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El chupete electrónico

Si eres un ser humano que se parece al 90% de los que habitan este planeta, es seguro que tienes algunos pequeños “vicios” con los que convives en el día a día.

La copita de vino al cerrar la jornada

El paquete de galletas en el cajón del escritorio

El café después de almorzar

El cigarrillo en la cama

¿Qué crees que pasaría si alguien se dedicara a anotar sistemáticamente tus preferencias?

Pues lo creas o no, las redes sociales lo hacen a su manera y con una pulcritud que da envidia.

No lo digo yo, claro, que soy otro yonki digital, sino los expertos que las crearon (ya te contaré más).

Qué imagen te gustó

Cuánto tiempo la miraste

Qué post marcaste entre tus favoritos

Qué causas te importan

Qué comentarios te hacen feliz

Qué mensajes respondes de inmediato

Qué miras cuando tu única compañía es la soledad

Hay incluso cosas más íntimas que la llamada inteligencia artificial anota de ti.

Pequeños secretillos.

Pero no te preocupes, esas son cosas que quedan entre google y tú.

Ojo que no se trata de una teoría conspirativa.

Por ahora hablamos solo de tiempos de pantalla.

Es el modelo de negocios.

Las redes sociales venden tu tiempo de pantalla.

Más tiempo estás en las redes, más clicks haces, más anuncios miras y más facturan google, youtube, facebook o instagram por concepto de anuncios.

No es casual que las redes hayan recibido el sugerente sobrenombre de “chupete electrónico”. Hasta donde se sabe, un chupete electrónico configurado a la medida de nuestras más íntimas necesidades emocionales.

Pero hay más.

¿Sabías por qué son tan populares las noticias falsas?

Por lo mismo.

¿Sabes por qué las promueven las redes sociales?

Fácil.

Porque las noticias falsas se comparten seis veces más que las noticias reales.

No hace falta ser matemático para vislumbrar el negocio: más noticias falsas, más gente que se engancha y mayor tiempo de visualización.

El tema de la adicción a las redes sociales no es pues un tema colateral, es el corazón mismo del modelo de negocios.

¿Necesitas una síntesis?

“Si el servicio es gratuito, el producto eres tú”.

No habrás pensado ingenuamente que tú eras el cliente, ¿o sí?

Los clientes son los anunciantes (los que pagan), las redes son las que facturan y tu tiempo en pantalla es la mercancía que se vende al mejor postor.

Así de simple y así de claro.

En todo caso este es apenas uno de los fenómenos de los que habla el reciente documental estrenado en Netiflix bajo el nombre de “El dilema de las redes sociales” (Jeff Orlowski).

En él participan como entrevistados reconocidos ingenieros, diseñadores y expertos que ayudaron a levantar el imperio pensando que le hacían un bien a la humanidad.

¿Qué puedes hacer con la información que te proporciono?

Puedes pasar de largo como si nada

Puedes mirar el documental que está buenísimo aunque sus conclusiones te depriman

Puedes pensar en alejar tanto como puedas a tus hijos de estos juguetitos que son de todo menos inofensivos (baste decir que las tasas de suicidios en adolescentes su duplicaron con la llegada de las redes sociales)

Puedes, como lo aconseja el documental, intentar bajar tus tiempos de pantalla ...

Y, si eres aún más osado, puedes borrar tus perfiles, salir de la caja y volver a cultivar amigos de carne y hueso como los de antes en lugar de ser la comida con la que se alimenta al gigante.


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