Renta hidrocarburífera, desarrollo económico que se hizo gas

Creo que esta demás decir que Tarija, es el principal departamento productor hidrocarburífero del país, hemos aportado, en promedio, un 65% de la producción total nacional, sin embargo ni un 20% del total de los ingresos generados por la venta de hidrocarburos retornaron a nuestra economía para su crecimiento sostenible e integral; como dicen muchos, fuimos la “billetera del país”, que financio el desarrollo de otras regiones y auspicio el derroche financiero de muchas autoridades en diferentes obras políticas.

 

Pero antes de seguir analizando nuestra “propia tragedia”, veamos cómo está el contexto nacional en el tema hidrocarburífero. Claramente este sector estratégico nacional está en decadencia, la producción de gas natural cayo de 61,33 millones de metros cúbicos por día (MMmcd) en el 2015 a 43,54 MMmcd en el 2020, un descenso del 29,04%; aunque para esta gestión se estima extraer al menos 47,20 MMmcd. Mientras que la producción de líquidos, durante el mismo periodo, fue descendiendo de 63.086 barriles por día a 41,660 barriles por día, un bajón del 33,96%; sin embargo, para este 2021 se proyecta producir 42.280 BPD. A todo esto, se suma la caída de las recaudaciones por IDH (impuesto a los hidrocarburos), que durante el periodo 2014-2020 cayeron en un 63,13%, es decir de Bs. 15.602 a 5.752 millones; otro dato, el IDH recaudado en este primer semestre 2021, comparado con el 2020, es menor en un 28,30%. Todo esto significo menores recursos, a los presupuestados originalmente, para los gobiernos departamentales, municipales y universidades principalmente, ya que los mismos dependen demasiado, al menos en nuestro departamento, de los ingresos hidrocarburíferos por venta de gas natural. Por ej. en el 1er semestre 2020 vendíamos a la Argentina a $us. 6,5 por millar de BTU, a Brasil a $us. 4,9 por millar de BTU; en este 1er semestre 2021, con adendas de por medio, el precio a la Argentina bajo a $us 4,5 y a Brasil $us. 3,5, es decir ambos se redujeron por negociaciones de contrato y la evolución del mismo mercado. Aunque a corto plazo, en el contexto internacional, el precio del petróleo subió, y por ende el del gas natural indexado en los contratos de venta, podrían mejorar, esto ya “no es tanto una buena noticia”, ya que nuestro poder de negociación debe centrarse en los precios de venta, ya que los cupos de producción/venta son limitados, debido a que nuestra producción hidrocarburífera está en franco descenso; en otras palabras, de que sirve “festejar” que el precio del gas natural suba, si es que año a año producimos y vendemos menos, al menos hasta que se descubran y se pongan en marcha nuevos mega campos gasíferos debemos ser capaces de satisfacer la demanda interna y externa con lo que tenemos.

 

Actualmente a la Argentina vendemos 14 MMmcd de gas natural en invierno, 8 MMmcd en verano, y a Brasil 20 MMmcd, según las últimas adendas con estos países; además tenemos una demanda interna cerca a los 12 MMmcd. Todo esto proviene principalmente del campo Margarita (15,5 MMcd), Sábalo (10,6MMmcd) e Incahuasi (9,6 MMmcd), cabe destacar que los campos de Sábalo y San Alberto están en gran declinación productiva. Algo que dará un respiro, pero recién el 2023, es la explotación del pozo Boicobo Sur X1, ubicado en Chuquisaca, con 1 trillón de pies cúbicos, uno de los descubrimientos mas importantes en los últimos 15 años. Pero si no hay más hallazgos importantes, cerca al 2030 podríamos pasar de exportadores a importadores de gas natural, pero a precios mas caros. Finalizando el análisis nacional, la situación no es menos dramática respecto al petróleo, se importa un 70% del diésel que consumimos y aproximadamente el 50% de la gasolina; la demanda de combustibles para la agroindustria y el parque automotor esta en crecimiento, lo que significa una mayor importación y salida de divisas para tal efecto.

 

Hablemos de mi chura Tarija, el 2014 la producción de gas natural de nuestro departamento representaba el 68,02% de la producción nacional, este 2020 represento un 52,75%; en promedio, en los últimos años, el 65% del gas natural nacional provenía de Tarija. Durante el 2014-2020 la producción de gas natural descendió en 43,19%, la del petróleo condensado en 55,26%; lo cual indica que el sector hidrocarburífero nacional está en una situación de baja notable de producción, debido a una política irresponsable en este sector que sobreexploto sus campos gasíferos, bajo un enfoque rentista que se preocupo en gastar lo ganado y no invertir para su desarrollo. Por ej. Tarija durante el 2000-2015 el PIB se triplico gracias al sector hidrocarburífero, si quitamos la influencia de este, este indicador se reduciría a la mitad. No hay que olvidar que del 2006-2019 se exporto gas natural por un valor de $us. 47.142 millones (172 millones de toneladas), donde nuestro departamento aporto con mas del 60%. Sin embargo, a pesar del “boom económico”, nuestro PIB cayó, entre 2015-2019, mostrando un decrecimiento económico de 2,73 a 5,97%; lo cual también se refleja por la caída de la actividad económica de “Petróleo Crudo y Gas Natural” de 1,64 a 11,68% de contracción durante los mismos años; según los últimos datos del INE, esta actividad al 2019, represento el 41,84% del PIB departamental. Otro dato importante, durante el 2014-2020, en promedio, la exportación de gas natural represento el 97,72% de las exportaciones totales de Tarija; durante el mismo periodo las exportaciones de gas cayeron en un 75,18%.

Durante el 2005-2019, Tarija recibió casi $us. 4000 millones de dólares por regalías hidrocarburíferas, mas de $us. 1.300 millones por IDH; aunque un 60% de este último benefició más a los municipios. Pero según datos de la Gobernación de Tarija, por regalías e IDH el año 2020 recibieron apenas Bs. 748 millones, teniendo un enorme decremento en comparación con el 2014, menos el 81,21%; un duro golpe a su economía, ya que, en promedio, el 70% del presupuesto de ingresos del GADT provienen de la explotación hidrocarburífera.

 

A todo esto, ¿en que beneficio al departamento la riqueza hidrocarburífera? ¿Creció de forma sostenible nuestro PIB? ¿Se diversifico nuestra economía? ¿Hay menos desempleo? ¿hay menos necesidades insatisfechas de la población? ¿hay más desarrollo humano? No supimos sembrar los frutos de la venta del gas para un futuro con un desarrollo económico a largo plazo. ¡Nos farreamos el gas, ahora somos pobres!

 


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