¿Cuáles son las claves para repensar en educación? 1/4

Gracias al Diario El País desde hacen tres años aprontamos información necesaria para propulsar mejorar la educación, y por eso considero apropiado hacer conocer la exposición que realice en el conversatorio del Movimiento “Tarija Dialoga” el 4 de agosto del año en curso. Con el permiso de ustedes, amables lectores, lo segmentaré en cuatro lecturas cuya primera parte paso a describir a continuación.

Voy a intentar hacer una descripción panorámica, a brocha gorda y a ojos vista, en un pantallazo, de la realidad educativa de Tarija desde la perspectiva de un sistema social que tiene insumos, proceso y producto; toda vez que existe una interdependencia entre unos y otros, particularmente en el sistema de educación regular del departamento (nunca ajeno a la realidad nacional).

No encontré evaluaciones recientes de la situación educativa del departamento de Tarija; pero si la primera encuesta “termómetro de percepción ciudadana en la ciudad de Tarija" del Centro Estadístico UPDS,  en la cual se demuestra que el rendimiento educativo y el sistema educativo en general, incluyendo el nivel de educación Universitaria, es regular con una calificación de 3,24 sobre 5 y que la educación en los colegios privados y de convenio, sobresalen apenas con una calificación de 3,61 (regular).

Por otro lado, la UNICEF realizó en la gestión 2013 evaluaciones de proceso HACIA EDUCACIÓN 2030 que es la oportunidad en la que nuevamente se encontrarán, lo que sería el IV Encuentro Mundial sobre educación, eventos que se vienen realizando periódicamente desde 1990. En esta evaluación se toma como media 700 puntos y estos son los resultados:

Lectura, matemáticas y ciencias: puntaje promedio para Tarija 675,9, que equivale a un 48,29% (1er. Lugar); Oruro 675,9, o sea 48,18% (2do lugar); La Paz 669,2, es decir 47,80% (3er lugar).

Este diagnóstico 2013 permitirá contar con información para la toma de decisiones en materia educacional; más aún, al ser la primera vez en 20 años que el país realiza este operativo a gran escala de una evaluación de aprendizaje con todos los estándares técnicos y operativos que se exigen para el correcto levantamiento de la información de estos estudios.

Pero para evaluar la educación, llamada así a la mera instrucción, no solo se debe ver el rendimiento de esta instrucción, de  la memorización teórica de lo que el profesor transmite como expositor de un conocimiento también tomado de un texto o alguna enciclopedia; sino, es importante evaluar el contexto en el que se desarrolla: la infraestructura, muebles y útiles, suplementos tecnológicos, calidad de los docentes, el paradigma educativo, salarios de los docentes, currículo o contenidos temáticos , etc. etc. (insumos – proceso – producto).

Pues, si vamos a seguir con jaulas en vez de aulas; si vamos a continuar con parqueaderos de niños mientras los padres trabajan; mientras no se reconozca que la capacidad de un profesor es de 22 a 25 estudiantes para realizar una atención personalizada; mientras sean sólo la ltp. (lengua tiza y pizarrón) los medios tecnológicos a usar; mientras no se deje la mera enseñanza transmisiva; mientras no haya autoconstrucción del conocimiento; mientras no existan aulas con el 75 % de aireación, iluminación, 3m cúbicos de espacio por estudiantes, etc. etc. Mientras todos esos aspectos no cambien, no podríamos evaluar el rendimiento de la formación y la educación del estudiantado.

Si evaluar significa medir, comparar con algún parámetro; se requiere una medida, un límite para determinar que tan bien o que tan peor estamos; por lo que no se puede evaluar sobre nada; por tanto, realizar encuestas de percepción ciudadana aplicando preguntas a quienes no conocieron la escuela, no fueron a la escuela lo suficiente y necesario; qué nos podrían decir de ella. Por eso es que sólo el 9% de los resultados que nos muestran en un estudio, refiere que la educación es muy importante. Inclusive quienes estuvieron lo necesario y suficiente en la escuela (primaria, secundaria y terciaria), si lo que conoce es lo que vivió y nada cambio prácticamente desde 1794, cuando se crea la primera escuela prusiana; qué nos puede decir respeto a ¿Qué tan bien está esa escuela o educación, si no conoce otra?, ¿Qué pueden contestar de algo que no saben o no conocen?  Esta descripción nos remite a la necesidad de realizar una evaluación institucional de los insumos, del proceso y del producto y no simplemente del producto y sólo de la instrucción, llamándole educación. Con una evaluación del todo el sistema lograremos sí, resultados objetivos y no solo apreciativos o estimaciones.

Un médico para tratar a un paciente primero lo evalúa y diagnostica y luego da su opinión y emite un tratamiento con su respectiva receta. Una simple encuesta de opinión no nos daría resultados concretos de cada criterio a evaluar, y mal podríamos diseñar las acciones a tomar, sin tener precisamente medidas, dimensiones de lo que nos falta o no, realizar para mejorar la calidad educativa.

Cada institución educativa, cada distrito, cada departamento debe realizar evaluaciones institucionales. Es decir, del todo que hace al proceso educativo hasta los resultados. Esto es lo que no se hace precisamente y todo se circunscribe a "cuantos días se trabajó en el año y cuantos temas se avanzó" y "qué asistencia se tuvo", para valorar como mejor, igual o peor el año escolar.


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