Nuestros Santos

La semana pasada, el gobernador del Departamento de La Paz, Santos Quispe “Wayna Mallku” fue denunciado por los delitos de violencia psicológica, sexual, laboral y maltrato físico por una ex servidora pública. La denunciante afirma que trabajó en esa Entidad Territorial Autónoma y que el Gobernador era su pareja con quien llegó a convivir y que desgraciadamente fue sometida a una serie de vejámenes sexuales. Frente a esta gravísima acusación la autoridad sindicada rechazó la denuncia y manifestó que tiene la conciencia tranquila desestimando los extremos señalados por la supuesta victima. A la fecha, el caso se encuentra en investigación y trascendió información sobre coerción a la denunciante.

El otro personaje político al que ineludiblemente nos debemos referir es otro Santos, mejor dicho de apellido Santos. Sí, nos referimos sobre Juan Santos Cruz, ex ministro de Medio Ambiente y Agua, quien presentó su carta de renuncia irrevocable al presidente Luis Arce Catacora debido a los bochornosos casos de corrupción en los que está involucrado junto a familiares y su entorno más próximo. Hoy se encuentra buscado por la justicia y se emitió una alerta migratoria para que no pueda salir del país. Tanto oficialistas como opositores reclaman su aprehensión para que sea sometido al proceso judicial correspondiente.

Sobre estas penosas situaciones conviene recordar las palabras de Antoni Gutiérrez-Rubi, reconocido asesor de comunicación política y de campañas electorales, quien afirma que la ejemplaridad y la coherencia en la vida privada son deseables, convenientes y que nos hacen mejores personas. El académico considera que en la vida pública (y en la responsabilidad política) ambas cualidades son exigibles y que además nos hacen ser mejores servidores públicos. Asimismo, y con mucha razón, cuestiona que ¿Puede alguien inmoral en la vida privada ser virtuoso en la pública, en la política? Difícil. Y cuando esto sucede, sentencia que el cinismo se apodera de los dirigentes políticos y la verdad acaba por resquebrajar la confianza y la credibilidad política.

Es cuestionable que autoridades electas o designadas estén involucradas en casos tan vergonzosos. Estas actitudes lamentables denigran a la noble tarea de la política y al desempeño de la función pública. La violencia y la corrupción en ambos casos deben ser investigadas, y si existieran responsabilidades las autoridades referidas deberán asumir defensa dentro del debido proceso. En todo caso, que ambos personajes políticos sean parte de estas tristes noticias deja mucho que desear.

Estamos seguros que la población esperaba más del heredero político de Felipe Quispe Huanca “El Mallku” gran líder popular y pensador indigenista. Por otro parte, Juan Santos Cruz, ex presidente de la Comisión de Justicia de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y adscrito al "ala renovadora" del partido gobernante, hoy investigado por corrupción, resulta penoso.

Como ciudadanas y ciudadanos no podemos permitir que estos hechos sean recurrentes y permitidos en la administración pública. Exijamos a nuestros políticos y políticas profesionalismo, transparencia y sobre todo un comportamiento digno y ejemplar.

Recordemos que el Estado Plurinacional de Bolivia asume y promueve como principios ético-morales de la sociedad plural al "ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso, ni seas ladrón). Cumplan.


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