Bolivia y Argentina: Nuevos temas para una nueva agenda

Más allá de los temas recurrentes de la relación bilateral: comercio, migración, seguridad fronteriza, lucha contra el narcotráfico, tráfico de personas y venta de gas, ha surgido la posibilidad de que Argentina alquile servicios de nuestro satélite Túpac Katari (TKSAT-1), y la reciente...

Más allá de los temas recurrentes de la relación bilateral: comercio, migración, seguridad fronteriza, lucha contra el narcotráfico, tráfico de personas y venta de gas, ha surgido la posibilidad de que Argentina alquile servicios de nuestro satélite Túpac Katari (TKSAT-1), y la reciente oferta de compra-venta de aviones militares de entrenamiento Pampa, sin embargo, cabe explorar nuevos temas que enriquezcan la agenda para los próximos años. Sin duda alguna, en dicha reunión Bolivia deberá manifestar su apoyo incondicional a la causa que mantiene Argentina sobre las Islas Malvinas con el Reino Unido de Gran Bretaña. Disputa territorial que aun se mantiene abierta como la herida boliviana respecto a una salida soberana sobre el Océano Pacífico. Ahora bien, la relación diplomática boliviano-argentina tiene un nodo que es Tarija, región limítrofe que posee dos fronteras con el país sureño. En ese sentido, sería oportuno sugerir cómo enlazar mucho más a esta región periférica del Estado boliviano con Argentina y así también con el Mercado Común del Sur (MERCOSUR). En ese orden, se recomienda que la política exterior boliviana logre mejorar la viabilidad en la línea fronteriza por Bermejo y Yacuiba, así también avanzar en la Tercera Frontera o Ruta del Bicentenario, que impulsa el Gobierno Autónomo Departamental de Tarija y uniría nuestro departamento a Jujuy mediante el camino Yavi-Suripugio-Larkas, en el lado argentino, para conectarse con las comunidades de Pulario-Huallajara-Camacho y Pampa Redonda, en Tarija. A la fecha hay cierto avance en ambos lados pero merece mayor impulso. Este nuevo camino permitirá conectar a Tarija, Potosí y Chuquisaca con el Corredor Carretero Bioceánico integrado por Brasil, Paraguay, Argentina y Chile. De igual forma servirá como un nuevo corredor de exportación del oriente boliviano hacia los puertos chilenos pasando por el Chaco tarijeño. Por tanto, el impacto económico y flujo de personas y mercancías repercutirá en todo el sur boliviano, norte argentino y colindancias, mejorando considerablemente el desarrollo, la integración y la comunicación entre regiones históricamente marginadas de los centros de poder y progreso económico de sus respectivos países.Prosiguiendo con la conexión entre ambos Estados, cabe la posibilidad de integrar ferroviariamente a Tarija con Argentina mediante un ramal que una a La Quiaca-Villazón con Tarija. Nuestro departamento se sumaría así a la Red Ferroviaria Occidental boliviana y también complementaría el megaproyecto ferroviario argentino denominado “Plan Belgrano”, que pretende vertebrar a Salta, Jujuy, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa y Santiago del Estero mediante un agresivo plan de infraestructura para integrar productivamente a dichas provincias con el centro del país y los puertos sobre la Cuenca del Plata. La posibilidad de emplazar ese ramal que recorrería la zona alta tarijeña podría tener como estación central a Iscayachi, municipio de El Puente, población que quedó rezagada económicamente por la carretera que une actualmente a Tarija con Potosí. De esa forma se potenciaría el comercio y el turismo sobre rieles como ocurre actualmente en el altiplano boliviano que pasa por Uyuni, o con el Tren de las nubes, en la Provincia de Salta. Asimismo, debería ser prioridad nacional convertir a los Ríos Bermejo y Pilcomayo en ríos navegables, por lo menos buena parte del año. Para tal efecto, corresponde la implementación de un programa de dragado de ambas vías fluviales, que desembocan en el Río Paraguay, evitando la sedimentación y la reducción del caudal y la fauna piscícola. De hecho, la República de Paraguay iniciará a fines de este mes el dragado de dicho río, habida cuenta de que la mayor sedimentación proviene de los ríos que nacen en Bolivia y pasan por Argentina dificultando el transporte de barcazas y remolcadores sobre la hidrovía Paraguay-Paraná-Uruguay. Con seguridad, si Bolivia emprende la tarea de dragado y, si es el caso, la canalización de ambos ríos en su territorio, podría obtener una salida alterna al Océano Atlántico aparte de la que brindan Puerto Busch, Puerto Quijarro y los puertos privados como Puerto Gravetal, Puerto Aguirre y Puerto Jennefer que se encuentran en el oriente boliviano. Podríamos utilizar con mayores rendimientos la hidrovía Paraná-Paraguay-Uruguay para que sea complementaria a la salida de nuestro comercio exterior por puertos chilenos, que tantos problemas ocasionan en los últimos años.Por otra parte, la paradiplomacia desplegada por el Departamento de Tarija dentro de la Zona de Integración del Centro Oeste de América del Sur (ZICOSUR), merece atención por ser un interesante emprendimiento de integración interregional. Es más, tanto Bolivia como Argentina juegan un rol preponderante en dicha zona económica, que debiera verse respaldada y complementada por los decisores de la política exterior de ambos Estados; sería muy positivo para las entidades territoriales autónomas tarijeñas y por consiguiente para los habitantes de varios departamentos de Bolivia. Finalmente, Argentina es un país futbolero por naturaleza y que el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia manifieste su apoyo a la candidatura presentada por Argentina –junto a Uruguay y Paraguay-, para organizar el Mundial de Futbol 2030 significaría un importante gesto de hermandad y solidaridad sudamericana, y sobre todo de buena voluntad para hermanar más a dos Estados que nacieron a la vida republicana de la misma lucha emancipadora.*es internacionalista.


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