La travesía de la unidad: de Tarija al Chaco
Mi reciente encuentro con el libro "De Tarija a Asunción: Expedición boliviana de 1883 del Doctor Daniel Campos, Comisionado Nacional y Delegado del Supremo Gobierno", publicado en 1885 me ha despertado una serie de inquietudes sobre el proceso de integración física, social y cultural de la...
Mi reciente encuentro con el libro "De Tarija a Asunción: Expedición boliviana de 1883 del Doctor Daniel Campos, Comisionado Nacional y Delegado del Supremo Gobierno", publicado en 1885 me ha despertado una serie de inquietudes sobre el proceso de integración física, social y cultural de la capital tarijeña con el Gran Chaco boliviano y sobre cómo estas regiones complementan el carácter único del pueblo tarijeño.
Esta obra, que en realidad es la memoria de viaje de esta personalidad nacional, a través de una prosa bellamente escrita nos transporta con él en sus 73 días de aventura desde la ciudad de Tarija hacia un Chaco boliviano aún desconocido y cuya travesía termina en Asunción del Paraguay. En ella, se narra la belleza de los parajes chaqueños, su riqueza insondable, su naturaleza indomable y el rol esencial de los pueblos indígenas en la integración de esta zona al macizo boliviano.
La primera idea esencial es que Tarija se descubrió a sí misma, y lo hizo con la convicción que la capital debía abrazar a toda la tarijeñidad de este a oeste y de norte a sur, pese a algunos intereses parciales mezquinos y sectarios. Así el autor en sus propias palabras menciona "Abundan en Tarija los hombres de sanas intenciones, de mirada clara y patriótica y de elevación de sentimientos, que contrarrestan a unos pocos que apegados a intereses del pasado ponen en juego discordantes influencias".
La segunda lección importante de esta expedición, es que el encuentro entre el tarijeño capitalino y el indígena chaqueño rompió prejuicios y demostró que el sentimiento bohemio y andaluz podía complementarse con la altiva guerrera y fuerza de determinación del guaraní. Al respecto, al comenzar su travesía muchos prejuicios pesaban sobre los indígenas de la región, quienes en defensa de su territorio y en respuesta a los abusos los exploradores, se defendieron contra el Coronel Rivas cuyo fin fatal ocurrió en 1882. Así este testimonio histórico, demuestra que por el contrario las comunidades indígenas prestaron su auxilio y que, aunque pesaba prejuicio sobre ellos en aquel entonces, era admirados por su fuerza atlética, su fortaleza de carácter y su capacidad de sobrevivir con tanta sencillez en parajes de enorme peligro. Refiriéndose a la bravía y servicio de los indígenas chaqueños en esta exploración, Campos afirma que el mismo fue "imponderable, habiendo algunos que llegarían á practicar cuando menos veinte viajes, sudorosos y jadeantes. Así los logros de esta exploración fueron posibles sólo gracias a los indígenas que acompañaron y protegieron de manera crucial a la expedición de Campos para ampliar la comprensión y el horizonte de Tarija. Paradójicamente estos pueblos fuertes y guerreros nunca encontraron, en el pasado la gratitud de la Nación siendo estigmatizados durante la República aún cuando ellos abrieron las sendas del progreso para completar la integridad territorial de Bolivia.
Afortunadamente, en el nuevo Estado Plurinacional, la región chaqueña se integra en un abrazo con toda Tarija, creando una fuerza que hoy es motor de nuestro desarrollo y crecimiento. La tan anhelada integración carretera entre Tarija y el Chaco es hoy una realidad palpable, al igual que la plena integración del Chaco con la Argentina y el Paraguay a través de carreteras modernas y asfaltadas.
En lo institucional, la implementación de la Autonomía Regional, del Chaco, como prerrogativa establecida en la nueva Constitución Política del Estado se perfecciona día a día y es un reconocimiento a su identidad propia y a los esfuerzos que su gente realiza en favor del desarrollo de la región, que en última instancia no es otra cosa que el desarrollo del departamento de Tarija. Así el Gobierno nacional promueve un círculo virtuoso de unidad basado en la integración y el reconocimiento de la diferencia de cada uno de los rostros de esa tarijeñidad, que jamás podría ser entendida sin ninguna de ellas.
Finalmente, la voluntad de un Gobierno Nacional deberá encontrar en el futuro la sana intención de las autoridades departamentales y regionales de coordinar permanentemente para así avanzar desarrollando aún más la unidad de un departamento, símbolo de la bolivianidad y símbolo de la grandeza de una Nación de pujante desarrollo, progreso, estabilidad y dignidad.
