448 años de tarija, radiografía económica ¿realmente crecimos?

Tarija, el 2014, tenía una tasa de crecimiento económico del 4,98%, pero con la caída de las materias primas y energías en el mercado internacional, incluidas el petrolero y el gas natural, los precios de venta no eran de los óptimos, lo cual provoco, en primera instancia, que la economía departamental entre en un franco proceso de contracción; esto fue también acompañado por la declinación en la producción de gas natural, cerca del 43% durante el 2014-2021. Pero es proceso de recesión económica no solo es producto del contexto mundial o por el agotamiento de las reservas gasíferas, sino también por inadecuada administración pública (de los más de $us. 50 mil millones generados por venta de gas natural), tanto a nivel local como nacional, para diversificar nuestra economía y establecer un modelo de desarrollo, a largo plazo, fuera de la dependencia de la renta petrolera; es decir, no se implementaron políticas, programas, proyectos u obras de alto impacto en empleo e ingresos sostenibles y autosuficientes, ya sea por el gobierno nacional como departamental, abocándose, aún hasta a la fecha, a un modelo económico primario exportador, con generación casi nula de valor agregado y muy dependiente de los ingresos fiscales, sobre todo del IHD y de las regalías hidrocarburíferas, las cuales, durante el 2014-2021, cayeron en un 66% y 85% respectivamente.

La pandemia llego el 2020, junto con sus efectos negativos, lo cual provocó la histórica cifra de 10,59% de decrecimiento económico, sumiéndonos en una crisis integral a todo el departamento; sin embargo, de acuerdo al INE, el 2021, Tarija presenta una increíble recuperación económica, teniendo la gestión pasada, un crecimiento del 2,53%, es decir, en un año creció en 13,12 puntos porcentuales, lo cual “se explicaría” por la notable mejoría de sectores tales como la construcción con 18,90%, transporte, almacenamiento y comunicaciones con 12,38%, electricidad, gas y agua con 5,94% y servicios comunales, sociales, personales y domésticos con 4,37%. Obviamente, cualquier cifra comparativa respecto al 2020 va a arrojar datos positivos, por ej. Potosí creció en un 15,70% y Oruro en 14,42%, siendo los de mayor tasa de crecimiento económico respecto a la anterior gestión.

¿Pero a que se debió que el país tenga esa recuperación? De manera resumida, se debe tomar en cuenta que la economía mundial como nacional, el 2021, tenían que recuperarse, si o si, por la apertura de los mercados, menores restricciones gubernamentales, políticas keynesianas expansivas en gasto público, ayudas sociales a grupos vulnerables y de bajos ingresos; en síntesis, se incentivó el gasto y consumo de los públicos, privados y las familias, algo que ahora estamos pagando con un proceso inflacionario y una importante deuda pública, pero esto, por ahora, es harina de otro costal.

Algo que, si es real, es que el PIB nominal de Tarija, durante el 2014-2021, descendió en un 41%, pero los departamentos que presentaron un mayor decrecimiento fueron Potosí (52%) y Beni (47%); Bolivia, mientras tanto, en su conjunto, subió en un 22% durante este mismo periodo. En otro posterior artículo, vamos a analizar detalladamente cuales serían las razones o políticas que hicieron que el país como cada uno de sus departamentos, pasen de cifras negativas importantes a una recuperación tan rápida y elevada, en tan poco tiempo, inclusive superando los pronósticos de organismos internacionales.

Otro punto que destacar es que la participación de Tarija, en el PIB nacional, en el año 2014 era del 13,69%, el 2021 paso a 6,62%, es decir se redujo en un 52%; aunque las economías del eje central, durante este periodo, no tuvieron un crecimiento económico importante, por lo tanto, su aporte a la economía nacional tampoco se incrementó mucho. Lo que paso, es que la economía de Tarija se contrajo o se achico durante esos años, porque el 2014 nuestro departamento estaba más cerca de Cochabamba, respecto a la contribución nacional, y actualmente está más cerca de Potosí; a pesar de eso sigue siendo la 4ta economía que aporta al país, sin embargo, su participación y peso ahora está más cerca al grupo de los departamentos con menos desarrollo, es decir las brechas se agrandaron más respecto a las economías más prósperas de Bolivia.

Según datos del INE, a precios corrientes, el sector hidrocarburífero de Tarija, el 2014 representaba el 35,84% del PIB departamental, el 2021 su aporte solo representaba el 26,36%, en cambio los servicios de administración pública, pasaron de contribuir de 5,9% a 16,3%, o sea a una tasa de crecimiento del 173%; lo que significa que lo que más creció en estos años fue el sector económico dependiente del Estado, caso contrario se redujo el sector privado, lo cual se traduce en el aporte pequeño de los demás rubros, ya que por ej. la industrias manufactureras representan un 4,64%, construcción 3,60%, comercio 3,51,%, restaurantes y hoteles 1,11% del PIB 2021.

Lo anteriormente detallado, explica porque el PIB de Tarija, durante el 2014-2021 cayó en un 41%, el PIB per cápita en un 48% y la población departamental apenas creció en un 13%, incluidas las migraciones hacia nuestra región. El hecho es simple, si nuestra economía es tan dependiente de un solo sector productivo, si cae el mismo, se cae todo; más aún si tenemos una economía tan poco diversificada, con el simple hecho de indicar que el 98%, en promedio, de nuestras exportaciones, es gas natural, con ese dato se dice todo.

Finalmente, una economía que decrece año a año es una economía que produce menos, y por ende genera también menos posibilidades de empleo e ingresos sostenibles para sus habitantes; si bien este 2021 las incidencias de pobreza y extrema pobreza se redujeron respecto al 2020, hay que denotar que durante el 2014-2021 la población pobre creció en un 41% y la extremadamente pobre en un 22%.

Recientemente participamos de la “Cumbre para la reactivación económica del Departamento de Tarija”, donde no solo se hicieron diagnósticos como este, sino también planteamientos y propuestas tangibles y sostenibles de varios sectores económicos y productivos a nivel departamental con el único objetivo de salir de esta crisis a corto plazo, para luego, a largo plazo establecer un modelo económico diversificado y no tan dependiente del gas natural. Esto recién empieza, no será fácil, pero nada es imposible, ¡esta lucha, es tarea de todos!


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