Reservas Internacionales Netas, un globo que nos cuesta inflar
Un análisis rápido, de enero a junio 2022, las exportaciones acumuladas de Bolivia sumaron un total de $us. 7.012 millones, mientras que las importaciones llegaron a un monto de $us. 5.792 millones, pero, en comparación con el mismo periodo del 2021, las primeras se incrementaron en 38% y las segundas en 39%, es decir las importaciones tuvieron un mayor crecimiento comparando ambos periodos, un primer indicador de la “salida de nuestras divisas”. Si hacemos una evaluación de este año, de enero a junio 2022, las exportaciones crecieron en un 31%, sin embargo, durante el mismo periodo, las importaciones lo hicieron en un 54%; nuevamente las importaciones demostraron un mayor dinamismo comercial, lo cual también significa mayores egresos de divisas y por consecuencia un decrecimiento de nuestras RIN.
Si bien por categorías economías tenemos acumulados superávits comerciales, durante enero a junio de 2022, en “alimentos y bebidas” y “suministros industriales”, en todas las demás presentamos déficits, como por ejemplo en “bienes de capital”, “artículos de consumos”, otros. Esto refleja que a pesar de los esfuerzos gubernamentales, nuestra economía dista mucho de ser autosuficiente en lo que consume, ya que aproximadamente un 70% del consumo total del país, ya sea de las familias, empresas o de los diferentes niveles de gobierno, son productos extranjeros, legales o ilegales; esto último se evidencia en el masiva compra y comercialización de productos de contrabando, ya que hay muchos artículos que no producimos nacionalmente, pero sobre todo a que están muy baratos por nuestro tipo de cambio fijo y las devaluaciones de países vecinos, sobre todo de la Argentina.
Si nos vamos al sector hidrocarburífero, de enero a junio 2022, hemos exportado un valor de $us. 1.428,1 millones en gas natural, pero hemos importado $us. 1.772,5 millones en carburantes, diésel y gasolina, es decir igualmente tenemos un déficit de $us. 344,4 millones; es decir las importaciones han crecido en un 143% pero las exportaciones apenas en un 35% en el sector de hidrocarburos comparando con el mismo periodo de la gestión 2021.
Otra fuente importante de ingresos para nuestras RIN, son las “Remesas Extranjeras”, las cuales llegaron el 2021 a $us. 724 millones, un 5,9% mayores al anterior año, siendo España, Chile y EE. UU. los países de donde nuestros compatriotas mandan mas dinero a sus familias en Bolivia. Igualmente, la “Inversión Extranjera Directa” genera mayor volumen en las RIN, por ejemplo, durante el 2020-2021, la IEDN creció en un 153% y la IEDB en 535%; obviamente, estos incrementos extraordinarios fueron como consecuencia que el 2020, año terrible para nuestra economía, la inversión de extranjeros fue muy baja por la pandemia y a las restricciones comerciales tanto locales como internacionales.
Veamos que paso con otras corrientes que alimentan nuestras RIN. La Deuda Externa Pública a mediano y largo plazo creció en 7% durante el 2020-2021, representando, según el BCB, un 31,2% del PIB de la gestión pasada. La Deuda Externa Privada de Bolivia, durante el mismo periodo, se incrementó en un 6%; según el “Reporte de Deuda Externa Privada Gestión 2021”, la misma representó un 5,3% del PIB del 2021.
Pero veamos cual fue el comportamiento de nuestras RIN, según datos del BCB, de diciembre de 2021 a diciembre de 2021, las mismas decrecieron en un 10%; según su último informe de estadística semanal, del 12 de agosto, de enero hasta la fecha las mismas se redujeron en un 4%. De los $us. 4.303 millones, actualmente, un 29% son divisas y un 58% son oro, estando aun dentro de los márgenes recomendables y necesarios para cubrir nuestras importaciones. Pero la gran pregunta es, si al parecer todas las fuentes que fortalecen las RIN han crecido últimamente, ¿porque nuestras RIN siguen achicándose?
Debido a todo lo anterior, nuestras RIN no están creciendo como se esperaba, ya que como se observó, el ritmo de salida de divisas, por importaciones, es más grande y acelerado que la entrada vía exportaciones; es decir los superávits comerciales no son tan grandes aún para generar un flujo continuo y estable para inflar nuestras reservas. Otro motivo sería el pago de nuestra “deuda externa”, tanto en capital e intereses, por prestamos hechos para luchar contra la pandemia y reactivar la economía, en sus diferentes rubros y sectores, tanto privada como pública, lo cual también genera salida de divisas y disminución por ende de las RIN. Hay que recordar que el 2021 se devolvió un préstamo de $us 327 millones al FMI, por el cual pagamos, de arriba, $us. 24 millones, entre intereses y comisiones; es decir, hubo políticas públicas que no ayudaron a recuperar nuestras RIN durante estos últimos años.
Sin duda, es un hecho que las “remesas extranjeras”, otra fuente importante de las RIN, han caído este año, por ejemplo, de EE. UU., debido a la elevación del costo de vida por la inflación, misma que en julio fue del 8,5% interanual, y a que en su segundo trimestre presento un decrecimiento económico interanual del 0,9%. Es decir, los bolivianos que radican allá tendrán seguramente menores ingresos, menos posibilidades de ahorro y por lo tanto una capacidad más pequeña de enviar sus excedentes hacia nuestro país.
Otra fuente que fortalece y hace crecer las RIN, es la “inversión extranjera directa”, misma que no tiene un ritmo de crecimiento como se esperaba después de la pandemia, tanto por la coyuntura internacional, pero también a ciertas medidas gubernamentales que de cierta manera “ahuyentan” a que vengan capitales del exterior; este el caso de los laudos arbitrales, que al ejecutarse son mala señal de seguridad jurídica y económica para los capitales foráneos. Pero, además, hemos ya perdido por esos procesos judiciales internacionales más de 700 millones de dólares, lo cual también significa un flujo de salida de divisas. Todo lo anterior explicaría por qué nuestras RIN no crecieron como se esperaba, ya que no solo dependen de las exportaciones, sino también de un equilibrio con los demás factores o elementos citados.
Otra posible causa, aunque no es muy medible, es la fuga de divisas hacia otros países donde es caro o es muy difícil adquirir dólares americanos; igualmente indican que el crecimiento del contrabando y el comercio informal con la Argentina hace que se reduzcan nuestras RIN, cosa que es cuestionable. Lo real, es que su moneda se ha devaluado cercal al 25%, este año, respecto al dólar; por su suerte, su inflación, del 71% interanual, frena en algo un mayor consumo masivo de sus productos en nuestro país.
*es presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija