Sentimiento, inspiración y revolución educacional

¡Qué sentimiento, qué inspiración y qué revolución educacional significó y significa Oscar Alfaro! Este magnífico hombre cerebro pensante; este profesor de castellano, lenguaje y literatura de la Escuela Superior de Formación de Maestros de Canasmoro y de varios colegios e institutos de Tarija y de La Paz, fue militante del partido comunista de Bolivia y utilizó su poderosa arma del saber, para difundir revolución/transformación, sentimiento humano versado en poesía, en cuento y en metáfora como iluminación del pensamiento crítico, creativo y de justicia social en el marco de la convivencia pacífica del hombre (genérico) y de la sociedad en el mundo; toda vez que, algunos de sus poemas fueron traducidos a diferentes idiomas como el alemán, esperanto, francés, portugués y ruso.

Sentir es percibir una sensación proveniente de un estímulo externo o del propio cuerpo, como el amor que es un sentimiento positivo que nace del afecto hacia una persona, animal, objeto e incluso una idea. Los sentimientos son el amor, la tristeza, la euforia, la admiración, el odio, la envidia, los celos y el afecto. (buenos y malos)

La inspiración es un estímulo o lucidez repentina que siente una persona y que favorece la creatividad, la búsqueda de soluciones a un problema, la concepción de ideas que permiten emprender un proyecto, etc., especialmente la que siente el artista y que impulsa la creación de obras de arte.

Revolución, normalmente y desde la revolución francesa se considera un cambio violento y radical de la visión y misión política del gobierno de un país; eso se concibió el 5 de mayo de 1789, hacen 232 años; pero, ¿después de casi 2 siglos y medio, no sería inteligente no quitarle la connotación violento y más bien considerar que sí, debe ser un cambio radical; pero, democrático o mejor es una transformación de la realidad de manera fraternal, participativa y progresiva hacia ´el vivir bien´.

Este 5 de septiembre se recordó el centenario del nacimiento del Poeta de los Niños, Oscar Gonzales Alfaro; un poeta profundamente revolucionario que desde lo más profundo de sus sentimientos afloró su inspiración propositiva de cambio ante la injusta realidad que sus ojos veían y su ser sentía existir en la sociedad.

Oscar Alfaro, el poeta de los niños nos enseñó que la libertad se la consigue con el arma llamada “educación” y desmonta la frase tradicional que: “la libertad se logra con sangre, no con flores”. Nos induce a nunca renunciar a la libertad, a la igualdad y a la justicia, por medio de la verdad y la razón.

Utilizando “la educción como el arma más poderosa para transformar el mundo” (Mandela,) se generaría un cambio de chip en nuestro cerebro, extensivo a nuestra mente, espíritu y voluntad, para configurar una nueva visión de futuro de la humanidad con sentido de vida y no de muerte. “Vivir es vivir” debe ser el axioma de vida que todo ser humano, reconociendo mutuamente nuestros derechos y obligaciones en el contexto social universal, debemos ejercer en un amplio y activo ámbito de acción y vida.

Dejemos que brille nuestra capacidad intelectiva, nuestras competencias y voluntad de convivencia pacífica en hermandad, sin limitaciones mayores que mi derecho termina donde comienza el del otro. Que brille nuestro sentimiento, nuestra inspiración y revolución educacional como el legado que nos dejó Oscar Gonzales Alfaro para dignificar nuestra existencia y tramar/construir la paz plenamente sostenible.

El Dr. Celso Charuri dice: ¿Dónde está el hombre sino dentro de la Ley que siente y hace? ¿Dónde está el hombre sino dentro de las palabras? ¿Dónde vive un hombre sino dentro de sus ideales? ¿Dónde vive un hombre sino dentro de aquello que profesa? ¿Dónde vive un hombre sino dentro de sus acciones y reacciones? Lo que concuerda con las sabias enseñanzas en poesía, en cuento, en metáforas, en personalidad e imagen que nos muestra/induce Oscar Alfaro.

Oscar Alfaro, fue un hombre valiente y respetuoso de los derechos del otro y nos induce a acabar con esa falsa valentía que alguien subiéndose a lo más alto de la peña se tira sólo por valiente; dejemos la perversidad considerada como coraje/valentía; la verdad no requiere bravuconadas, amenazas, violencia, chantajes, venganza/revancha y de hacerse el vivo sino ser vivo/inteligente y generoso con la grandeza que se atesora.

Como seres humanos tenemos el desafío de mostrar la diferencia a los 232 años que pasaron desde la revolución francesa y ubicarnos en esta era del conocimiento; en esta era de la economía del conocimiento y jalar ´palante´ digna y tesoneramente por el bien de todos. Evitemos el menticidio o sea ser borregos (personas neuronavirginales) – olvidar nuestra historia - perder los valores humanos; veámonos como familia todos los habitantes y estantes de nuestra patria Bolivia o nuestro Estado Plurinacional.


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