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El gas y la electricidad

Reiterativos porque seguimos “recomendando”,  “concluyendo” y “analizando” temas que a la dirigencia estatal no le da en gana hacer: una NPE Nueva Política Energética con su consiguiente nueva legislación en hidrocarburos y electricidad, ambas ya obsoletas por el paso del...

Reiterativos porque seguimos “recomendando”,  “concluyendo” y “analizando” temas que a la dirigencia estatal no le da en gana hacer: una NPE Nueva Política Energética con su consiguiente nueva legislación en hidrocarburos y electricidad, ambas ya obsoletas por el paso del tiempo.Es una obviedad volver a indicar que la principal fuente de generación eléctrica en el país  tendría que ser vía termoeléctricas, vale decir generación a gas natural., por la cantidad de gas natural que se tiene en reservorios, y por la potencialidad de descubrir y certificar más y por la potencialidad de hacer funcionar nuevas termoeléctricas para exportar valor agregado (electricidad) y dotar al país de electricidad casi a costo cero. Es otra obviedad decir quee s mejor no exportar al gas como materia prima, excepto aquel para cumplir contratos, y transformarlo químicamente en nuevos derivados combustibles, petroquímicos y otros, entre ellos utilizado para generación eléctrica.Recientemente en un evento público en Tarija el máximo líder de la entidad gremial de electricidad del país indicó que “la ampliación del servicio de energía eléctrica a la totalidad de la población del país exige una inversión de 5.000 millones de dólares, en generación, transmisión y distribución”, frase evidente e irrebatible dada la necesidad de remozar y reformar todo el sistema eléctrico boliviano, incluyendo el sistema de energía e hidrocarburos e incorporando, definitivamente, al gas como elemento central en la reforma eléctrica boliviana.No vamos a redundar en cifras de volúmenes de electricidad requeridos, porque ya los hemos expresado hasta el cansancio, pero si vamos a reiterar los conceptos: es importante que el tema energético boliviano se tome en serio.Si bien el “reto” de las Constitución Política del Estado (CPE) es universalizar este servicio al mismo tiempo pone una seria d etrabas a la minversión internacional en áreas como exploración, producción, comercialización y refino de hidrocarburos, clave para el sector eléctrico que en Bolivia –particularmente- va de la mano del gas natural.Aunque en el sector eléctrico nacional se tiene por parámetro un “plan de inversión optimizado” que establece que para incrementar solamente la generación se requiere inversión cercana a USD 1.000 millones de dólares para los próximos 10 a 12 años. No se han tomado en cuenta otro tipo de factores: obras civiles, nuevas termoeléctricas, mercados crecientes internos y lo que es peor no se está tomando en cuenta la demanda latinoamericana de electricidad, particularmente de Chile, Argentina, Perú y Paraguay que nos rodean y que fácilmente serían mercados naturales para el excedente de electricidad el país.Adicionalmente –siguiendo las cifras del líder institucional de las eléctricas- se requerirán también adicionalmente como USD 1.000 millones en distribución y 2.000 millones en transmisión sólo para “ponerse a tono” con la cobertura y pensar en “exportación”.Los datos y las cifras coinciden con muchos análisis de colegas entendidos en el tema hidrocarburos, expertos, analistas y consultores que vienen ratificando la necesidad de tener de una vez políticas públicas para el sector energético boliviano (hidrocarburos, electricidad y nuevas energías) de manera de reordenar el tema y catapultar al país como nuevo escenario de inversión.La tarea sigue pendiente.* Máster en Administración, consultor de energía e hidrocarburos

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