La música en tiempos de pandemia

En el último año, la música atravesó el planeta hasta estructurar una esfera melódica en momentos complicados que le ha tocado vivir a la humanidad. Todo debido a la llegada del coronavirus.

En esta etapa lo relevante es cómo la ciudadanía del planeta se unió hasta un punto en que fue conociendo melodías de países lejanos, bailes que expresaban movimientos corporales distintos y por demás atractivos, ritmos que denotaban ser hasta escenográficos y que colaboraban en resaltar su cultura. Asimismo, no faltaron los conciertos de música clásica, que junto al resto permitieron una cuarentena algo llevadera. Lo notable, por donde se vea, fue el contacto mundial a través de la música.

De esa manera, aquel arte logró crear un interrelacionamiento entre las personas de distintas naciones y continentes, cuyas sociedades se relacionaron con las diversas expresiones musicales a través de la interconexión virtual. Esto gracias a la inmensa cantidad de videos que se difundieron por redes sociales como WhatsApp, Facebook y otras.

No cabe duda que fue una verdadera consolidación de las sociedades en red, pues las manifestaciones musicales lograron que lo global y lo glocal se fundieran. Resultó altamente significativo que esa especie de articulación de los flujos y los lugares se convirtiera en una red interactiva que enlazó a países y regiones geográficas que hicieron gala de sus cadencias armoniosas.

De ahí que el conocimiento de nuevos sonidos, ritmos, letras y expresiones musicales de una infinidad de culturas e idiomas, logró en esos momentos difíciles elevar el espíritu de lucha por lo más preciado que existe: la vida.

En síntesis, si bien la música atravesó fronteras y en este caso llegó a estructurar una esfera sónica global, sorprendió además con los acertados timbres cromáticos cargados de significado que recorrieron varios países y continentes. Así, el planeta creó una riqueza vivencial de intercambio y relacionamiento gracias a ese encuentro melódico virtual. Con ello, posiblemente se abrió un futuro de connotación y grafía musical incomparable por esas expresiones rítmicas generadas por las diferentes culturas.

Dorfles, el gran cultor del arte musical y de las formas plásticas, afirma en sus escritos que la gran evolución de la sónica musical depende esencialmente de la notación y grafía musical, y en esta época mucho más pues se llegará a un grado depurado de objetividad esencialmente en la transcripción sonora.

En este sentido, es bueno apreciar que la música evolucionará en el futuro debido a la inmensa variedad de estilos que existen en cada área de un país, los cuales influirán en la reinvención de nuevas manifestaciones melódicas acompañadas por una riqueza de sonidos cromáticos enmarcados en un espacio envolvente.

Destaca que desde 2021 la música cruzó barreras territoriales hasta posiblemente llegar a estructurar una especie de contingente del presente. Esto porque no existe un lugar cuyo sonido musical no haya sido alterado por la nueva cualidad de decibeles que colaboran en crear otro tipo de expresión armoniosa.

Para terminar, es indudable que en estos tiempos de pandemia la música transitó un sinfín de regiones así como situaciones, lo que la llevó a enriquecer ese arte, pues su papel juega un rol determinante en la vida del ser humano, y mucho más hoy con la tecnología digital que ha colaborado en extender por el orbe su valor y sus cualidades.

 *Patricia Vargas es arquitecta


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