Planificación institucional

Planificar es inventar un futuro a partir de una realidad presente. Planificar es definir fines, objetivos, metas/cantidades, tiempos, acciones/actividades a realizar, para resolver problemas y necesidades, para mejorar las condiciones – la situación en la que se encuentra una institución, en el caso de la educación, la institución educativa en general. “Planificar es imaginar una aventura inteligente contra el azar”.

Para definir un futuro es necesario tener pleno conocimiento del presente, tomando en cuenta que nada surge de la nada. Para lograr conocer esa realidad, ese estado presente, como quien dice, para conocer saber de qué adolece el enfermo, es necesario realizar un diagnóstico, de cada uno de los aspectos: físico: (edificaciones, mobiliario, laboratorio, aulas TIC, etc.); académico: protocolo docente-dicente, rendimiento educativo; recursos económicos disponibles y posibles; la calidad de relación social/humana y la participación de estudiantes, padres de familia, autoridades educativas, municipales y organizaciones sociales; lo propio en lo cultural. Todas estas percepciones deben ser confrontadas con parámetros establecidos como normales o deseables de los diferentes aspectos o áreas de una institución.

Decidida la realización de este diagnóstico (evaluación institucional) es apropiado aplicar la técnica FODA, misma que permitirá identificar/determinar las FORTALEZAS, OPORTUNIDADES, DEBILIDADES Y AMENAZAS que se avizoran hacia adelante en la institución, en la propensión de tomar las decisiones necesarias que velen por su buen desempeño, su mejoramiento y ponderable realización. Pues, de lo que se trata, al planificar, es de unir los tres elementos de la técnica de la planificación y los resultados que buscamos/tendremos: 1.- ¿Dónde estamos? o diagnóstico (muestra de la realidad actual). 2.- ¿Dónde queremos llegar?; es decir: ¿Cómo hacerlo, por dónde – cómo – cuándo - con qué y quienes lo harán? y, 3.- Punto donde queremos llegar, visión -  realidad a crear.

Ya entrados en el proceso de planificación (acción planificadora), conviene aplicar la metodología de talleres, con la participación de profesores, autoridades del medio, padres de familia, profesores y gobierno estudiantil (no más de 30 asistentes), para desarrollar cuatro talleres activo-participativos de planificación; en cada uno de estos eventos hay que trabajar con tarjetas  individuales; cada participante debe escribir su idea en no más de 5 palabras y exponer a todas las tarjetas en un papelógrafo, agrupándolas seguidamente por afinidad y dándoles a cada grupo un nombre, también en una tarjeta con no más de cinco palabras, lo que viene a denominarse las direcciones estratégicas.

Los cuatro talleres se denominan: 1.- Definición de la visión. 2.- Identificación de los obstáculos. 3.- Determinación de la manera de vencer los obstáculos. 4.- Ejecución de las tareas que superen a los obstáculos y se logre a la visión.

De esta manera se daría respuesta en cada taller de los tres a realizar a: 1.- ¿Qué queremos que sea nuestra institución educativa en los próximos cinco años? 2.- ¿Qué nos impide lograr nuestra visión? 3.- ¿Cuáles son las acciones prácticas que nos permitirán el logro de nuestra visión?, con lo que, se identificarían tres o cuatro direcciones estratégicas, mismas que agruparían las acciones a realizar (que, donde, cuando, como y quienes lo harán) en cada gestión para el logro de la visión definida.

Realizando así este proceso y técnica de planificación se motiva a los demás actores de la comunidad educativa a participar buscando lo mejor posible para bien de la educación de sus hijos, para bien del establecimiento educativo y para bien de la colectividad en general. La manera tradicional de elaborar e imponer un plan desde la dirección, hace que el saldo de los beneficiarios y usuarios no se sientan dueños del plan y por tanto poco o nada les interesa ejecutarlo. El trabajo poco democrático y participativo de algo que incumbe a todos en un determinado ámbito, empobrece la posibilidad de hacer lo mejor para bien de todos. Es plausible el trabajo de los directores, que realizan esta importante tarea de la que los más beneficiados son los estudiantes, presente y futuro de la patria.

El Director de la unidad educativa de Sella Méndez, me comentó que realizando una planificación institucional participativa logró una mejor asistencia y rendimiento educativo de los estudiantes que participaron en diferentes concursos deportivos, concurso de ajedrez e inclusive lograron la realización de un curso de robótica con el apoyo de la Universidad “Juan Misael Saracho”; que los exalumnos realizaron campeonatos de futbol y básquet inter promociones, concurso folclórico, una cabalgata, fiesta y además recaudaron fondos para instalar una aula TIC, que lo están haciendo en la presente gestión. Se siente sorprendido con la participación masiva de los padres de familia en tareas para la escuela. Esta es una muestra de la importancia de realizar una planificación participativa con la que se logra mejores resultados en el trabajo educativo, en la gestión escolar. 

 


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