Cañada y 9 de Julio

Hasta ahí las semejanzas entre la Cañada y nuestras quebradas, pues por la acción (in)humana se diferencian como el blanco del negro. Si preguntamos a un cordobés, que lugares de  Córdoba son los mas bellos - y estamos hablando de una ciudad muy pero muy hermosa, llena de arte, paseos,...

Hasta ahí las semejanzas entre la Cañada y nuestras quebradas, pues por la acción (in)humana se diferencian como el blanco del negro. Si preguntamos a un cordobés, que lugares de  Córdoba son los mas bellos - y estamos hablando de una ciudad muy pero muy hermosa, llena de arte, paseos, parques- la mayoría de ellos incluirá a la Cañada, que cual verde serpiente atraviesa la ciudad, siendo lugar de referencia y solaz de estantes y habitantes de esta bella ciudad. La Cañada esta flanqueada por dos sólidos muros de piedra blanca que sirven de descanso a quienes pasean por las aceras que hay a ambos costados, donde crecen frondosos árboles que dan sombra y embellecen el paisaje. Cada cierto tramo, la Cañada está atravesada por artísticos y románticos puentes de piedra. En el lecho de la quebrada, un hilo de agua corre lentamente, asomando muy, pero muy rara vez, un desecho, sea una bolsa de plástico o algo parecido, solo para recordarnos que existe eso que se llama basura o estupidez humana. Ningún olor desagradable. Todo lo contrario. Hay plantas fragrantes y de hermosos colores dispuestas en jardineras establecidas en medio de los muros de la Cañada. Dos avenidas de tres carriles corren a lo largo de la Cañada, por sus costados. El trafico, por el serpenteante trazo, es fluido, pero sin llegar a ser peligroso. Los reflejos de las luces y el estrés de manejar, se ven disminuidos por la hilera continua de árboles. Tenemos lugares parecidos, como la Avenida, desde el puente San Martín hasta el Chorolque, con su bello e inteligente diseño hecho por profesionales argentinos. Compare con los tramos rectilíneos que van desde el Mercado Campesino a Tomatitas o desde el campus universitario al aeropuerto y desde allí hasta Torrecillas. Lugares donde la velocidad, el ruido y el peligro se incrementan, violando toda la ciencia de la planificación urbana. Si los eximios Niemeyer y Le Corbusier, resucitarán, estoy seguro que brincarían al cuello de estos “diseñadores” de carreteras en medio de la ciudad para estrangularlos (debo confesar que con gusto les ayudaría).Que contraste de la Cañada con nuestras quebradas, llenas de basura, perros muertos, neumáticos usados y aguas hediondas peligrosamente contaminadas. Con sus márgenes ocupadas por construcciones ilegales que botan sus excrementos y desechos directamente a la quebrada. Lugares altamente peligrosos para la salud humana y que demuestran lo mucho que amamos a ésta sucursal del cielo (para vivir en un basurero, prefiero vivir en la sucursal del infierno)Córdoba, con sus tres millones de habitantes, no solo ha sido capaz de conservar, si no además de usar para beneficio de sus habitantes (y de las decenas de miles de turistas que la visitan) su quebrada. Aquí en Tarija, entre 100.00 chapacos de pura cepa y varias decenas de miles de migrantes, hemos convertido nuestras quebradas (y al mismo río Guadalquivir) en una gran cloaca. Viveza criolla de por medio, no se nos ha ocurrido más inteligente solución que ir tapando las quebradas con cemento encima, al igual que se coloca la basura bajo la alfombra.


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