Sensaciones y percepciones

Con este tema arrancaron los cursos de neurociencia aplicados a la educación que se inauguraron bajo la tuición de la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS), promovidos por varias instituciones de Tarija como ser: Federación de Trabajadores de Educación Urbana, Federación de Trabajadores de Educación Rural, Federación de Estudiantes de Secundaria, Asociación de Padres de Familia de Cercado, Visión Mundial, Plan International, Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Tarija y Plataforma “Educación de Calidad Para Todos Lic. Ángel Ugarte Sossa (E.C.P.T.)”.

Estos cursos talleres tendrán una duración de 62 horas académicas, de las cuales 8 son en la modalidad virtual, 4 si fuera posible presencial y 50 lecto-activas con el uso del libro “Cultivo de Genios”. El propósito de este taller es contar con herramientas que posibiliten la potenciación del rendimiento educativo del estudiantado.

El tema expuesto por el Lic. José Antonio Salas Mercado, autor del libro “Cultivo de Genios” en este primer módulo, trató de las sensaciones y percepciones en la búsqueda de esclarecer “Como aprende el cerebro”. Con estos cursos talleres responderíamos a Leslie Hart, cuando dice: “Enseñar sin saber cómo funciona el cerebro, es como querer diseñar un guante sin nunca haber visto una mano”

Los estímulos llegan de afuera y entran a nosotros (a las personas) de la misma manera a través de los sentidos; todos sentimos el frio o el calor de la misma manera, pero, percibimos de distinta manera. Percibimos según nuestro contexto y experiencia, por ejemplo: el color rojo es rojo ante todos, pero puede ser percibido por un político como el color del socialismo, del comunismo; para un hombre adulto ansioso de una fémina, una dama, el rojo en un vestido puede antojársele muy sensual; pero para un asesino en serie, puede ser la sangre  que estimula sus enfermos instintos, etc., etc. (1).

Nuestros sentidos, lo que hacen es percibir lo que viene de afuera, esos estímulos que llegan al cerebro y van articulándose; es decir, construyendo una imagen, misma que puede ser olfativa, táctil, gustativa, aguda o grave, etc.; o sea, el cerebro va construyendo su propia interpretación de lo que conoce, pues el mundo que vemos no es el mundo que está pegado en nuestra cabeza, es una construcción, es una representación particular y personal. (2)

Resumiendo, las dos anteriores explicaciones: todos somos distintos, todos los estudiantes son totalmente distintos; ven lo mismo, pero lo perciben de distinta manera y al percibir de manera distinta, esos conocimientos también son usados e interpretados de distinta manera. Entonces los sentidos captan los mismos estímulos y sienten las mismas sensaciones, pero luego la construcción de las representaciones visuales, táctiles, olfativas, auditivas y gustativas; tienen que ver con lo que somos, cómo somos, con nuestro contexto, con nuestra experiencia y eso los profesores tienen que tener en cuenta desde la primera señal. Hay una señal que entra por los sentidos y luego pasa al cerebro; entonces si cada uno construye desde su experiencia y desde su conocimiento, no podemos pretender homogeneizar a todos los estudiantes de una clase. Lo que hay que hacer es darles las herramientas para que ellos puedan construir su propio conocimiento de acuerdo a su contexto y experiencia (3).

 

He acá la deficiencia de la escuela tradicional; de tratar a los estudiantes como fichas iguales y los profesores bolear, esparcir a diestra y siniestra el saber que contienen en su cabeza, mediante la palabra por igual para todos en la clase y obligar a sus estudiantes que atiendan silenciosamente, pacientemente, pasivamente; lo que los profesores a su vez aprendieron de libros y enciclopedias. Así no se aprovecha la sensibilidad de los diferentes sentidos que al contar con varias sensaciones, se puedan convertir en percepciones que fortalecerían la construcción de conocimientos; para ello se deben aplicar metodologías activo participativas y no simplemente la trasferencia verbal y el uso de la tecnología ltp (lengua tiza y pizarrón).

Con esta simple descripción y análisis, queda demostrado cuán importante es aplicar la neurociencia a la educación, porque ésta nos permitiría un buen uso de nuestro computador de computadores para optimizar el aprendizaje, para optimizar la construcción de conocimientos con la facilitación, motivación, el impulso didáctico y orientación del profesor. Esto nos obliga a justificar por qué la clase no debe tener más de 22 a 25 estudiantes, que debe contar con aulas suficientemente aireadas, iluminadas, espaciosas en el caso de las clases presenciales; aspectos que se deben tener en cuenta ahora en las clases virtuales, que exige un esfuerzo de los padres de familia en el hogar para que los estudiantes estén dotados de un lugar de trabajo que reúna las condiciones pedagógicas apropiadas. Educar no es como llenar chorizos.

Tomando en cuenta la narrativa pedagógica de esta lectura las clases deben ser interactivas, participativas; aplicar la pedagogía del error, las simulaciones, descubrir y redescubrir y estar seguros que todos saben algo del tema a desarrollar (saber real), lo que se debe facilitar y lograr (saber próximo), para que cada estudiante se proyecte autónomamente al saber potencial.

Esta es una cruzada por Tarija y para Bolivia debido a que, al haberse agudizado la crisis educativa, ésta nos agudizó el ingenio para responder como corresponde en cumplimiento al primer derecho del ser humano, después del derecho a la vida, la educación pública de calidad para todas y para todos como es el propósito de los ODS 17 (Objetivos de Desarrollo Sostenible 17), Corea, mayo de 2015, hacia la educación 2030 que se pretende. (Notas 1 – 2 – 3: Lic. José Antonio Salas Mercado)


Más del autor