La educación es un arma de doble filo

Puede ser necesario recordar que la educación es un arma de doble filo; porque, puede servir para liberar o para sojuzgar; es decir, servir para que el hombre se forme para gozar de su libertad de pensamiento, de su libertad de sentimiento y de su libertad de actitud o acciones individuales, como un ser consciente de la necesidad imperiosa de vivir en sociedad y al amparo de las leyes y normas establecidas por la misma sociedad organizada, en diferentes eventos de trabajo voluntario; precisamente, para establecer la forma de organizarse, convivir en paz y concordia, respetándose mutuamente derechos y obligaciones por igual, como la forma de garantizarse bienestar, progreso constante y una meridiana felicidad.

Puede ser, como pudo ser, un arma para, groseramente y por ambiciones desmedidas y maldad, por: orígenes, discriminaciones socioeconómicas, raza, sexo, etc. etc. someter, como se lo hizo, a la esclavitud, al oprobio, al abuso desmedido; a la marginación de sus derechos humanos; a la violación de sus derechos y garantías ciudadanas en el caso de nuestro territorio desde, inclusive, el Imperio Incaico, donde según la historia, se educaba a los que gobernarían discriminando a quienes serían la servidumbre y con mayor crueldad y agudeza cuando fuimos colonizados por la mal llamada madre tierra, España. 

Con la llegada de los criollos y mestizos colonizadores afloró mayor crueldad, desprecio y hasta odio, sumado a la marginación casi absoluta; la educación consistió más que todo a culturizar al supuesto estudiante, inclusive en las escuelas pitanzas, en las que los padres de familia que decidían que sus hijos asistan a las escuelas, compensaban sus servicios de los maestros, con víveres. 

Con la revolución de abril de 1952, por su inspiración popular y sobre todo campesina, que constituyó su centro de acciones, unido a la Ley de la Reforma Agraria, que no fue sino, la parcelación y distribución de la tierra, se expandieron las escuelas de alrededor de 6 mil a 10 mil trabajadores docentes. El 20 de enero de 1.955 se instituyó el Código de la Educación Boliviana que dio pie a la masificación de la educación. El grave delito cometido fue la improvisación de maestros; pues se abrieron escuelas sin contar con los maestros necesarios y se aprovechó la oportunidad para convertir a los activistas del M.N.R. en profesores; con lo que, la educación como tal, se descalificó y quedó atrapada por el interinato docente, por muchas décadas, mientras vivieron estos nóveles maestros.

El interinato/improvisación docente recién se lo erradicó a fines de los años 90, cuando con programas de educación A Distancia implementados por el ISER., con el apoyo técnico y financiero del ICI (Instituto de Cooperación Iberoamericana) y la gestión de los organismos sindicales docentes del país, que activaron este propósito en la línea de mejorar la calidad y la eficiencia de la educación.

Fueron muchos los intentos de los diferentes gobiernos de turno de antes y después del CODIGO DE EDUCCION BOLIVIANA que pretendieron imponer su modelo educativo como el de la Revolución Restauradora de gobierno militar del Gral. Barrientos Ortuño que, por la huelga general indefinida por un sueldo básico de 470 Bs., en septiembre de 1.968 clausuró el año escolar con pase automático y nos destituyó a la totalidad de maestros urbanos o rurales imponiendo la contra reforma, como se la conoce, y, nos obligó a los maestros a reinscribirnos; pero, sin categorías, las mismas que recién fueron recuperadas durante el gobierno del Gral. Ovando Candia, cuando logramos que se crearan las categorías 0 y al Mérito hasta hoy existentes. Con el gobierno de Sánchez de Lozada, Ley 1565 del 7 de julio de 1994, se gastó mucho dinero, pero al no haber participado todos los actores e intervinientes de la educación, no fue posible su implementación.

En 1969 se realizaron congresos pedagógicos departamentales e inclusive nacional con la participación de toda la sociedad civil y el magisterio organizado; pero, sus conclusiones no se tomaron en cuenta para nada. El 10 de diciembre 2010 se impone la Ley 070 Avelino Siñani-Elizardo Pérez, misma que no ha sido aún evaluada ni tampoco se realizó congreso alguno, que hoy es exigido por el magisterio sindicalizado.

Si “el mejor maestro es el último error que se comete”, más, al tratarse de la formación del capital humano, debemos tomar en cuenta las anteriores experiencias y errores, para no volverlos a cometer y sobre todo en la primera y más alta función del Estado (educar a todos los bolivianos/as sin discriminación de ningún tipo), aplicando una educación de calidad para todos y para toda la vida como reza la resolución del I Encuentro Mundial de Educación de Calidad para Todos (ECPT) realizado en Jomtien; Tailandia, 5 - 9 de marzo de 1990. “La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo” (Mandela), lo que viene siendo demostrado por los países que están en el top 10 en el planeta tierra; cambiémosla para bien de todos y para el progreso constante de nuestra amada Bolivia. Urge realizar El Congreso de Educación que propone el magisterio organizado de Bolivia.


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