Que se haga justicia
De acuerdo con la versión oficial, Illanes voluntariamente pidió acudir a Panduro, uno de los lugares del bloqueo de caminos, para entablar un proceso de acercamiento y persuadir a los cooperativistas mineros de que retornen a una mesa de diálogo. Sin embargo, fue interceptado, tomado como...
De acuerdo con la versión oficial, Illanes voluntariamente pidió acudir a Panduro, uno de los lugares del bloqueo de caminos, para entablar un proceso de acercamiento y persuadir a los cooperativistas mineros de que retornen a una mesa de diálogo. Sin embargo, fue interceptado, tomado como rehén y trasladado a un cerro.En ese contexto, se reportó que un minero de la cooperativa San Pedro de Viloco, Rubén Aparaya Pillco, de 26 años de edad, murió durante los enfrentamientos con los policías cerca de Panduro, presumiblemente producto de dos impactos de bala, una a la altura del riñón y otra en la cabeza. Aparaya es el tercer minero muerto en los enfrentamientos con la Policía. El miércoles fallecieron, en puntos de bloqueo en Cochabamba, Fermín Mamani, de la cooperativa minera Patacallani, y Severino Ichota, de la cooperativa el Progreso de Kami.Desde que se conoció la noticia del secuestro del viceministro Illanes, el temor y la incertidumbre de apoderó de los familiares del rehén y las autoridades de gobierno demandaron a los dirigentes cooperativistas su inmediata libertad.Y como un bálsamo de esperanza, en declaraciones a Radio Pío XII de la Red Erbol Illanes dijo que no fue maltratado por sus captores y pidió que el gobierno inicie el diálogo con los cooperativistas para que él sea liberado. No obstante, el presidente de la Cooperativa 20 de octubre de Siglo XX de Potosí, Josué Caricari, advirtió que Illanes era el objetivo concreto de una posible reacción de venganza de los cooperativistas ante la acción policial para desbloquear la carretera.“Creemos que si hay algún movimiento de las fuerzas policiales, estamos dispuestos para ofrendar vidas. Pero seguro que él (ministro de Gobierno, Carlos Romero) será responsable de todo lo que va a suceder y lo primero que vamos a hacer es amenazar”, advirtió el dirigente en un contacto con la Radio Erbol.“Está el viceministro (Illanes) con nosotros; pasa algo, al primero que vamos hacer… Tenemos dos cajones, van a ser los dos que van (a estar) en los cajones; hay un policía que está detenido. Armados, bien armados habían venido”, agregó Caricari. La suerte de Illanes estaba echada.A la 01.00 de este viernes su cadáver fue rescatado de la vera del camino, muy cerca del lugar donde fue asesinado El examen forense confirmó que fue torturado y murió a causa de un derrame cerebral y múltiples fracturas torácicas producto de una brutal golpiza.A raíz de este alevoso crimen, la Policía detuvo a los principales dirigentes de los cooperativistas y hay orden de aprehensión para al menos 15 de ellos. Además, según el ministro de Defensa, Reymi Ferreira, se detuvieron a un centenar de cooperativistas y ya se habrían identificado a quienes asesinaron a Illanes.Ahora bien, ninguna reivindicación social, económica, política, regional o sectorial justifica que sus protagonistas atenten en contra del sagrado derecho a la vida. En esta espiral de violencia, donde los cooperativistas movilizados intentaron imponer por la fuerza sus intereses, el camino que eligieron no fue el correcto, ya que olvidaron que la ley es un instrumento de convivencia que facilita las relaciones de los integrantes de la sociedad e impone reglas y límites que deben ser acatados por todos.Imaginemos que no existiera ningún tipo de regla, sería el caos total, todo mundo podría hacer lo que le viniese en gana y se aplicaría solamente la ley de la selva; es decir, la ley del más fuerte, pues al no existir ninguna regla tampoco habría ningún castigo para quien actuara mal.Y si las leyes son normas jurídicas de obligatorio cumplimiento establecidas por las autoridades competentes, en las que se obliga o se prohíbe algo en consonancia con la justicia y la ética, y cuyo incumplimiento acarrea sanción, los asesinos del viceministro Illanes y de los tres cooperativistas deben ser identificados, procesados y sancionados con todo el peso de la ley.Es que nadie es inmune al indescriptible dolor que provoca la muerte de un ser querido, y si todos somos iguales ante la ley, las dramáticas muertes de Illanes, Aparaya, Mamani e Ichota reclaman que se haga justicia. ¿No les parece?