Comercio exterior en tiempos de pandemia

En los últimos 20 años (2000-2019), en pleno siglo XXI, nuestro país tuvo un saldo comercial acumulado de 10.608,30 millones de dólares, con un promedio de 530,42 millones de dólares por año; sin embargo en nueve gestiones, presento saldos comerciales negativos (importaciones mayores que exportaciones), lo cual tiene que ver principalmente con la variación negativa de los volúmenes de exportación y caída de los precios internacionales de las materias primas (hidrocarburos y minerales) y otros bienes o productos que comercializamos, como también a un incremento relativo de la importaciones de bienes de consumo y capital por nuestra economía. Según datos del INE, de enero a agosto de 2020, tenemos un saldo comercial acumulado negativo de -30 millones de dólares; en los meses de abril, mayo y julio tuvimos saldo negativo comercial, en los demás fue positivo, a pesar de la coyuntura de comercio exterior tanto regional como mundial.

 

Si comparamos las exportaciones e importaciones de agosto 2020 con agosto 2019, las primeras se redujeron en un 28% mientras que las segundas en un 35% respecto al anterior periodo. Ahora un poco más a fondo, el saldo comercial acumulado de enero-agosto 2020 (-30 millones de dólares) fue – 95,6% menor en relación al mismo periodo del 2019 (-676,2 millones de dólares). Los saldos comerciales acumulados, según Grandes Categorías Económicas (GCE), de enero a agosto 2020, presenta un valor negativo llamativo, entre las categorías, en Bienes de Capital (-879,4 millones de dólares), el superávit más sobresaliente fue el de Lubricantes y Combustibles por 1.056,6 millones de dólares. Esto de manera simple, que, a pesar de las restricciones económicas sociales para realizar comercio exterior, por la cuarentena sanitaria, ciertas coyunturas han permitido que seamos aun competitivos y vendamos internacionalmente; sin embargo, sabemos que el fondo somo un país generalmente importador y exportador de materias primas sin valor agregado y de pocos productos manufacturados industrializados para la región y el resto del mundo.

 

Por ejemplo, los precios internacionales de lo minerales tales como el estaño, zinc y plomo han reducido su precio, por tonelada métrica en dólares, respecto a julio 2019 (-2,83,-11,01 y -7,98% respectivamente). Los metales preciosos como el oro y plata subieron, en su precio por onza troy, durante este mismo periodo, julio 2019-2020, en 30,69% y 30,75%; lo que permitió que las RIN estatales incrementen su valor y no haya tanta presión fiscal sobre las mismas. Respecto al precio, cotizado en mercados internacionales, del Gas Natural y Gas Licuado de Petróleo (dólar por millón de BTU) los mismos redujeron en -25,90% y -11,42% respectivamente; lo que está relacionado directamente con la caída del precio internacional del petróleo (dólares por barril) en los mercados más importantes, sus indicadores tales como el Brent, Dubái y WTI, en promedio se decrementaron en -31,57/% respecto a julio 2019. Los demás precios internacionales, tales como de los productos oleaginosos (semilla de soya, aceite de soya, harina de soya, aceite de girasol), madera, café, azúcar, maní, maíz, cacao, algodón, entre otros, en la mayoría han tenido una variación porcentual positiva durante este periodo, teniendo modificaciones propias de las coyunturas del mercado.

 

Dando un vistazo rápido a lo que ocurrió en nuestro Departamento, en Tarija, el valor total de sus exportaciones cayó de enero a agosto 2020, de 143,1 a 95,4 millones de dólares. Sus exportaciones acumuladas, durante este año, fueron de 801,3 millones de dólares, de las cuales un 98,83% corresponden a la venta de Gas Natural; tanto en precio y volumen de exportación se notó un descenso importante, esto por la condición del mercado internacional determinados por esta coyuntura pandémica, lo cual afecto notablemente a la economía regional que es muy dependiente de los recursos generados por el comercio de gas natural con la Argentina y Brasil.

 

En resumen, las exportaciones de enero a agosto 2020, fueron de 4.162,2 millones de dólares, menos un 28,3% respecto al mismo periodo del 2019; todas las Actividades Económicas (s/clasificación INE) han presentado una variación porcentual acumulada negativa respecto a la anterior gestión, tal como el caso del -43% de las exportaciones por Extracción de Minerales y el -26,7% por la Industria Manufacturera. Las importaciones, en el mismo periodo, fueron por 4.274,4 millones de dólares, -35,5% respecto al 2019; según las Grandes Categoría Económicas, todas presentaron variación negativa respecto al 2019, la más importante por importación de Combustibles y Lubricantes (-66,9%), luego le sigue Bienes de Capital con un descenso por -30,5%, Alimento y Bebidas apenas se redujo en -2,6%.

 

En conclusión, nuestra economía nacional, más allá de los efectos negativos de la pandemia en nuestro comercio exterior, seguimos teniendo continuamente saldos comerciales negativos, por el hecho de que somos un país que no es muy competitivo en el mercado internacional, no definimos precios de insumos ni materias primas, gran porcentaje de lo que consumimos como familias y empresas, vienen del exterior, ya sea de manera legal o ilegal. Dentro de nuestras exportaciones siguen teniendo un peso muy importante la Extracción de Hidrocarburos y Minerales, aunque esta creciendo paulatinamente la Industria Manufacturera; pero tenemos un volumen muy importante de importaciones de Suministros Industriales, Combustibles y Lubricantes, Bienes de Capital y Artículos de Consumo. Es decir, seguimos teniendo una economía en general basada en una matriz productiva y energética primaria y rentista, con productos exportados, en la mayoría de los casos, como materias primas o insumos industriales sin valor agregado ni manufactura. Por ello cuando las condiciones del mercado internacional son desfavorables para nuestros bienes que producimos, caen los ingresos por exportaciones, caen los ingresos fiscales, cae nuestra economía; lo cual se reflejó en una contracción económica, en los últimos años, medida en el decrecimiento del PIB, tal como se observó en todo el país y sobre todo en nuestro departamento de Tarija.


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