Eventos extremos

Cuando el sexto reporte del Panel de Expertos del Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) señalaba,  en agosto último, con claridad meridiana, que el cambio climático generará impactos relevantes sobre los eventos extremos, no se equivocaba, toda vez que ahora estamos viviendo sus efectos a nivel de grandes lluvias e inundaciones, con perdidas humanas y materiales considerables que se empiezan a sentir.

Es muy probable que estos impactos sean aun mayores debido a que nos encontramos pasando por el fenómeno de La Niña de nivel alto (según reporte del National Weather Service - NOAA de los Estados Unidos) el mismo que continuará hasta el primer trimestre de 2022.

Las lluvias intensas en todas las zonas del país están provocando inundaciones importantes en las zonas bajas que genera perdidas importantes a nivel de la agricultura y ganadería, especialmente aquella de subsistencia que repercute sobre las familias más vulnerables. Las ciudades están sintiendo el impacto sobre su infraestructura y los servicios vitales.

Normalmente cuando se evidencia la presencia de estos eventos,  los cuales se predijeron con anterioridad, todas las entidades territoriales (municipios y gobernaciones) debieron activar sus planes de contingencia como medida de prevención de riesgos de desastres, sin embargo esto parece no suceder.

Si bien el SENAMHI ha mejorado mucho en sus sistemas de predicción, estos son de muy corto plazo, por lo que sistemas de análisis preventivos de mediano y largo  plazo se hace indispensable.

El cambio climático exacerbara en intensidad  duración y frecuencia, los fenómenos de variabilidad climatica, es un dato que lo conocemos desde las ultimas décadas y ya no debería sorprendernos, sino por el contrario encontrarnos preparados. Ello sólo se conseguirá impulsando acciones que deriven en reducir las vulnerabilidades de las comunidades y municipios y construyendo la resiliencia climática.

El país está atravesando por un proceso de recuperación económica el cual se pone en riesgo por la pandemia de COVID 19 en su potencial cuarta ola, ahora esto se puede complicar con los impactos de los eventos extremos.


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