La economía de Tarija, nuevo gobierno, crisis antigua

Históricamente, nuestro departamento de Tarija, a pesar de entregar mucho en recursos naturales y financieros al país, no fue retribuido de la misma manera; sin importar si a la cabeza estaba un Gobierno de izquierda o derecha, socialista o neoliberal, el resultado fue el mismo, estar sumido en un sub desarrollo general. Esto fue por falta de voluntad política de sus autoridades nacionales y regionales, como también por la ausencia de una visión integral y de un compromiso sensato para hacer que nuestro terruño sea una región prospera y diversificada tanto en lo económico como en lo social. Se tiene aún esperanza, aunque pequeña, que con el nuevo Gobierno del señor Arce Catacora pueda existir un Pacto Fiscal coherente, Inversión Pública Nacional eficiente en áreas estratégicas de nuestro departamento, más allá de los hidrocarburos, que exista coordinación política y económica entre el Estado Central y los gobiernos subnacionales, en fin, tantas acciones y medidas que son necesarias para que realmente nuestra querida Tarija alcance un crecimiento económico sostenible y real, así como también el tan anhelado desarrollo integro como una región pilar de la nación.

 

Pero la tarea no será para nada fácil, menos teniendo un modelo económico rentista y una matriz productiva primaria basada, muy dependiente, de la explotación y venta de hidrocarburos, cuyos precios internacionales no los determinamos como país y menos como departamento. No solo comercializamos materia prima sin valor agregado, sino que la misma en los últimos años cayo tanto en valor como en volumen de exportación tanto al Brasil como la Argentina. Esto se reflejó notablemente en la caída del PIB departamental de 4.549 millones de dólares americanos en el 2014 a un valor de 3.056 millones de dólares americanos en el 2019, al igual que nuestro PIB per cápita que descendió en un 38,67%, la Tasa de Crecimiento del PIB cayó de 4,98% a -5,97, durante el mismo periodo; entrando en un proceso de contracción económica sostenida y sin miras a mejorar a corto plazo, peor bajo esta coyuntura de crisis nacional bajo la sombra de la pandemia.

 

Analizando más a fondo, con datos obtenidos del INE y el Ministerio de Hidrocarburos de Bolivia, nuestro departamento presenta una franca recesión en la producción hidrocarburífera, por ejemplo en cuanto al Gas Natural desde el año 2014 hasta agosto de 2020 cayó en un 63,71%, es decir en 9.615,15 millones de metros cúbicos; respecto a la producción de Petróleo Condesado, durante el mismo periodo, la misma descendió en un 70,95%, traducido en valores absolutos, por un total de 9.042.410 barriles de crudo. Siendo más detallista, en esta presente gestión 2020, la producción de Gas Natural, de enero a agosto, fue menor en 4,19% respecto al mismo periodo del año pasado; lo cual se explica principalmente a la adenda al contrato con PETROBRAS que obliga que se entregue un máximo de 20 millones de pies cúbicos al día, además la demanda industrial de Brasil y Argentina cayeron notablemente por esta coyuntura económica por la pandemia. Algo similar explica el decremento de producción del Petróleo Condesado que llego a un – 10,38% respecto al mismo periodo del 2019. Respecto a la exportación de Gas Natural, de enero a octubre 2020, fue por un monto de 1.668,7 millones de dólares americanos, de los cuales Tarija contribuyo con 954,9 durante este periodo. Algo que no podemos dejar de indicar es que las exportaciones de Gas Natural, del 2014 hasta el 2019, cayeron en un 63,83% en nuestro departamento.

 

Hablando sobre nuestro Comercio Exterior como departamento, de enero a octubre de 2020 las mismas fueron por un monto de 966,8 millones de dólares, 29,3% menor respecto al mismo periodo de la gestión pasada; respecto a nuestras importaciones, durante el mismo periodo fueron de 403,6 valor CIF en millones de dólares, menor en 18% respecto al 2019. Respecto a nuestras exportaciones como departamento, las mismas cayeron 4.772,8 en el 2014 a 1.664,4 millones de dólares americanos en el 2019; de los cuales un 98% aproximadamente, de cada año, estaban conformadas por las ventas de Gas Natural al Brasil y Argentina, que son los principales países a los cuales exportamos. Algo llamativo, como dato, por ejemplo, en el 2019, apenas un 0,03% de nuestras exportaciones fueron en Vinos y Singanis, el resto fueron principalmente hidrocarburos. Esto demuestra la gran dependencia que tenemos con la renta de hidrocarburos, la cual descendió desde el 2014, tanto en volumen y precio de venta, repercutiendo directamente en la caída de los ingresos fiscales regionales, lo cual se tradujo en un decrecimiento económico sostenido en nuestro departamento.

 

Lastimosamente además de lo analizado anteriormente, se puede observar que en los últimos 3 años todas las actividades económicas, además de Extracción de Minas y Canteras, en nuestra región están en descenso y con una contracción económica, para citar que el 2019, según el PIB del INE, por ej. el crecimiento del Comercio fue -2,32%, del Transporte, Almacenamiento y Transporte fue de -2,29, Industrias Manufactureras de -1,74%, Electricidad, Gas y Agua de -1,24%, Construcción de -1,13%; las demás actividades tienen crecimientos pero menores en relación a los anteriores gestiones. A pesar que como país y departamento hemos recibido por la venta de gas, casi 50 mil millones de dólares, las autoridades nacionales ni locales lograron ni tuvieron la voluntad política de cambiar nuestro modelo económico y buscar un verdadero desarrollo sostenible para nuestra región; la gran dependencia de las ingresos y regalías hidrocarburífera hizo que nuestra economía sea muy frágil. Este nuevo gobierno y las próximas autoridades subnacionales deben implementar las políticas necesarias para industrializar nuestras materias primas, dar valor agregado a nuestros productos, apostar por otros rubros económicos con una visión integral con cadenas productivas y con búsqueda de mercados, donde la inversión privada es fundamental.


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