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Muertos por COVID-19 como indicador de inefectividad

Voy a lanzar directamente la dinamita. Es completamente la culpa de los gobiernos que la gente se  infecte por el COVID-19 y que se mueran por esto. Al mismo tiempo, también es su culpa si no son capaces de tomar medidas sin dañar la economía o mantener un sistema sin educación. No hay excusas de que no hay dinero, que no tienen infraestructura o conocimiento cuando los que dirigen este sistema son los del gobierno.

Hace muchos años tenemos el conocimiento de que la educación y la salud son aspectos críticos para el desarrollo económico. Ambos son tareas del gobierno y se mejoran para mantener la igualdad de la población ya que no se puede dejar al libre mercado. El acceso libre a la educación y salud es un derecho universal y además una gran inversión que generará un buen rendimiento a la sociedad. Lamentablemente, el COVID-19 mostró que hay mucha desigualdad en muchos países. Las personas están muriendo en sus casas y los niños- y adolescentes están ya más de un año sin educación.

No es necesario explicar qué medidas de contacto tienen un impacto enorme a una economía y el costo se puede estimar entre el 1% hasta el 10% anual. Entonces vacunar es una buena inversión. ¿Entonces por qué no lo están realizando rápidamente? Hasta ahora Bolivia sólo aplicó 20 dosis por cada 100 personas. Una excusa era que no había dinero para las vacunas. Sin embargo, Bolivia solo necesitaba entre 100-200 millones de dólares para vacunar al 90% de la población. En el peor de los casos esto era solo 0.5% del Producto Interno Bruto de Bolivia del 2020. ¿Dónde fallo Bolivia? Exactamente en la decisión y la ejecución. El retraso de vacunar es costoso y mata a las personas.

El numero personas en riesgo de morir por COVID-19 en Bolivia es relativamente bajo. Sin embargo, Bolivia tiene entre el 50% y 100% más de muertos por millón de habitantes que por ejemplo Holanda o Alemania.

La razón principal del retraso es la incapacidad del gobierno de tomar decisiones rápidas, planificarlas y ejecutarlas. Pero como siempre pasa con los políticos, nos prometen todo, culpan a otros por cualquier problema y hablan por horas para justificarse. Pero al final contratan a sus amigos o al más barato sin tomar en cuenta que trabajan para el pueblo que merece un buen servicio y productos de buena calidad. Hace más de un año el gobierno de Bolivia sabía que en algún momento iban a llegar muchos enfermos o muertos por el COVID-19 y, que en algún momento era necesario vacunar lo más rápido posible. Durante todo este tiempo han perdido el tiempo con juegos políticos, malgastando el dinero del pueblo y perder tiempo y vidas humanas.

El gobierno de Bolivia ha tenido mucho tiempo para organizar y fortalecer su sistema de salud pero el COVID-19 mostro que el gobierno no es efectivo y el sistema es obsoleto, infectivo y costoso.

*Experto en modelización dinámica para el COVID-19


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