Economía del conocimiento

Las lecturas de esta columna de opinión están dirigidas a educación; pero, al no poder dejar de considerar el conocimiento como producto de la educación, eje vertebral de la economía, intento presentar un pantallazo del tema en cuestión, en base a la investigación a la que estoy abocado en mi vida de maestro rural en retiro.  

Entonces pues, la economía del conocimiento es el conjunto de actividades económicas que requieren un intensivo aporte del conocimiento humano para generar valor y ofrecer a la sociedad nuevos productos y servicios, que pueden ser aprovechados por todas las ramas de la producción. Algunas de ellas son la industria del software, producción o postproducción audiovisual, biotecnología, servicios geológicos y de prospección, servicios relacionados con la electrónica y las comunicaciones, servicios profesionales, nanotecnología y nanociencia, industria aeroespacial y satelital o tecnologías espaciales y mucho más.

La economía es la ciencia social que estudia cómo las familias, empresas y gobiernos organizan los recursos disponibles que suelen ser escasos, para satisfacer las diferentes necesidades y así tener un mayor bienestar y, “la educación es el eje vertebral y director que nos permite avanzar desde la llamada sociedad de la información hacia una sociedad del conocimiento más justa y democrática; de ahí que la formación permanente y el logro de la independencia cognoscitiva debieran estar entre sus objetivos centrales” (Paur, Alicia Beatriz/Rosanigo Zuelema Beatriz/Bramati, Pedro, La educación en la sociedad del conocimiento).

En la nueva economía, el conocimiento pasa a ser un recurso tan significativo o incluso más que el capital y la mano de obra (Drucker, 1993). La llamada economía del conocimiento otorga una gran importancia a la generación, difusión y uso de información y conocimiento en las organizaciones.  

Ahora bien, educar es desarrollar las facultades intelectuales, morales y afectivas de una persona, de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenece, o también es proporcionar conocimientos y habilidades a una persona para darle una determinada formación (especialidad – experticia).

El ser humano debe producir su sustento económico; para contar con los recursos y medios necesarios para subsistir, o sea para satisfacer sus necesidades de alimentación, salud, vestimenta, vivienda, educación, trabajo, producción, mejor esperanza de vida y acceso a los recursos necesarios para contar con un nivel de vida digno; para lo que es imprescindible la acumulación y desarrollo de conocimientos (la educación).  

Educarse, formarse, obtener la información necesaria, asimilarla, transformarla, aplicarla y siempre mejorarla o superarla, es una constante a lo largo de la vida; este debe ser un proceso de ampliación de las opciones y capacidades de las personas para el logro de su plena realización, sabiendo aprovechar el uso óptimo de sus talentos.  

Un capital humano altamente calificado es el aliado perfecto de la economía, misma que impacta en todos los sectores de la sociedad, mejorando procesos, aumentando la eficiencia, bajando costos, generando innovación y usando intensivamente, tecnología apropiada. Cuando más completo, más amplio y más alto sea el nivel de educación que la persona tenga, será más capaz de generarse mejor nivel y calidad de vida. 

Los tiempos en lo que bastaba tener tierras y contar con 20 o 30 peones (pagándoles un pírrico jornal para que trabajen a pico, pala, hacha y machete) para ser ricos, quedaron muy atrás y hoy, con la cada vez más creciente tecnología, se requieren recursos humanos bien calificados en conocimientos académicos, científicos, técnicos, artísticos y tecnológicos; con valores destrezas y capacidades; con competencias para analizar, sintetizar, resolver problemas, tomar decisiones, manejar información, cuidarse y cuidar el medio ambiente; que sepan comunicarse y negociar; que tengan actitudes y comportamientos de tolerancia a la diversidad, capacidad de trabajar en equipo y adaptarse a las circunstancias; como es el concepto que asumen los tres foros mundiales respecto a la educación al amparo del objetivo No 4 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, que dice: “Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos-Educación 2030”.  

En la actualidad está demostrado que los países que invierten, y no sólo gastan, dinero en educación, están ubicados entre los 10 tops del mundo tanto en educación como en economía y los que bajaron su nivel en educación también vienen bajando su situación económica a situaciones desesperantes, con lo que queda probado que la educación en el siglo XXI, es la base de la economía.  


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