La semana opositora: El descontento se llama Chi



El fenómeno en 2019 quedó sin estudiar, porque las elecciones cayeron pronto y se eliminaron todos los datos relativos a velocidad pasmosa entre las denuncias de fraude, pero sin duda el “gran ganador” fue Chi Hyun Chung, la personificación del outsider más perfecta que se puede lograr en Sudamérica tal vez desde Fujimori.
Chi HYun Chung, boliviano coreano, médico cirujano, líder de la iglesia presbiteriana, entró en política por primera vez en medio de la angurria que generaban aquellas elecciones con Evo Morales pisoteando la Constitución y la oposición sin proyecto claro peleando entre ellos por quién tenía más opciones de ganar ante el peor MAS. Más o menos como ahora.
Chi hizo cantidad de ruido en campaña sin hablar casi de nada, pero clamando contra el feminismo, el colectivo LGTB y haciendo varios gestos feos, pero con los que no paró de crecer. Quedó tercero con un 9% en lo que era un duelo del MAS y CC por la segunda vuelta. Le ganó a Óscar Ortiz y Rubén Costas en la mismísima Santa Cruz.
De lo poco que se pudo sistematizar en aquellos comicios, se evidenció pronto que su voto apareció en los barrios periféricos de las grandes ciudades y algunas zonas rurales. Barrios populares que tradicionalmente habían sido del MAS y donde, además, más crecen las iglesias cristianas. Chi fue una alternativa para quienes no querían votar a Evo allí, y es verdad que también sumó cierto voto en zonas tradicionales y de oposición, por un fenómeno similar: representaba algo rupturista en unas elecciones en las que nadie creía.
Han pasado muchas cosas desde entonces, pero no ha llovido tanto. Le fue mal en 2020 cuando la elección tomó un cariz de definición vital y el MAS volvió a ganar, pero el escenario en 2025 se parece más al de 2019 que al último: el agotamiento es denominador común, y a eso se le suma las grandes narrativas antisistema y neo machistas que han ganado posiciones en redes y la aceptación general de que “cualquier loco” también puede ser presidente.
Chi vuelve a aparecer en las encuestas, que tengan el valor que tengan, antes servían para identificar un escenario y, ahora, para configurarlo. Como sea, ya está en el juego.