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La sorpresa en el aprendizaje simulado

Ante la clásica seriedad y formalidad con la que generalmente se procede en el protocolo de desarrollo de una clase, en la escuela tradicional, creo muy importante referirme en esta lectura, a la sorpresa en el aprendizaje simulado, en la propensión de acabar con las clases aburridas.

“Ramón Barrera dice: “Para aprender es necesario primero sorprenderse; ser sorprendido, tener curiosidad, o deseo. Eh ahí los tres verbos fundamentales aplicables a la construcción del conocimiento: aprender, sorprender y comprender. Algunos maestros suelen aplicar, también, el verbo reprender o reñir”

El querer formar hombres serios de apariencia, no es igual a formar mujeres y hombres serios en el cumplimiento de sus deberes y obligaciones; serios por ser responsables, respetuosos, afables, altruistas y muy respetuosos de las normas éticas y morales; del respeto y amor al prójimo. ¡Qué hermoso es que, seriamente y con el mayor entusiasmo y alegría – esperanza, los estudiantes prefieran no salir de recreo, quedándose a continuar aprendiendo autónomamente; porque el estudio les motiva más! Es como escuchar que se dijeran ¡eureka! (la encontré).

Desarrollar una clase, estudiar un objeto o tema debe ser un acto fenomenal, trascendente, subliminal con sensación de aprendizajes significativos; muy importantes para la vida de cada uno; algo que impactó tanto, que no se olvida y lo recordará siempre. Estudiar no debe ser un acto que se desarrolla por desarrollar, porque está normado en el plan de estudios; sino algo que se siente como que se buscaba y se encontró y que te da luces para ver más allá; lo que te servirá como conocimientos, como saber para construir tu futuro de éxito y bienestar.

Los educadores, antes y después de una clase deben sentir más que el peso de una obligación, una satisfacción por lo bien que acompañaron a la curiosidad de los estudiantes a encontrar lo que al parecer sentían como necesario saber, como necesario aprender y que, con su capacidad y competencias, supieron llegar con la asistencia, la facilitación y ayuda necesaria en el proceso de aprendizajes significativos, para su vida del estudiante. Se ayudó a nacer mayeuticamente el nuevo conocimiento, el nuevo saber. Se satisfizo, en los estudiantes, el antojo insaciable de aprender.

A manera de sustentar lo antes manifestado, respecto a la sorpresa en el aprendizaje simulado me remito a algunas pruebas, al respecto en mi vida profesional:

En una clase del Sistema Planetario y del movimiento del globo terráqueo, decidí cubrir la sala de clases con frazadas, para obscurecer el aula y la primera sorprendida fue la profesora que supervisaba mi clase en 1960, cuando hacía mis prácticas en el núcleo escolar campesino “Dr. Aniceto Arce” de Rosillas. Se sintió sorprendida, porque, según lo manifestó en el Consejo Docente a la hora de informar y valorar mi trabajo; ella no sabía qué hacer, cuando vio lo que venía sucediendo y temía que ocurriera algo grave respecto a la seguridad de los alumnos; pero se calmó cuando empecé a mostrar en la obscuridad una pelota Nª 6 de cuero, que era con las que se jugaba basquetbol y que en la simulación significaba el globo terráqueo; más una linterna que hacía de sol y podría objetivar el desarrollo del tema.

En el núcleo Escolar Campesino “Prof. Julio Sucre Villafuerte” de Sella Méndez, mediante el cine escolar, expuse la disertación alusiva a la fecha, 23 de marzo, la toma de los chilenos y batalla de Calama. Hice una cinta plegada de diferentes figuras alusivas, enrollé en dos canutos la cinta, armé especialmente un teatro y puse a rodar a la cinta narrando lo que pasaba y así desarrollé toda la disertación.

En el patio del local escolar de Sella, construí un mapa en alto relieve de una superficie de 30 mts., de la república de Bolivia, para aprender su orografía, hidrografía, riqueza mineral, producción, etc. en el desarrollo de una unidad de trabajo denominada “Conozcamos Bolivia”. Se notaba la sorpresa y agradable participación de los alumnos actuando en terreno mismo, para luego trasponer este conocimiento en sus cuadernos con dibujos, con texto, etc.

Con esta forma de aprendizaje, que no es la mera explicación o la pregunta consabida del maestro ¿En que nos hemos quedado? Saquen su cuaderno, vamos a continuar el avance del tema; queda fijado por largo tiempo, sino, por siempre, lo que se hace y se aprende, como me lo demostró una exalumna que encontré en el aeropuerto de Santa Cruz, hace un año, aún profesora, cuando se acercó, me saludó y me recordó cómo construíamos conocimientos en una clase en los años 68/70. Son varios exalumnos que me presentaron la misma escena. De estos mismos temas descolgaban las operaciones matemáticas, lenguaje, civismo, reglas de urbanidad, música y canto, artes escénicas, etc. (Educación integral - holística).

Las caras serias, bravuconas, de pocos amigos de los profesores no inspiran confianza, entusiasmo, alegría, mayor imaginación, inspiración, voluntad y futuro para los estudiantes; el autoritarismo no es la autoridad que debe significar el maestro; el miedo es muerte de iniciativas, de creatividad; provoca oscuridad espiritual y de existencia en el aula de clases.

Todas las pruebas acá anotadas, sucedió hace 40 – 60 años atrás; en todo caso antes del COVID -19; con la modalidad presencial y en tiempos escuálidos en tecnología; ahora habría que imaginar cómo hacerlo con el sistema multimodal y la incorporación de una diversidad tecnológica educativa a utilizar, para ser el proceso de aprendizaje de lo objetivo, a lo en activo y a lo simbólico. Seguro que los resultados educativos serán sorprendentemente mejores, toda vez que los profesores que siempre son el alma misma de la predisposición intelectual y de la renovación, pondrán en juego todo su ingenio, voluntad y capacidad profesional.


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