Un año de pandemia, un año sin vacuna para la economía boliviana

Un 21 de marzo de 2020, la entonces presidenta del Estado Plurinacional de Bolivia, Sra. Jeanine Añez, daba vigencia al D.S. Nº 4199, el cual tenía por objeto declarar Cuarentena Total en todo el territorio nacional, para evitar y combatir el contagio y propagación masiva del Coronavirus (COVID-19). Estas disposiciones legales restringían la mayor parte de las actividades publicas y privadas, exceptuando sobre todo las relacionadas al sector de alimentos y sanitarios; sin embargo, también limito, demasiado, la circulación y el desplazamiento de personas y motorizados, salvo lo establecido por la normativa y omitiendo algunos casos permitidos por ley. Posteriormente vinieron una serie de normativas y decretos que modificaron totalmente el comportamiento de las empresas y familias, que en resumen causaron no solo un cambio rotundo a su forma de vivir, trabajar, consumir y producir, sino también un gran daño económico, que hasta la fecha ha costado muchísimo revertir.

A la fecha, por efectos de la Pandemia, en nuestro país hubo mas de 263 mil contagios, de los cuales un 4,56% han perdido la vida lamentablemente, concentrándose la mayor cantidad de activos, recuperados y fallecidos en el eje central. Según los últimos datos de Ministerio de Salud, ya fueron vacunados con la primera dosis 148.045 personas y con la segunda dosis 16.939 personas, principalmente a la gente que trabaja en el sector de salud y personas ancianas con enfermedades de base. Sin embargo si consideramos la población que debe vacunarse, 7,18 millones de personas, es decir apenas el 61,49% del total de la población nacional, apenas hemos vacunado al 2,06% de la población vacunable y al 1,27% del total de habitantes; lo que refleja que la política y/o campaña de vacunación e inmunización por parte del Gobierno Nacional es muy deficiente hasta ahora, por temas fundamentales como la logística, personal y medios para llevar a cabo la misma, mas aun si comparamos que en Chile en 2 meses aproximadamente vacunaron a casi 5 millones de personas.

Ya que hemos hablado bastante de salud, toca ahora hacer un “Diagnostico” de como esta nuestra economía nacional, después de este año muy complicado de Pandemia que vivimos en nuestro país. Nuestra economía ya venía en recesión desde el 2014, por la caída de los precios y volumenes de venta de nuestros hidrocarburos, el 2019 tuvimos un crecimiento, medido por el PIB, del 2,22%, a junio del año pasado tuvimos sin embargo la contracción económica mas alta de nuestra historia, 11,11%, no vista ni siquiera en la crisis de los años 50 y 80’s. Actualmente no se tiene el PIB 2020 estimado, pero si el IGAE a noviembre, el cual fue de -8,17%, mismo que indica que la recuperación y reactivación económica es muy pequeña y lenta, a pesar que el Gobierno prevee, según su Programa Fiscal Financiero 2021, un crecimiento de la economía en 4,4%, cifra que la veo muy difícil de lograr; en todo caso con suerte y las medidas adecuadas, tendremos una recuperación cerca al 2%, dependiendo también de lo que pase en el contexto internacional y la evolución de la pandemia.

La gestión pasada cerramos con un Déficit Fiscal cerca al 12% del PIB, se proyecta para este año de 9,7%, no hay que olvidar que del 2015 al 2019 presentamos un Déficit Acumulado de -36%. Respecto al Comercio Exterior, a enero de 2021, tenemos un saldo comercial positivo de $us. 136,2 millones, sin embargo, en los meses precedentes existió más saldos negativos que positivos, persistiendo ese problema habitual del “Déficit Gemelo” en nuestra economía.

Respecto a las RIN, según el BCB, al 03 de marzo de 2021, tenemos un valor en reservas por $us. 4.713 millones, la mas baja en los últimos 15 años. Desde el 2014 hasta la fecha han caido en mas de un 65%, lo que es muy preocupante, ya que si no se hacen los ajustes necesarios en política fiscal y monetaria podría traer a mediano plazo la devaluación del peso boliviano. A lo que se refiera la Deuda Publica Interna y Externa a mediano y largo plazo, estamos próximos al 50% del PIB, relativamente datos aceptables, sin embargo, se espera que nos endeudemos mas para financiar la Inversión Publica, por $us. 4.011 millones, el 2020 fue de $us. 1.784 millones, misma que se redujo por la contracción económica.

Según el INE, a febrero 2021, el IPC fue de 0,16%, se estima que tener un tope de 2,6% de inflación anual; es por ello que no hay coherencia en el pedido de la COB de querer incrementar en un 10% al haber básico y al 15% del salario mínimo nacional, siendo que el año pasado y este, la inflación fue muy pequeña o mínima. Otro dato importante es la Tasa de Desocupación Urbana, a enero 2021, que fue de 9,7%, desde la gestión pasada hay mucha gente que desea y no consigue un trabajo estable ni bien remunerado.

Actualmente tenemos un PGE por Bs. 228.357 millones, de los cuales 18,6% son recaudaciones tributarias, las mismas cayeron en un 22% respecto a la anterior gestión; de la misma manera la Renta Petrolera desde el 2014 al 2020 cayo en un 80%, por la coyuntura de los mercados internacionales de las materias primas lo cual se acentuó con la Pandemia. Además, desde el punto de vista de la CNC y CNI, quienes manejan sus propios datos, estiman que, a finales del 2020, un 30% de las empresas estaban activas, y que por lo menos un 50% de las mismas cerraron sucursales.

El resultado de nuestro “Diagnóstico” es el siguiente: Paciente: Economía Nacional, Enfermedad: Modelo económico Rentista y Matriz Productiva Primaria, Evolución de Sintomatología: Desde el 2014, por la caída de los ingresos hidrocarburífero y un elevado gasto publico sostenido, Síntomas: Indicadores negativos y desequilibrio generalizado en sus principales variables macroeconómicas, Estudios a Realizar: Evaluación completa de las Finanzas Publicas a corto y largo Plazo, Tratamiento: Reajuste Presupuestario y Re ingeniería Financiera, Inyección importante de recursos para Inversión Publica y para el sector privado empresarial, Otras Recomendaciones: Cambio de modelo económico, buscar un crecimiento económico sostenido mediante la diversificación de la economía, mejorar los indicadores de desarrollo humano, luchar contra el contrabando, otros. Conclusión: Aparte de lo indicado, el cáncer más grande que tiene nuestro país, es la política improductiva partidaria y la corrupción en nuestras instituciones públicas, ¡¡¡deben ser extirpados!!!


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