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COVID-19 y el Día del Padre

Hace un año que el mundo inicio con las medidas para prevenir la propagación del COVID-19 en el mundo. Mucha gente ha protestado por la implementación de medidas ya que muchas empresas y países se han visto tremendamente afectados. Por otro lado, si miramos atrás y hubiéramos estado viviendo en países como Brasil, que decidió no tomar ninguna medida, y el número de muertos por cada 100 mil habitantes es uno de los mayores del mundo. Un total de 288 mil muertos y casi 12 millones de contagios indica que una persona tenía 3 veces las posibilidades de morir en Brasil el 2020 que viviendo en otro lugar del mundo (según la BBC). A un año del inicio del COVID-19, las estadísticas muestran que entre los muertos por COVID-19, en promedio, la mayoría está en el grupo de mayores a los 60 años, hay dos veces más varones muertos que mujeres, y están en condiciones socioeconómicas de mayor pobreza y o expuestas al trabajo informal. ¿Cuánto hubiera crecido estos números si no se hacia nada?

Si entre los muertos había jóvenes, también eran más varones que mujeres. Esto significa que ya tenían condiciones previas y es porque los hombres tienen mayor tendencia al consumo de alcohol (fragiliza los riñones y motiva la obesidad), consumo de comida en mayor cantidad y chatarra (obesidad, presión alta y diabetes), consumo de tabaco (hábitos sociales que fragilizan los pulmones), trabajos sin seguridad y con exposición al polvo (minas, fabricas, contaminación, etc. Que afecta los pulmones y corazón), estrés (condiciones de vida social, personal y laboral). Además, hay más hombres expuestos a los accidentes de tránsito (más conductores hombres) o asesinatos (arma o violencia). ¿Qué significa esto? Para muchas familias, el hombre era el único que tenía un empleo formal, o el que mejor ganaba. Todo esto también revela que a pesar de que muchas mujeres trabajan, muchas reciben un pago menor al de los hombres y son más vulnerables a tener un trabajo informal o independiente que no reconoce ninguna condición de seguridad a corto (seguro de salud) o largo plazo (jubilación).

No quiero justificar las medidas que no se basan en evidencia científica; siempre se debe contar con personas conocedoras del tema para programar medidas COVID-19 u otro acorde al contexto. Pero ahora, quiero acentuar mi reflexión en lo que hubiera ocurrido de no haberse tomado medidas. ¿Cuántas vidas más hubiéramos perdido? Y hoy que es el día del padre. ¿Cuántos no podrán abrazar a sus padres por el COVID-19? Hay mucho más que podemos hacer para que no se pierdan más vidas porque la salud no está solo en los centros de salud o consultorios sino en nuestra vida diaria. Tomemos consciencia y cuidémonos para vivir lo más largo posible con la mayor calidad de salud posible. Mucho está a nuestro alcance con nuestros hábitos de vida.

* PhD en economía internacional


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