Aprender a aprender es la primera tarea educativa 

“La competencia de aprender a aprender es fundamental para el aprendizaje permanente a lo largo de la vida y que tiene lugar en distintos contextos formales, no formales e informales, siendo cruciales la motivación y la confianza de la persona” (Ley de organización para la mejora de la calidad educativa: “LONCE”- España). 

Aprender a aprender constituye una de las competencias básicas del proceso educativo, toda vez que, se debe aprender a lo largo de toda la vida. Al ser que no únicamente se aprende en la escuela, es necesario que el estudiante aprenda a organizar su propio aprendizaje ya sea de manera individual o grupal; para ello, debe ubicar el tema y sus alcances de acuerdo al esquema que se defina o esté establecido, destinar el tiempo que crea necesario, elegir las fuentes de información, aprontar las herramientas tecnológicas a utilizar y los materiales a usar (internet, computadora, Tablet, celular, textos, etc.), definir la estrategia a seguir y echarle a andar con toda la motivación y entusiasmo de principio a fin, hasta el logro del objetivo o tarea establecida. 

Esta competencia de aprender a aprender requiere tomar consciencia de las necesidades y procesos del propio aprendizaje, de la identificación de las oportunidades disponibles, de la habilidad para superar los obstáculos, la búsqueda y utilización de una guía y la asimilación de nuevos conocimientos y habilidades. 

Aprender a aprender significa que el estudiante se comprometa a construir su propio conocimiento a parir de sus aprendizajes y experiencias vitales anteriores, con el fin de aplicar el conocimiento y las habilidades en los diferentes contextos: en casa, en el trabajo, en la escuela, donde quiera que se ofrezca. Para el logro de la mayor competencia personal es supremamente importante la motivación (el interés/la voluntad) y la confianza que se tenga en sí mismo. 

“El ser humano posee un cerebro “social” y aprende notablemente mejor en grupo que individualmente; (https://jcsoroa.blogspot.com › 2015/10) por lo que, es necesario ser consciente de este hecho para aprender a aprender, organizándose en diadas, triadas y grupos de aprendizaje; pero, además, es necesario considerar que en la época en que vivimos requerimos para vivir, de entornos colaborativos, del apoyo y cuidado mutuo, lo que debemos aprender a aprender teniendo en cuenta estas condiciones, sabiendo que hoy en día debemos, también, optar por aprendizajes virtuales en los que también es posible hacerlo, por la intercomunicación que se puede establecer/acordar entre aprendientes. 

En todo caso, para aprender a aprender, se requiere de una gran dosis de autoestima (quererse a sí mismo, saberse que se es capaz y se puede), valorar su auto concepto académico (estar seguro del conocimiento construido) y cada vez engendrar más motivación para sobreponerse a sus dificultades y fracasos, con aguerrida decisión tanto para aprender, como para aprender a aprender. 

Al aprender a aprender se estaría poniendo en manos del estudiante estrategias metodológicas que hagan que su aprendizaje sea sin límites; es decir no sólo sería lo que el profesor les transfiere de su mente en el modelo enseñante que tradicionalmente aún se aplica en nuestras escuelas en pleno siglo XXI, que viene desde el siglo XVIII, inclusive. 

Cuánto se instrumentaría esta estrategia de aprender a aprender en el proceso educativo, abriría el aula de clases a espacios ilimitados y, se aplicaría, además, el sistema de escuela a revés o aula invertida, para que los estudiantes pasen a ser constructores de su propio conocimiento y no simples repetidores (memoriones) de saberes ajenos; sería muy beneficioso para mejorar la calidad del aprendizaje y desde luego del rendimiento educativo. En la nueva escuela, en la escuela activa, en la escuela contemporánea, debería ser una consigna: aprender a aprender, sobre todo, en y desde los cursos superiores de educación regular. 

 


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