Evaluación de la educación en Bolivia

La UNESCO, junto con el UNICEF, el Banco Mundial, el UNFPA, el PNUD, ONU Mujeres y el ACNUR, organizó el Foro Mundial sobre la Educación 2015 en Incheon (República de Corea) del 19 al 22 de mayo de 2015.

Este fue el III Encuentro Mundial sobre educación (I 1990 – II 2000- III 2015) ODS 17 (Objetivos de Desarrollo Sostenible) que determina como ODS 4 de la Agenda 2030, la siguiente ambiciosa síntesis de la educación: “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover las oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”, de aquí a 2030 y reconoce la función esencial que desempeña la educación como uno de los principales motores del desarrollo.

El Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE 13) dado a conocer en la anterior lectura, es el punto de partida para los próximos resultados que se obtendrá del ERCE (Estudio Regional Comparativo y Explicativo) 2019, respecto a la calidad de educación para dar respuesta a la Agenda de Educación 2030. El informe del ERCE 2019, da cuenta que: “230 millones de adolescentes en edad de asistir al primer ciclo de secundaria no están adquiriendo las competencias mínimas en lectura y matemática”. De América Latina son 19 países de habla hispana y Brasil. 

Lo que menos se hace en nuestro país es evaluar. Sólo el profesor autoevalúa cuanto logra en sus estudiantes como resultado de su trabajo, respecto al desempeño estudiantil y asigna notas de aprobación o reprobación, tomando en cuenta que no debe tener menos del 70% de aprobados para no ser desfavorecido en sus salarios de vacaciones. No se realiza evaluación institucional, evaluaciones comparativas de gestión por gestión de competencias, para marcar grados de progresión; tampoco se practica a plenitud evaluaciones de entrada, de proceso y de resultados de los que deben ser conscientes tanto profesores como estudiantes y padres de familia, para tomar las acciones que corresponda de manera oportuna.

Más que evaluaciones cualitativas son: control, seguimiento cuantitativo de asistencia, de días trabajados y de ello se deduce mejor o peor gestión y no precisamente del rendimiento de los estudiantes. Se enumeran la cantidad de hechos/acciones/actividades, más que la calidad de resultados.

Lo que yo entiendo, por lo que converso con algunos profesores, es que están tremendamente ocupados en actividades administrativas como procesamiento de formularios, informes, especificaciones porcentuales formuladas mecánicamente en cada periodo de clases, que no se sabe quién finalmente toma razón para la adopción de acciones tendentes a mejorar la calidad de aprendizaje y no solo la cantidad de temas avanzados.

De parte de Bolivia, considero débil el ensamblaje existente en la práctica constante que debe desarrollar el ERCE de cara a la Agenda de Educación 2030;  es decir, de quiénes elevan los informes hacia la Agenda de Educación 2030, o sea para el próximo evento mundial. Cabe recordar que sólo faltan 9 años y se debe contar con informes con un buen grado de efectividad progresiva y para eso debe notarse, debe vivirse lo que se hace en la materia en nuestro país.

En 2015 asistimos por Tarija a La Paz con el Lic. José Antonio Salas M. a un seminario taller convocado por el Observatorio Plurinacional de Calidad Educativa (OPCE), cuando la Lic. María Martínez Mita era la Directora Ejecutiva; llevamos la propuesta de conceptuar como educación de Calidad, las conclusiones del I Foro Educación de Calidad Para Todos de 0 a Siempre (educación integral) y, luego de nuestra exposición fuimos frenéticamente aplaudidos por la sala. 

En Tarija, también Tuvimos Director Departamental del OPCE; pero, extrañamente, recién el 9 de enero 2019, el Sr. presidente de la república anuncia que desde noviembre funcionará el OPCE en todo el país. Lo cierto es que evaluar no es importante, al parecer para el sistema de educación; lo importante es esparcir información a diestra y siniestra e informar cuántos temas se avanzó y cuantos días se trabajó en el año.

Si el humilde agricultor sabe que para que tener ganancias en la siembre de 1 carga de papa, por ejemplo, debe obtener 10 cargas de producción (80%); ¿porque en educación no se toma el mismo criterio? Es de admirar y felicitar a los profesores que dan todo, hacen todo por un alto rendimiento/desempeño educativo de sus educandos.

En teoría se habla de evaluación: diagnóstica, de aprendizaje, continua, permanente; de proceso, resultados; evaluación institucional, cuantitativa, cualitativa, de estudiantes, de profesores, de las juntas escolares, etc. etc.

En educación yo no creo que sea cuestión de lanzar al boleo conceptos, reglas, normas, leyes y conclusiones ajenas, que deben ser memorizadas por los estudiantes y repetirlas como saber propio. Tanto el estudiante como el padre de familia debe seguir muy de cerca el proceso de construcción autónoma de conocimientos y esta evaluación debe ser cotejada con la auto evaluación de su trabajo que realiza el profesor.

En el mundo existe el ranking PISA (Programme for International Student Assessment) al que se presentan Singapur, Canadá, Hong Kong, China, Finlandia, Irlanda, entre otros y, ¡qué bueno sería que Bolivia también lo podríamos hacer; lo que estaría en nuestro querer; porque querer es poder.


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