Pedagogía del éxito

La Pedagogía es la ciencia que estudia la metodología y las técnicas que se aplican a la educación en niños y adolescentes. Éxito es el resultado positivo de una acción/actividad humana y, para lograrlo se debe cumplir a cabalidad protocolos definidos, técnicas normadas y el uso de las herramientas necesarias (medios tecnológicos). 

Educarse por educarse no es igual a educarse para el éxito; para ser excelente persona; es decir, para ser persona que exceda lo común. Para conseguir el éxito se requiere una fuerte y sólida disposición intelectual capaz de convertir esfuerzos en éxitos; para ello las personas debemos tenernos mucho amor propio, valorarnos y darnos importancia (tenernos alta autoestima); tener bien definido la presea que queremos alcanzar o que - cuanto queremos ser. Debemos ser conscientes que todos vinimos a este mundo con alguna misión, misma que la debemos identificar como vocación/aspiración y esmerarnos por cumplirla.

También es necesario conseguir que los estudiantes sean personas respetuosas con los demás y respetados por los demás, con un profundo sentido democrático y solidario; con una esmerada competencia en la construcción de sus conocimientos (aprendizajes) de manera autónoma y, en consecuencia, para su desempeño laboral.

Si con la educación remota/común se logra adquirir capacidades, destrezas y competencias; pues, aplicando la pedagogía del éxito, lograremos un significativo plus, porque seremos mejores estudiantes y luego profesionales más competentes, más productivos y más exitosos. Nuestra reputación será mayor, seremos capaces de tomar mejores decisiones y resolver con gran ventaja nuestras necesidades, problemas y conflictos, inclusive, como sociedad.

Los protocolos colaborativos/cooperativos e interactivos entre profesor y estudiantes, característica de la Pedagogía Moderna que surge en el siglo XIX y revolucionó los conceptos educativos son plasmados por la Pedagogía del Éxito. La Pedagogía Moderna se proponía una enseñanza en un entorno al aire libre, que avance al ritmo propio de los estudiantes y no al ritmo del profesor y preponderó las metodologías activo participativas, liberándose del uso casi único de la tecnología ltp (lengua tiza y pizarrón). Jan Amos Komensky fue básicamente el autor de la Pedagogía Moderna.

Embarcados en la pedagogía del éxito los estudiantes desarrollarían el carácter positivo, optimista, la esperanza y seguridad de su capacidad y consiguiente éxito en lo que fuere su inclinación, su inteligencia y su vocación.

Si los tres principales derechos del ser humano son la prosperidad, la paz y la felicidad, por ser seres biológicos, psicológicos y espirituales, todos necesitamos lograr un desarrollo personal integral, producir nuestro progreso y bienestar material y vivir plenamente nuestra satisfacción espiritual y felicidad. 

Si la educación en los hechos debe integrar lo cognitivo y lo afectivo con la acción o sea desarrollar competencias duras y habilidades blandas (ciencia y valores), para el logro de estas competencias, en los dicentes, el profesor debe actuar como el entrenador de una disciplina deportiva cualquiera, en la que su rol es demostrar, orientar activar lo que debe hacer su pupilo y como lo debe hacer;  pero, no es el que hace lo que cada sujeto (estudiante) debe hacer al educarse en la pluralidad de opciones; pluralidad abierta a todo nuevo camino y al diálogo con todos.

La Pedagogía del éxito precisa de una gran dosis de disposición intelectual unánime entre padres de familia, estudiantes y profesores; entendiendo como disposición intelectual la motivación o carga intencional/entusiasmo, la inquietud, el interés, voluntad, dedicación, responsabilidad que cada estudiante, cada maestro y cada padre de familia brinde a la tarea educativa. Cuando exista muy buena disposición de todos los actores del proceso educativo, cuando todos estén muy motivados y participen con vivo interés en lo que debe ser un excelente rendimiento escolar; se podrá asegurar, sin duda alguna, el éxito como la mejor retribución, no sólo para el estudiante, sino a todos. 

En la línea de generar un ambiente - un clima educativo de plena aplicación de la Pedagogía del Éxito, es necesario que todos sus actores dejen de tener miedo a lo que pueda salir mal y entusiasmarse más por lo que puede salir bien/deba salir bien; se debe “competir contra sí mismo y no contra otros” (Sophia Amoruso) y se debe aplicar la máxima: “Ser hoy mejor que ayer y mañana mejor que hoy como el gran objetivo de la vida” hasta el logro del éxito; no bajar las manos hasta no obtener la presea fijada.


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