano en su conjunto compran más del exterior de lo que se produce internamente en Bolivia; esto es reflejo de que no hay un efectivo proceso de industrialización y menos de sustitución de importaciones, que la demanda interna se orienta muy poco a la producción nacional y la mayor parte a los productos importados, sobre todo a los de contrabando de países como Argentina, Perú, Brasil, China, India, EUA y otros, principalmente ropa, alimentos y bebidas.

Recientemente el INE, saco su boletín de Comercio Exterior, con datos actualizados a mayo 2023, donde sin duda se observaron datos e información importante pero también llamativa. Creo que no es novedad decir que nuestra economía, por lo general, importa más de lo que exporta, a pesar de que se indicó por parte del gobierno nacional que el 2022 tuvimos un récord histórico en exportaciones, penosamente igual lo tuvimos en importaciones.

Lastimosamente, de nuevo caímos en un excesivo nivel de compras y de dependencia del exterior, en mayo presentamos un déficit comercial por 41 millones de dólares; durante esta gestión, de enero a mayo, tenemos un déficit comercial acumulado por $us. 165,8 millones, cerca de $us. 33 millones por mes. En sí, desde agosto 2022 hasta mayor 2023, todos los meses tuvimos un nivel de importaciones superior al de exportaciones, con excepción de este abril pasado. Comparando el periodo de enero a mayo de 2023 con del año 2022, nuestras exportaciones decrecieron en $us. 1.391 millones, un 23%; en el caso de nuestras importaciones estas crecieron en un 6%, en $us. 276 millones.

Aquellos años, donde el gas natural era el producto estrella de nuestro comercio exterior, quedo en el pasado, actualmente el oro metálico es el principal producto exportado por el país, de enero a mayo 2023 se vendió al resto del mundo un valor de $us. 1.223,6 millones, representado el 27% del total exportado durante este periodo; en cambio, el gas natural, fue exportado por un monto acumulado de $us. 899,4 millones, representando apenas un 20% del total.

Algo llamativo, es que todas las actividades económicas han decrecido en sus exportaciones acumuladas hasta mayo 2023 en comparación con la gestión pasada, por ejemplo, la industria manufacturera a pesar de que es un sector con un gran potencial, su valor exportado acumulado descendió en un 25%, en parte influenciada por el tema de precios internacionales. En el caso de la exportación del gas natural, cosa que no es novedad, ha presentado una contracción en su valor por un 23%, efecto combinado entre precios poco favorables y sobre todo volumen de comercialización en declinación.

Actualmente Brasil, India, Colombia, Argentina son los países a los que más exportamos nuestra producción nacional, sin embargo, con Brasil y Argentina, durante enero a mayo 2023, hemos tenido déficits comerciales acumulados por 93 y 79 millones de dólares respectivamente. Si bien se habla mucho de sustituir el dólar americano por el yuan chino, esto solamente beneficiará a este país asiático, entre tantos factores, por el simple hecho de que siempre se ha tenido un déficit comercial sostenido con China por décadas; la realidad es que nunca, de manera legal o ilegal, hemos vendido más de lo que hemos comprado a ese país, por ende, solo compraríamos su divisa para pagar nuestras importaciones, favoreciendo a la cotización y uso de esta, únicamente.

De enero a mayo 2023 tuvimos un valor de importaciones por $us. 4.740,6 millones, de los cuales un 26% fue compra del exterior de “combustibles y lubricantes”, esta categoría económica fue la de mayor peso durante este periodo de tiempo; en comparación con el mismo periodo, apenas hubo un incremento cerca al 15%, pero la importación de gasolina y diésel sigue representando un gasto importante en el sector público, salida de divisas y del financiamiento de carburantes baratos mediante un subsidio cancerígeno.

Mas allá de buenos deseos e intenciones, el proceso de industrialización y sustitución de importaciones, hasta la fecha, tuvo resultados muy limitados, casi un canto a la bandera; de enero a mayo 2023, el 75% de nuestras exportaciones fueron “productos tradicionales”, y apenas un 25% “productos no tradicionales”.

Los “productos tradicionales”, comparando enero a mayo 2023 con el año 2022, en valor y en volumen descendieron en un 20%; en cambio, los “productos no tradicionales” en valor cayeron en un 31% y en volumen 26%. “La realidad indica la perseverancia aun de un poderoso modelo económico primario exportador, donde coyunturalmente ha generado un crecimiento económico insostenible, donde los productos con valor agregado no juegan un papel estelar.”

Mas allá que se estima que el 2024 vayamos a perder el mercado argentino, que representa actualmente el 31% de lo que exportamos en gas natural, $us. 899,4 millones a lo que va el año, el contexto de nuestro comercio exterior siempre fue muy inestable y dependiente de los mercados internacionales, pero ahora, también de lo que producimos como país, al menos en materias primas. Lastimosamente nuestro sector hidrocarburífero está marchitándose desde el 2014, produce menos, genera menos ingresos, ahora tiene un serio competidor en la Vaca Muerta, y nuestro gas natural de ser el titan de nuestra economía ahora paso a ser un peso pluma, a la merced de los peligrosos vientos de cambio.


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