Devolución de aportes de las AFP’S: recibir billetes hoy para recibir monedas mañana

Desde la gestión pasada una parte considerable de los aportantes al Sistema Integral de Pensiones (SIP), han pedido la devolución total o parcial de los mismos, dada la situación de crisis económica que se vivió y se vive aun por los efectos negativos de la Pandemia. Muchas familias y personas durante los últimos meses han tenido una caída considerable de sus ingresos corrientes, pero no así de sus gastos, trayendo un desequilibrio y un déficit financiero en sus hogares. Sus presupuestos, aunque hayan sido ajustados, ya no son sostenibles debido a que la situación económica del país no ha mejorado ni con el anterior ni con el presente gobierno nacional; por ende, esta demanda clamorosa tomo mucho más fuerza este 2021, mediante presiones sociales que exigieron la devolución inmediata de lo que tienen ahorrado en las diferentes AFP’s, pidiendo al presidente Arce Catacora cumpla con su promesa electoral pasada sobre esta temática prioritaria para ellos. Es por esto, que, en la semana pasada, debido a lo anteriormente explicado, ya se presentó el Proyecto de Ley Nº 078/2020 “Para la Devolución Total o Parcial de Aportes”, misma que será tratada en la Asamblea Legislativa Plurinacional.

Ahora sí, veamos lo bueno y lo malo que trae este Proyecto de Ley, partiendo inicialmente del lado del aportante a las AFP’s, mismos que se vieron frustrados al ver los pocos beneficios y las muchas exclusiones que están redactadas en la misma; la califican de muy discriminatoria, excluyente y mezquina a los intereses y demandas de este sector. Lo “positivo” de aplicarse esta ley, sería que daría un alivio financiero y una inyección de recursos a aquellas familias que están pasando por momentos difíciles en su economía; las mismas podrían palear sus necesidades de alimentación, salud, educación, servicios básicos, entre otras, inclusive una que otra podría invertir en sus pequeños emprendimientos comerciales o productivos, o tal vez iniciar algún tipo de negocio; sin embargo por los montos máximos de retiro (Bs. 15.000 o 10.000), según sea el caso de alcance de la ley, es mas seguro que la gente ahorre este dinero un poco o lo destine con mas seguridad al consumo, incentivando la Demanda Agregada, tal vez produciendo una leve inflación, ya que la producción nacional está estancada.

Lo “negativo”, para los que retiren, seria en primer lugar que no se les devolverán los aportes retirados ni menos podrán reponerlos de forma total o parcial, lo que quiere decir que si retiras todo el dinero de tu cuenta previsional, comenzarías de cero nuevamente tu aportación; ahora si lo retiras de forma parcial, esto significaría que la base sobre la que se calculara tu renta o jubilación futura será mucho menor, de hecho el SIP ya te da un muy baja renta, motivo por lo cual muchos no se quieren jubilar, ahora con un retiro voluntario anticipado daría como resultado una renta pues mucho menor. Lo otro, no menos importante, es quienes retiren sus aportes bajo esta ley, ya no podrán recibir o cobrar la Fracción Solidaria, que es un componente de financiamiento de todas las rentas, cuya finalidad es aumentar el monto de las mismas cuando estas son muy reducidas. En resumen, hay mas aspectos negativos que positivos si uno retira sus aportes de las AFP’s, por eso solo en caso extremo de necesidad se debería hacer el retiro total o parcial de los mismos, ya que estaría comprometiendo su futuro financiero al no tener una renta algo digna en el largo plazo, en otras palabras “estaríamos comiendo el pan de mañana, hoy”.

Según estimaciones del Gobierno, se inyectará $us. 1.200 millones a través de la devolución de los aportes, beneficiando a 1,5 millones de personas, sin embargo, se calcula que un 25% del universo de aportantes tienen en sus cuentas previsionales un acumulado de Bs. 100 mil o menos, si a esto le restamos las exclusiones, habrá mucho menos que accederán al beneficio de esta Ley. ¿Pero de donde se sacará el dinero y que costo tendrá para la economía nacional? Según este proyecto, hay 3 fuentes de financiamiento, los recursos de liquidez del SIP, Vencimientos de Cartera de Inversiones y la Recaudación Periódica de los propios aportantes; pero si vamos a los datos de la APS, de los casi $us. 21 millones de la cartera del SIP, un 98,47% están en instrumentos financieros a mediano y largo plazo, solo un 1,53% son recursos de alta liquidez, que son insuficientes para cubrir la demanda de devolución. Dada esta coyuntura, quedaría que las AFP’s hagan lo siguiente, al no tener liquidez suficiente inmediata, pueden exigir a quienes les vendieron títulos o valores (DPF’s, Bonos, otros) les rediman estos antes de tiempo, perdiendo obviamente cierta rentabilidad de estas inversiones. Otro, que vendan los instrumentos financieros que poseen a un menor precio, lo cual también afectaría su rentabilidad del SIP; finalmente pueden echar mano a los ingresos que tienen por recaudación de los aportes de hechos a las AFP’s, lo cual repercutiría en un menor nivel de inversión.

Según lo analizado, esta medida de la devolución, puede afectar la estabilidad del SIP, del Sistema Financiero Nacional, en sí de la propia economía en general. No hay que olvidar que las AFP’s no son entidades de ahorro sino de inversión y financiamiento, que captan recursos del público, de empresas y del propio Estado y los invierten; pero también se encarga de inyectar liquidez a los mismos a través de operaciones bursátiles. Por ej., el SIP invierte en DPF’s y Bonos Bancarios Bursátiles de las entidades financieras inyectándoles liquidez para que estos puedan dar diferentes tipos de créditos; también dan liquidez a empresas que emiten bonos bursátiles o corporativos, para que estas inviertan en su desarrollo y tengan una mayor producción, dando lugar a mayores niveles de empleo.

Finalmente, también apoya al Estado comprándole Bonos y Cupones del TGN, cuyos recursos son utilizados para el apoyo económico y productivo a los diferentes sectores de la economía; respecto a esto, del total del Valor del SIP, un 75,31% esta invertido en el Sector Privado y un 24,69% en el Sector Estatal, denotando el importante apoyo que tiene a la Economía Nacional. Tal como está planteada esta ley, se deslumbra mas aspectos negativos que positivos, todos perderían, inclusive las personas que no retiren sus aportes, debido a la caída de la rentabilidad del SIP.


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