Una mirada a los hábitos alimentarios matinales del estudiante

El estudio de los hábitos alimentarios es importante y más de los estudiantes porque están en la edad de adquirir un estilo de vida. A esta edad son fácilmente moldeables y los hábitos pueden durar toda su vida. En esta oportunidad hemos realizado una encuesta en estudiantes de primaria y...

El estudio de los hábitos alimentarios es importante y más de los estudiantes porque están en la edad de adquirir un estilo de vida. A esta edad son fácilmente moldeables y los hábitos pueden durar toda su vida. En esta oportunidad hemos realizado una encuesta en estudiantes de primaria y secundaria, tomando como parámetros dos elementos: el consumo de desayuno y agua en el horario de su desarrollo educativo matinal, la cual está en íntima relación a los procesos de enseñanza y aprendizaje. La información obtenida es diversa, con indicadores de aporte monetario y su repercusión en el consumo de alimento chatarra a deshoras.
Del total de encuestados de primaria y secundaria, un 32 % de los estudiantes llegan a la escuela sin haber tomado su desayuno y explican que es por falta de tiempo y/o descuido de sus padres o tutores. Y son estos casos que en su mayoría tienen una disminución de su capacidad física, reducida capacidad de concentración y bajo rendimiento escolar.
El desayuno es la primera comida del día, es una buena fuente de energía y nutrientes la cual está relacionada con un buen rendimiento físico e intelectual. Los menores y adolescentes requieren contar con alimentos que les proporcionen energía para el cerebro y su cuerpo. Por la noche, dejan de comer a las 20h00 hasta el dia siguiente, siendo por lo menos 11 horas de ayuno y luego, existe un lapso entre el desayuno y el almuerzo de 4 horas. Un ayuno muy largo daña el cerebro que se pone en modo “ahorro de energía” y el siguiente bocado sólo hará que el cuerpo decida almacenar más grasa “para los tiempos difíciles”. Un desbalance en esta comida tiene íntima relación con la aparición de sobrepeso y obesidad. Un buen desayuno, aporta energía para la mañana y el hábito de buena distribución de energía a lo largo del día mantendrá un equilibrio entre el peso y la talla.
A esta variable de ayuno se agrega la gran proporción de estudiantes que acuden a la escuela con dinero (52%). Grupo grande que por la sensación de falta de tiempo, están cambiando sus hábitos alimentarios consumiendo comida chatarra a deshoras y por tanto incrementando su carga calórica en forma desproporcionada que conducirá a corto plazo al sobrepeso.
Por otro lado, el hábito del consumo de agua en un periodo de 12 horas alcanza sólo al 20%. Siendo que el agua es fundamental para tener buena salud y el funcionamiento del cerebro. La Organización Mundial de la Salud recomienda el consumo diario de 6 a 8 vasos en la edad escolar y además sugiere crear el hábito de consumir agua desde la infancia. La pérdida de un 2% del peso corporal en líquidos, produce la disminución de la memoria, de la concentración, dolor de cabeza, escosor en los ojos, ardor del estómago, taquicardia, fatiga, disminución de la coordinación y los reflejos. Por tanto, es muy importante beber agua durante la jornada escolar y proporcionar buena calidad de baños para que los estudiantes sientan que puedan asistir a los mismos.
Los Maestros y los padres de familia desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de los niños así como en sus hábitos alimentarios. Así como enseñan a escribir y a leer; también es importante enseñar a consumir alimentos saludables e hidratarse correctamente durante las jornadas de la escuela con el fin de rendir mejor.
*Médico pediatra

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