La educación, un instrumento de liberación

Que la educación es el aparato ideológico del Estado, que la educación es un instrumento de liberación, que la educación es una arma de doble filo, que hubo una educación insurreccional, que puede haber una educación comprometida, que hubo una educación neutra, que hay una educación pasiva, que hay una educación activo participativa, que hay una educación enajenante, que la educación puede ser adoctrinante/indoctrinante y que la educación es la vanguardia de la tecnología; ya lo dijimos en anteriores escritos. También nos referimos al eslogan de una educación de castas, a una educación de masas. Ahora, la curiosidad es saber ¿En Bolivia, a cuál estamos jugando?

Esta es la pregunta del millón; porque, todos los gobiernos a su turno, propusieron que era para hacer la revolución, para liberar a la población; pero todos terminaron liberándonos del otro para someternos ante sí, ante el nuevo yugo y sus intereses con lo que creen.

Desde la antigüedad, la educación ha sido considerada un importante instrumento en la configuración del ser humano para hacer de él un ser mejor y más pleno; pero, lo que se hizo más que nada fue formar un ser al servicio de intereses, de dogmas, de esbirros, de mezquinos intereses económicos creados bajo la pantalla de crear mejores personas. 

¿A qué se va a la escuela? - a aprender a leer y escribir para dejar de ser analfabeto - es la respuesta más simple y común. 

En general se ha neutralizado la esencia misma del propósito de la educación, definido en la trilogía axiológica: liberar el pensamiento, liberar el sentimiento y liberar la actitud del ser humano. 

La educación debería ser profunda y altamente humanizante, absolutamente liberadora; entendida como la acción de hacer al hombre más humano, más gente. Es decir, sacarlo de una situación penosa o dolorosa, sacarlo de la pobreza, del marginamiento e inequidad económica y social. La persona humana es un proyecto sin acabar; porque, el ser humano nunca termina de aprender, es un ser en constante cambio y para ello debe ser un activo y muy participativo estudiante en la escuela de la vida. 

 “Otro rasgo fundamental de una verdadera pedagogía liberadora, es el de fomentar en el sujeto  un pensamiento crítico, incentivándole a asumir una actitud cuestionadora de la realidad en la que está inmerso.  En este sentido, la educación adquiere el papel de instrumento político, en tanto que se constituye en la herramienta idónea de renovación y transformación de los seres humanos y de la sociedad en la que viven” (Harold Soberanis).  

Educar no debe ser domesticar, conformar rebaños de borregos, de personas obedientes, disciplinados y sumisos; debe ser encender el motor de su cerebro, activar el palpitar de su corazón, para usarlo a plenitud, llenándolo de luces, de amor y de una visión de largo alcance; debe ser ponerles alas a los estudiantes, para que vuelen y descubran cuanto más puedan del universo; puedan inventar futuros para bien suyo y para bien de la humanidad y no al revés, para que destruyan lo que con tanto sacrificio se hizo. 

No debemos educar seres humanos para la reproducción de la pobreza, sino para que puedan jugársela por hacer del lugar donde vivimos el paraíso. Yo creo que a eso nos trajo Dios y lo que debemos hacer en primer lugar, es identificar cual es la misión que tenemos, y esmerarnos por realizarla (tener un proyecto de vida). 

Si los seres humanos nos educamos, estudiamos, formamos en carácter, con principios y valores para constituir una sociedad viocéntrica en la que el alma misma, el corazón de la vida, sea la vida misma y no la muerte en ninguna dimensión, por ninguna condición, razón, creencia, motivo que no sea la muerte natural; ciertamente la educación sería un real y efectivo instrumento de liberación. 

 La Ley No 070 de la Educación “Avelino Siñani – Elizardo Pérez del 20 de diciembre de 2010 en su artículo 83  crea El Observatorio Plurinacional de la Calidad Educativa (OPCE); institución pública descentralizada, técnica y especializada, independiente en cuanto al proceso y resultados de sus evaluaciones. Ésta, está encargada  de realizar el seguimiento, medición, evaluación y acreditación de la calidad educativa en los subsistemas de Educación Regular,  Educación Alternativa y Especial.   He buscado información y no pude encontrar cuales son los resultados de su trabajo, mismo que corroboraría a permitirme una idea como maestro rural jubilado y poder saber que tanto estamos embarcados en la obtención de una educación científica, técnica, tecnológica y artística con principios y valores humanos de alto nivel (educación integral); para formar ciudadanos del mundo, con criterio superado a la subestimación criolla en la que por ser bolivianos, creemos que necesariamente debemos estar en los últimos lugares del ranking de calidad educativa. Si nuestro OPCE no funciona, sería bueno propender a llegar al sistema mundial de evaluación "PISA" y medirnos de igual a igual con cualquier país del mundo; para saber en definitiva cual es nuestra calidad educativa.

¡Qué bueno sería que la educación, verdaderamente nos libere a cada uno de los bolivianos y a Bolivia entera, de sus ataduras y sobre todo de la habitual auto marginación, auto subestimación!


Más del autor