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12 de julio Día del Psicólogo Boliviano

El país estaba en plena turbulencia política, las balas zumbaban como insectos letales deseosos de impactar en el cuerpo insurgente, “los caimanes”, llamados así a los camiones de guerra que trasladaban soldados, no eran la objeción, el macabro cuadro dibujaba el golpe de estado del 21 de agosto de 1971.

La coyuntura no podía ser más complicada, universitarios defendiendo la democracia y un puñado de docentes y estudiantes, atrincherados en la Universidad Católica Boliviana, gritaban a vos en cuello, “La U no se cierra, Psicología presente”, defendiendo la primera Carrera de Psicología en Bolivia, creada el 12 de julio de ese año.

Desde ese entonces, para darle un valor simbólico, el 12 de julio de cada año se recuerda el día del Psicólogo Boliviano; después de Cochabamba está Tarija en apertura una carrera de Psicología gracias a destacados profesionales como el Dr. Enrique Castellanos, Dr. Alfredo Scot, el Hno. Manuel Fariñas principalmente, para que en aulas de la Universidad Autónoma “Juan Misael Saracho” se impartan clases de esta ciencia en 1980.

Hoy en día, los aportes de la Psicología han llegado a diversificarse de manera extraordinaria, en áreas como la clínica, educativa, social, organizacional, deportiva y otras ramificaciones específicas, todas ellas, desde diferentes tendencias estudian la psiquis humana, el comportamiento del hombre a partir de una mirada biopsicosocialhistoricocultural.

Desde los enfoques: espiritual – afectivo y conductual – cognitivo, la Psicología trabaja en explicar la complejidad de los individuos, destacando sus particularidades y también sus complementariedades.

El día del Psicólogo en Bolivia, es un buen motivo para revalorizar la labor que cumple este profesional en la sociedad, principalmente en estos momentos de pandemia que son el cultivo de crisis emocional desencadenados por una serie de sucesos trágicos y turbulentos como: la perdida de seres queridos, el desempleo y la crisis económica, los efectos del distanciamiento social y todas aquellas secuelas derivadas por las perturbaciones mentales,  que configuran cuadros de pánico, depresión, ansiedad y estrés postraumático. Sin la ayuda de un psicólogo estos espectros disfuncionales son catastróficos para la sociedad en su conjunto.

Lamentablemente, en nuestro país, existe un vacío de políticas públicas relacionadas a la salud mental de los bolivianos, no existen ítems para psicólogos de manera explícita, no están dentro del escalafón en la estructura sanitaria, no hay psicólogos en unidades educativas, no hay psicólogos en instituciones públicas y en excepciones muy pocas empresas privadas optan por un psicólogo, pero en su generalidad la ausencia es evidente ante la falta de una Ley del Ejercicio Profesional de la Psicología que es indispensable en pleno siglo XXI.

El rol del psicólogo es fundamental, desarrolla tareas que tienen que ver con: Evaluación; Planificación; Intervención e Investigación. Su abordaje no solo es la atención individual, que demanda soluciones muy particulares, sino grupal y/o comunitario, por eso, la población a la que se dirige la actividad profesional es el individuo, el grupo y la comunidad en escenarios urbanos, sub-urbanos y rurales.


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