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Centrado en la prevención del suicidio

El 10 de octubre en todo el mundo se recuerda el día de la Salud Mental, una fecha establecida por la Organización Mundial de la Salud, en la cual se busca concentrar la atención mundial en la identificación, tratamiento y prevención de algún trastorno emocional. Este año, diversas...

El 10 de octubre en todo el mundo se recuerda el día de la Salud Mental, una fecha establecida por la Organización Mundial de la Salud, en la cual se busca concentrar la atención mundial en la identificación, tratamiento y prevención de algún trastorno emocional.

Este año, diversas organizaciones que trabajan en temas de prevención, centraran su atención, buscando la forma de frenar los elevados índices de suicidio, que según datos de la OMS cada año, cerca de 800. 000 personas fallecen por esta causa, y otras muchas intentan suicidarse. Cada suicidio es una tragedia que afecta a una familia, a una comunidad o a todo un país y que tiene consecuencias duraderas en las personas cercanas a la víctima. El suicidio no respeta edades y es la segunda causa de defunción entre los jóvenes de 15 a 29 años.

Por otra parte, los trastornos mentales han llegado a cifras elevadas, de acuerdo a estimaciones de la  OMS, más de 1.700 millones de personas, padecerá un trastorno mental a lo largo de su vida.

Si bien en la mayoría de los países los gobiernos prestan atención a la salud mental, en Bolivia es un tema invisible, no existen políticas públicas que permitan a los psicólogos ser reconocidos como trabajadores de la Salud Mental, no existen los ítems en la estructura gubernamental y por ende la gravedad de no atender los trastornos emocionales derivan en cuadros de violencia, ansiedades, angustias, depresión, estrés, etc.

La postergación que ha tenido la Salud Mental comparativamente con otras áreas, hace que haya un universo importante de personas que requieren ser atendidas y reinsertadas en las actividades que demanda la sociedad.

Como bien se sabe, La salud mental o el bienestar psicológico, constituyen una parte esencial de la capacidad de las personas de llevar una vida plenamente satisfactoria, incluida la capacidad de entablar relaciones, estudiar, trabajar o realizar actividades recreativas, así como de tomar decisiones y hacer elecciones cotidianamente. Toda alteración del bienestar mental de un individuo, puede afectar negativamente esas capacidades y llevar no solo a una disminución del funcionamiento a nivel individual, sino también, a pérdidas mayores de bienestar, tanto a nivel social como familiar.

Los determinantes de la salud mental y los trastornos mentales, incluyen, además de los atributos individuales como la capacidad de controlar los propios pensamientos, comportamientos e interacciones con los demás, están los factores sociales, económicos y ambientales, los niveles de vida, las condiciones de trabajo o las políticas nacionales. La crisis económica mundial en curso, es un poderoso ejemplo de un fenómeno macroeconómico que se prevé tendrá consecuencias importantes para la salud mental, entre ellas, mayores tasas de suicidio y consumo nocivo de alcohol.

En Bolivia, ciertos grupos de la sociedad pueden estar en un riesgo considerablemente mayor de presentar problemas de salud mental, incluidas las familias que viven en la pobreza, las personas con enfermedades crónicas, los grupos minoritarios y las personas expuestas o desplazadas por conflictos, desastres u otras situaciones de emergencia.

Se evidencia en nuestro país, que la función socialmente definida de las mujeres, las expone a mayor estrés, lo que junto con otros factores como la violencia y el maltrato en el hogar, dan lugar a tasas elevadas de depresión y ansiedad.

Las personas que padecen un trastorno mental afrontan una disminución considerable de su funcionamiento y presentan tasas de mortalidad desproporcionadamente elevadas. Por ejemplo, la probabilidad de muerte prematura entre las personas con depresión grave y esquizofrenia es de 40% a 60% mayor que en la población general debido a problemas de salud física que a menudo no son atendidos (como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y la infección por el VIH). El suicidio es la segunda causa de muerte a escala mundial más común entre los jóvenes.

Los psicólogos debemos  hacer  un gran esfuerzo de sensibilización para que estos temas estén en la agenda pública, como Colegio Departamental de Psicólogos de Tarija, ponderamos la labor que cumple el INTRAID y nos sumamos a las actividades que llevan adelante, de la misma manera se está formalizando un convenio interinstitucional con la Universidad Juan Misael Saracho, para llevar delante programas, planes y proyectos de investigación que encaren decididamente los problemas más acuciantes en materia de salud mental.

*Presidente del Colegio Departamental de Psicólogos de Tarija

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