Educar en competencias duras y en competencias blandas

La educación tradicional en el ciclo primario busca el desarrollo de tres habilidades: la escritura, la lectura y la aritmética; Se dice que la educación es buena o no, según cuanto se sepa leer, escribir, saber contar y saber hacer las operaciones aritméticas fundamentales. Estas habilidades o competencias son duras, porque son de resultados exactos y rígidos y, más adelante se aplican en las ciencias como el algebra, la química, la física, estudios técnicos, computación, etc.

Las habilidades duras se obtienen a través de la educación o capacitación específica; incluyen competencias que les permitan usar una determinada máquina, software u otra herramienta de la misma índole. Son habilidades duras la programación web, contabilidad, lingüística conocimientos de marketing y negocios; expresión oral, diseño gráfico, herramientas de análisis de datos, conocimientos en administración, etc. Estas competencias deben seguir al pie de la letra las normas para conseguir resultados óptimos.

Las competencias blandas son capacidades comunicativas, de trabajo en equipo, adaptabilidad, empatía, proactividad, autocrítica y flexibilidad frente a situaciones cambiantes en el tiempo y el espacio. Las habilidades blandas se ven con mayor frecuencia como rasgos de personalidad que una persona puede haberse pasado desarrollando toda su vida. Estas se entienden como el resultado de una combinación de destrezas sociales, de comunicación, de forma de ser, de acercamiento a los demás, entre otras; que hacen a una persona dada a relacionarse y comunicarse de manera efectiva con otros.

El concepto de estás habilidades blandas se refiere a aquellas capacidades que están relacionadas con la manera en que interactuamos con otras personas. Por esta razón, las habilidades blandas están fuertemente vinculadas con los atributos personales y los rasgos de personalidad de cada individuo; son aptitudes, no son técnicas relacionadas a la manera en que trabajas. Es decir, se refieren a cómo resuelves los problemas y cómo gestionas tu trabajo en la interacción social.

Las 10 habilidades blandas más necesarias para el trabajo post pandemia son: Adaptación al cambio; espíritu colaborativo (en tiempos de crisis, una actitud individualista sirve de poco para salir adelante); comunicación digital; creatividad e innovación; eficiencia y orden; empatía y tolerancia; resiliencia e inteligencia emocional (Natalia Devia). Estas habilidades nos facilitarían retornar el aspecto humano que implica un mejor desarrollo de competencias socioemocionales y de comunicación personales.

Una de las labores más importantes de la educación, para propulsar la libertad de pensamiento, la libertad del conocimiento y la libertad de actitud del ser humano (libertad en sí), es inducir a los estudiantes a pensar por sí mismos, sin importar la materia o tema que se imparta; pues lo que interesa es que los estudiantes adquieran las herramientas necesarias para resolver cualquier problema por sí mismos y para ello hay que impulsarlos en el pensamiento crítico, a ser creativos, a construir sus propios conocimientos, no a memorizar y repetir, como papagayos  cultos, saberes ajenos.

 Al aplicar a la educación la neurociencia, al saber cómo aprende el cerebro; el docente contará con herramientas a usar apropiadamente para construir el conocimiento autónomo de los estudiantes. Aplicando la neurociencia (Neuro Pedagogía) se fortalecerá significativamente el rendimiento educativo; por cuanto comprenderás plenamente lo que dices en tus conclusiones, en tus fórmulas y leyes y no simplemente será una memorización hueca de algo dicho por alguien y nada más. En vez de tener un aparato se tendrá dos ámbitos (memoria y razonamiento), que al estudiante le permitirán elaborar sus conceptos y síntesis de lo que aprende o llega a saber mediante un trabajo estructurado y sistemático.

Tanto educación en competencias duras, como en habilidades blandas deben complementarse la una con la otra en la propensión de una educación integral: conocimientos técnicos – científicos y atributos personales o los rasgos de personalidad de cada ser (valores).

Con el desarrollo de competencias duras y de competencias blandas, estaríamos fortaleciendo el "qué hacer" a la vez que el "cómo hacer o actuar" en un contexto de mejor vida para todos; una sociedad más competente y más humana. 

Mucho nos quejamos que se están perdiendo los valores o que se están cambiando los valores, donde, por ejemplo, ser pícaro es ser vivísimo; ser corrupto, oportunista es ser inteligente. Y quizás nos estamos descuidando de llevar adelante una educación equilibrada entre competencias duras y competencias blandas y consiguientemente, como que estamos robotizando al ser humano y deshumanizándolo.


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