De esta manera, asistimos a una época donde la travesía de unidad iniciada en 1883 se acerca a su punto más alto gracias al principio de unidad en diversidad. Como lo afirma el viejo proverbio africano: "Si quieres llegar rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado" y ese el justamente el destino manifiesto de la bella y amada Tarija.
Esta obra, que en realidad es la memoria de viaje de esta personalidad nacional, a través de una prosa bellamente escrita nos transporta con él en sus 73 días de aventura desde la ciudad de Tarija hacia un Chaco boliviano aún desconocido y cuya travesía termina en Asunción del Paraguay. En ella, se narra la belleza de los parajes chaqueños, su riqueza insondable, su naturaleza indomable y el rol esencial de los pueblos indígenas en la integración de esta zona al macizo boliviano.
La primera idea esencial es que Tarija se descubrió a sí misma, y lo hizo con la convicción que la capital debía abrazar a toda la tarijeñidad de este a oeste y de norte a sur, pese a algunos intereses parciales mezquinos y sectarios. Así el autor en sus propias palabras menciona "Abundan en Tarija los hombres de sanas intenciones, de mirada clara y patriótica y de elevación de sentimientos, que contrarrestan a unos pocos que apegados a intereses del pasado ponen en juego discordantes influencias".
La segunda lección importante de esta expedición, es que el encuentro entre el tarijeño capitalino y el indígena chaqueño rompió prejuicios y demostró que el sentimiento bohemio y andaluz podía complementarse con la altiva guerrera y fuerza de determinación del guaraní. Al respecto, al comenzar su travesía muchos prejuicios pesaban sobre los indígenas de la región, quienes en defensa de su territorio y en respuesta a los abusos los exploradores, se defendieron contra el Coronel Rivas cuyo fin fatal ocurrió en 1882. Así este testimonio histórico, demuestra que por el contrario las comunidades indígenas prestaron su auxilio y que, aunque pesaba prejuicio sobre ellos en aquel entonces, era admirados por su fuerza atlética, su fortaleza de carácter y su capacidad de sobrevivir con tanta sencillez en parajes de enorme peligro. Refiriéndose a la bravía y servicio de los indígenas chaqueños en esta exploración, Campos afirma que el mismo fue "imponderable, habiendo algunos que llegarían á practicar cuando menos veinte viajes, sudorosos y jadeantes. Así los logros de esta exploración fueron posibles sólo gracias a los indígenas que acompañaron y protegieron de manera crucial a la expedición de Campos para ampliar la comprensión y el horizonte de Tarija. Paradójicamente estos pueblos fuertes y guerreros nunca encontraron, en el pasado la gratitud de la Nación siendo estigmatizados durante la República aún cuando ellos abrieron las sendas del progreso para completar la integridad territorial de Bolivia.
Afortunadamente, en el nuevo Estado Plurinacional, la región chaqueña se integra en un abrazo con toda Tarija, creando una fuerza que hoy es motor de nuestro desarrollo y crecimiento. La tan anhelada integración carretera entre Tarija y el Chaco es hoy una realidad palpable, al igual que la plena integración del Chaco con la Argentina y el Paraguay a través de carreteras modernas y asfaltadas.
En lo institucional, la implementación de la Autonomía Regional, del Chaco, como prerrogativa establecida en la nueva Constitución Política del Estado se perfecciona día a día y es un reconocimiento a su identidad propia y a los esfuerzos que su gente realiza en favor del desarrollo de la región, que en última instancia no es otra cosa que el desarrollo del departamento de Tarija. Así el Gobierno nacional promueve un círculo virtuoso de unidad basado en la integración y el reconocimiento de la diferencia de cada uno de los rostros de esa tarijeñidad, que jamás podría ser entendida sin ninguna de ellas.
Finalmente, la voluntad de un Gobierno Nacional deberá encontrar en el futuro la sana intención de las autoridades departamentales y regionales de coordinar permanentemente para así avanzar desarrollando aún más la unidad de un departamento, símbolo de la bolivianidad y símbolo de la grandeza de una Nación de pujante desarrollo, progreso, estabilidad y dignidad.
De esta manera, asistimos a una época donde la travesía de unidad iniciada en 1883 se acerca a su punto más alto gracias al principio de unidad en diversidad. Como lo afirma el viejo proverbio africano: "Si quieres llegar rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado" y ese el justamente el destino manifiesto de la bella y amada Tarija.
