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IDH tarijeño, 15 años. ¿En qué se “gastaron” los casi 11 mil millones de bolivianos?

Hace un tiempo atrás, hay un conflicto departamental, originado por la Región Autónoma del Chaco, la cual exige el 45% del IDH que recibe mes a mes el departamento de Tarija; sin embargo, las demás provincias productoras de hidrocarburos ven esta petición como un sin sentido “legal y técnico”, ya que esta región hace años recibe el 45% de las regalías hidrocarburíferas, mismas que llegan directamente a sus arcas, y ahora pretende acaparar un porcentaje de estos ingresos siendo que no son el único productor y que, además, por años se han beneficiado de inmensos recursos que no supo aprovechar para su desarrollo regional.

Durante el periodo comprendido entre los años 2006 y 2021, el total de ingresos que recibió Bolivia, por la venta de gas natural a Brasil y Argentina, ascendió a $us. 49.530 millones, de los cuales, $us. 32.759 millones (66%) corresponden a Brasil y $us. 16.770 millones (44%) a Argentina; si de aquí sacamos el IDH (32%), solo del gas natural, el país recibió en estos años un monto aproximado de $us. 15.849,60 millones, cifra que sería más grande si consideramos el valor de producción de los otros hidrocarburos.

Entre enero-octubre de 2021, Bolivia exportó un total de 33,63 millones de metros cúbicos por día (mm3d) de gas natural a Brasil y Argentina, por un monto de 1.853 millones de dólares, cantidades mucho más pequeñas en comparación con la era dorada de años anteriores. Sin embargo, es importante destacar que, en el anterior periodo, entre 1990-2005, es decir “pre-nacionalización”, el ingreso promedio que recibía el país era de 157 millones de dólares al año por la venta de este hidrocarburo; desde el 2006 hasta la fecha, este ingreso promedio subió a 1.548 millones de dólares por año, un incremento del 886% si comparamos ambos promedios. Durante la presente gestión, hasta octubre, los ingresos por exportación de gas natural llegaron a 1.853 millones de dólares, cifra que supera ampliamente al promedio de la era de “nacionalización hidrocarburífera”, periodo 2006-2021.

Pero hagamos un análisis detallado y pormenorizado de las regalías hidrocarburíferas y sobre todo del IDH, “la manzana de la discordia”, que recibió todos estos años el departamento de Tarija. Según datos del Ministerio de Economía y Finanzas Publicas, nuestra región recibió el 2006, año de la nacionalización de los hidrocarburos, un monto de Bs. 1.569 millones, el año 2014, el de mayores ingresos por venta de hidrocarburos, recibió Bs. 5.499 millones, finalmente el año 2020 apenas le llegaron Bs. 1.972 millones. Nuestra Tarija, durante el periodo del 2006 a 2020, por Regalías Hidrocarburíferas y Transferencias a Gobiernos Autónomos y Universidades, recibió un valor total de Bs. 44.594 millones, es decir $us. 6.407 millones; un promedio anual de Bs. 2.973 millones durante estos 15 años. Por la recesión económica nacional debido sobre todo a la caída del mercado de hidrocarburos a nivel internacional, tanto en volúmenes y precios de comercialización, del año 2014 al 2020 estos ingresos cayeron en un 64%. Otros datos interesantes es que el 2014, del 100% de lo recibido y trasferido por el Gobierno Nacional, el 72% le correspondió a la Gobernación Autónomo de Tarija, el 23% a los Gobiernos Autónomos Municipales y 5% a la Universidad Autónoma; en cambio este pasado 2020, a la Gobernación le toco un 35%, a los municipios de Tarija un 31% y a la Universidad apenas un 11%. Estos datos muestran claramente que durante este periodo, 2014-2020, hubo un caída importante de recursos que recibieron las instituciones dependientes o muy dependientes de la renta hidrocarburífera, lo cual no solo afecto a las finanzas del sector público, sino también a las del privado, ya que nuestro departamento tiene su economía muy pero muy poco diversificada y además extremadamente dependiente de la venta del gas natural; en resumen, todo esto, más la llegada nefasta de la pandemia a nuestro territorio, trajo una de las contracciones económicas mas fuertes de la historia moderna del departamento.

Hilando más fino, la Gobernación de Tarija, recibió, entre regalías, IDH e IEHD, el 2006 un monto de Bs. 1.569 millones, Bs. 3.983 millones el 2014 y el 2020 apenas Bs. 683 millones; denotando un decrecimiento de estos ingresos del 83% durante el periodo 2014-200. Respecto al famoso IDH, la Gobernación recibió durante el 2006 al 2020 un valor de Bs. 2.737 millones, con un IDH promedio anual de Bs. 182 millones; pero observando el detalle, el 2006 el IDH recibido fue de Bs. 250 millones, el 2014 de Bs. 317 millones y el 2020 de Bs. 107 millones, con una caída del 66% en estos últimos 7 años.

En el caso de los Gobiernos Municipales, durante el 2006-2020, recibieron un IDH por Bs. 6.350 millones, con un promedio de Bs. 423 millones por año; el 2006 recibieron apenas Bs. 152 millones, el 2014 la gran suma de Bs. 870 millones y el pasado 2020 apenas un IDH de Bs. 32 millones; en donde se evidencia una declinación del 63% durante el 2014-2020. Respecto a la Universidad, este fenómeno no fue diferente, sin embargo, durante estos últimos 15 años a la misma le llego por IDH un monto de Bs. 855 millones, con un promedio anual de Bs. 57 millones; sin embargo, como se explicó anteriormente, del 2014 al 2020 estos ingresos cayeron en un 66%.

Ahora analicemos a los “algo ambiciosos” amigos chaqueños, que durante el 2001 al 2021 recibieron un monto, por “regalías hidrocarburíferas”, de Bs. 13.382 millones, unos $us. 1.923 millones; durante el periodo de post nacionalización de hidrocarburos, 2006-2021, obtuvieron un “IDH jugoso” de Bs. 783 millones, unos $us. 112 millones aproximadamente. Si sumamos ambos ingresos, la Provincia Gran Chaco, ahora Región Autónoma del Chaco, recibió durante todos estos años casi unos $us. 2.035 millones. Las preguntas del millón ¿Qué hicieron con tanto dinero? ¿Aprovecharon estos recursos para su desarrollo regional? ¿Tienen derecho legitimo pedir mas ingresos siendo que dejaron ser la cuna del gas boliviano?

Debemos conciliar cuentas, sin dudas, hacer un pacto fiscal, pero sobre la base del consenso, el diálogo y la sensatez fuera de la política, no es momento de pelear por “migajas” y menos desear el “plato del vecino”. Es hora de luchar por una “ley de hidrocarburos”, que realmente redistribuya equitativamente los recursos generados, beneficiando realmente a nuestro departamento y así lograr el anhelado desarrollo de Tarija.

 


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