Espacio publicitarioEspacio publicitarioEspacio publicitario

La escuela solo nos enseña a memorizas y a obedecer

“La escuela sólo nos enseña a memorizar ¡queremos pensar!, es el testimonio de un estudiante, en un video que capturé y del que extraigo un puteo de lo que considero más significativo para esta lectura. 

Este estudiante dice: 1.- en la escuela, por ejemplo, en Matemáticas “todo se resolvía siempre igual, recitando” Mas por menos es menos (+ x - = -), Menos por menos da más (- x - = +), lo que está sumando pasa restando, etc. etc.

2.- Para aprender había que hacer varios ejercicios hasta acordarse del procedimiento. ¿Cuándo pregunté a mis compañeros ¿para qué me servía todo esto?, me respondieron, “para aprender Matemáticas, para que más va ser”. 

3.- Aclara que no fue bueno en Matemáticas y que se atrevió ir a las olimpiadas y allí les presentaron dos ejercicios de razonamiento. No había que hacer X, no había que hacer nada mecánicamente, había que pensar: 

a.- Se tiene nueve monedas idénticas y una pesa más, ¿cómo hacer para saber cuál es? 

b.- Si una balanza de dos platos en la que podíamos poner las monedas que queramos ¿cuál balanza pesa más?

¿Cómo hacer para saber cuál moneda pesa más usando la balanza solo 3 veces? Lo que había que hacer es razonar, analizar/interactuar unos con otros hasta encontrar la solución, como pasa en la vida real. 

4.- Cuando me pasaba reunido con mis amigos, me gustaba pasarles los anteriores acertijos y ellos me respondían lo mismo que yo: ¡No sé!, ¡eso no me enseñaron en la escuela!  ¡No sé cómo resolver!

5.- Pero también tuve la suerte de que alguno que otro profesor, de pronto no utilizaba la pizarra y salíamos al aire libre a desarrollar algún tema. Lo mismo en Historia, a veces, elegíamos un tema y nos dividíamos en dos grupos unos para analizar el lado positivo y otros para ver el lado negativo; eso nos llevaba a razonar lo bueno y lo malo de lo que sucedió. 

Este testimonio, en gran medida es patético de lo que sucede en la escuela tradicional en la que hay que memorizar cuanto transmite el profesor a tal punto que se tiene que repetir porque el profesor lo dijo, nada más, como sucedió en otro caso en el que la profesora les dice que la cartulina que tiene en la mano (era una página de color verde), desde ahora cuando les pregunte a los alumnos que lleguen retrasados ¿qué color es?, este dirá que es rojo. De ahí en adelante se empezó a cumplir lo convenido y al primer alumno que llegó retrasado le preguntó ¿Qué color es? y el estudiante contestó medio inseguro, pero dijo rojo y así sucedió desde entonces, aunque siempre inseguros de lo que responden; pero se cumplía con lo que dijo la profesora.

En otro caso “Creativa” como se llamaba una niña que fue al primer curso de una escuela “A” y la profesora era tradicional; apenas llega al curso saca su material y se predispone a comenzar la clase, mientras la profesora les decía que van a dibujar una gallina y la niña empieza rápidamente y hasta la pinta de verde; la profesora en cada momento le decía que espere las ordenes que progresivamente ella les irá dando. Por circunstancias especiales los padres de familia la cambian de escuela y llega a la escuela “B” que aplicaba una pedagogía actualizada. (creativa, interactiva/participativa)

En el medio año que estuvo en la escuela anterior ella aprendió que había que esperar lo que el profesor vaya diciéndoles para que los estudiantes hagan. La profesora les dice que sacan sus útiles y lo que van a hacer es dibujar una casa. La alumna recién llegada, saca sus útiles y se pone a esperar las siguientes órdenes de la profesora, mientras los demás trabajaban muy presurosamente. 

Al darse cuenta la profesora de lo que pasaba con “Creativa” en tono recrimínate le pregunta ¿porque tú no trabajas?, ¿Qué esperas? Creativa le contesta que en su anterior escuela era recriminada porque no esperaba las órdenes que iría dando la profesora y acá usted me observa porque no tomo la iniciativa.

Esta lectura grafica lo que sucede en la escuela tradicional con la que se obliga a memorizar,  no se estimula la creatividad y se pretende formar tontos útiles, no personalidades creativas, inventivas, perspicaces, sagaces; sino, personas dóciles, obedientes o simplemente ignorantes (que ignoran) estructuras y estrategias para la construcción autónoma de sus propios conocimientos; de sus propios descubrimientos, redescubrimientos, de saber errar y saber corregir sus errores en la línea de lo perfectible para bien suyo y de la sociedad a la que pertenece.


Más del autor