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Algo de especial interés para Tarija

La diputada a cargo de ese proyecto de Ley sobre Trata y Tráfico de Personas, (Marianela Paco) dijo que el tema ya fue “socializado” y que su última versión está lista para ser considerada y aprobada en las instancias correspondientes de la Asamblea Plurinacional.Hasta ahí la...

La diputada a cargo de ese proyecto de Ley sobre Trata y Tráfico de Personas, (Marianela Paco) dijo que el tema ya fue “socializado” y que su última versión está lista para ser considerada y aprobada en las instancias correspondientes de la Asamblea Plurinacional.Hasta ahí la información y esperemos que una vez aprobada la ley no se enfrié. No conocemos en detalle cuáles fueron los procedimientos de “socialización”, pero vamos a darlos por bien realizados, así como estamos confiando en que la mentada ley está bien concebida. Porque no es el texto el que nos preocupa sino que sea aplicado con eficiencia. Especialmente aquí, en Tarija, con ejemplar eficiencia.Porque cuando supimos, hace algunas semanas, que por la condición fronteriza nuestro departamento había registrado en menos de un año miles de casos de trata de personas, sinceramente nos escandalizamos. Un caso es intolerable. Imagínense ¡miles!Porque es inadmisible que a esta altura del siglo XXI y con tanta institución supuestamente a cargo de evitarlo la trata de personas siga siendo un flagelo. De todas maneras, aunque en la práctica sea letra muerta, el Protocolo de las Naciones Unidas para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños (más conocido como Protocolo contra la trata de personas) fue adoptado ya en el año 2000, y es un acuerdo internacional adjunto a la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional. El Protocolo contra la trata de personas es uno de los tres protocolos aplicados para complementar la Convención.Imaginamos que la ley nacional en proceso de aprobación también contempla la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluye la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.Toda esta retahíla ya está, de una o de otra manera, socializada, es decir, todos sabemos de qué hablamos cuando nos referimos a “trata”. Ahora veremos cómo podemos luchar con eficiencia contra eso.

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