De héroes y de santos

Un héroe, y en nuestro caso, por ejemplo el “Moto” Méndez) es un personaje eminente que encarna la quintaesencia de los rasgos claves valorados en nuestra cultura. Nuestro héroe tuvo rasgos de personalidad idealizados que le permitieron llevar a cabo hazañas extraordinarias («actos heroicos») por las que se hizo famoso. El Moto Méndez fue una persona que realizó una acción valiente y que aún hoy es reconocida y agradecida.Ya no hay héroes así. Y no estamos intentando un sermón nostálgico que concluya con que cualquier tiempo pasado fue mejor, porque precisamente nosotros creemos que los mejores tiempos están aún por venir. No. El propósito es otro: Pensar un poco en por qué ya no hay héroes y a lo máximo que alcanzamos últimamente es a fugaces “celebridades”Tarija, Bolivia y América Latina estamos viviendo tiempos de cambio y estos son los tiempos propicios para comportamientos heroicos. Los habrá, aunque es probable que solamente en generaciones posteriores sean identificados y debidamente honrados.Y vamos ahora a los días “santos”. Es un apelativo que debería ser manejado con menos ligereza que la que se ha vuelto habitual. En términos generales, la semana que comenzará mañana se asocia más con el cese de actividades laborales, con el descanso y con el paseo, antes que con la espiritualidad que fue donde se originó. Le pasa más o menos lo mismo que a algunos héroes históricos, que acaban siendo imágenes en camisetas de moda o calcomanías en la parte trasera de un vehículo.Pocos saben que para calcular la Semana Santa, que es una celebración movible habría que remontarse más de 1.500 años  cuando se estableció que La Pascua de Resurrección es el domingo inmediatamente posterior a la primera Luna llena tras el equinoccio de primavera, y se debe calcular empleando la Luna llena astronómica. Por ello puede ser tan temprano como el 22 de marzo, o tan tarde como el 25 de abril.Más que curiosidades irrelevantes, todo lo tiene que ver con heroísmo y con la santidad  debería ser motivo de estudio sistemático y de interés social, para no caer en el frustrante hábito de estar haciendo “cosas” sin tener realmente conciencia de por qué ni para que se las está haciendo. Ese sería un reconocimiento sincero a los hechos que en estos días han mantenido y mantendrán ocupada a Tarija: El heroísmo del Moto Méndez y otros en las vísperas de nuestra inconclusa soberanía e independencia y el sacrificio esencial que dio fundamento a todas las religiones cristianas.Aunque, claro, para muchos fueron y serán solo días de marchas, de callejeras, de conflictos y de paseos turísticos.  No debería ser así. Pero así es.